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    El signo de los cuatro - Su último saludo en el escenario - Perez Guadalupe 2GA

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    perez guadalupe


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    El signo de los cuatro - Su último saludo en el escenario - Perez Guadalupe 2GA Empty El signo de los cuatro - Su último saludo en el escenario - Perez Guadalupe 2GA

    Post  perez guadalupe Tue May 25, 2010 3:59 pm

    El signo de los cuatro & Su ultimo saludo en el escenario
    En estos dos libros, escritos por Conan Doyle, esta muy presente la fidelidad. ‘La fidelidad es sinónimo de Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona’ (Real Academia Española). Pero como todas las cosas, esto también tiene un límite. A veces hay que dejar la fidelidad de lado, para así poder estar del lado del bien, y no tener que pagar las consecuencias de los actos ocasionados por causa de este acto de fidelidad obsesiva.
    En ‘El signo de los cuatro’ una persona que tuvo que pagar las consecuencias de su gran fidelidad fue Jonathan Small. ‘Tenía un rostro barbudo, con ojos feroces y crueles y una expresión de maldad concentrada.’(48) ‘Era un hombre sin estudios, pequeño y ágil; le falta la pierna derecha y lleva una pata de palo que esta desgastada por la parte de adentro. En el pie izquierdo calza una bota desuela gruesa y puntera cuadrada, con un refuerzo de hierro en el tacón. Es un hombre de mediana edad, muy curtido por el sol, y ha estado en la cárcel.’(73) ‘Su voz es ronca y desagradable’ (94), ‘posee un cierto grado de astucia’ (119). ‘Era un hombre fuerte y corpulento’ (125), ‘de mirada temeraria, con rasgos de color caoba surcados por una red de líneas y arrugas, que daban fe de una vida dura al aire libre. Su mandíbula barbuda era particularmente saliente, lo cual indicaba que se trataba de un hombre al que no era fácil desviar de sus propósitos. Debía de tener unos cincuenta años, porque entre sus cabellos negros y ensortijados asomaban numerosas mechas grises. Su rostro no resultaba desagradable cuando estaba en reposo, aunque sus espesas cejas y su agresiva mandíbula le daban una expresión terrible cuando se enfurecía’ (129). Este sujeto y Tonga, ‘un pequeño hombre negro, con una cabeza deforme y una gran mata de cabellos revueltos y enmarañados, deforme y salvaje, con un rostro espantoso y unos afilados dientes amarillos’ (126), asesinaron a Bartolomew Sholto, el hijo de un hombre que en el pasado, había traicionado a Small y a los demás integrantes del signo de los cuatro (Mahomet Sing, Abdullah Kham y Dost Akbar). Estos cuatro hombres, habían sido prisioneros del señor Sholto y del señor Morstan en la India. Small y Sholto habían hecho un acorde: los integrantes del signo de los cuatro quedarían en libertad, y a cambio le darían a Small y a Morstan la quinta parte de un grandioso tesoro que ellos tenían a su poder. Pero estos dos hombres los habían traicionado. Habían escapado con todo el tesoro dejando a los cuatro hombres todavía prisioneros.
    La señorita Morstan, ‘una joven rubia, delgada, delicada, cuyo rostro no tenia facciones regulares ni era hermoso, pero su expresión era dulce y amistosa, y sus grandes ojos azules resultaban particularmente espirituales y atractivos, que daba un indicio de que su carácter era refinado y sensible’ (27), había contratado a el famosísimo investigador particular con consulta Sherlock Holmes, ‘un hombre de modales fríos y despreocupados, que tenia un enorme talento y muchísima experiencia’(17),‘ un excelente conversador que casi siempre se encontraba con buena predisposición y buen humor’(117). Esta señora estaba recibiendo una cuota mensual de perlas, cuyo remitente era desconocido. Luego de algunas simples investigaciones que Holmes realizo junto a su amigo de confianza y fiel seguidor Watson, lograron descubrir que el que enviaba las magnificas joyas era Taddeus Sholto. ‘Era el hijo del Mayor Sholto, hombre que había estado a cargo de las tropas de las islas Andamán. Era un hombre pequeño con la cabeza muy alta, una orla de pelo rojizo alrededor y un cráneo calvo y reluciente, que sobresalía del cabello. La naturaleza lo había dotado de un labio colgante y una hilera demasiado visible de dientes amarillentos e irregulares.’(41) Tenía treinta años. ‘es un hombre absolutamente decente y honrado’ (105). Holmes, Watson y la sta. Morstan fueron a la casa de Taddeus Sholto para que éste les de una explicación del envió de las joyas. El les explico que gran parte de un tesoro indio le pertenecía a su padre, el señor Morstan, pero como había muerto ella heredaría la fortuna. El cofre de metal se encontraba en la casa de su hermano, Bartolomew Sholto. Al llegar al Pabellón Pondichery, se llevaron la horrible sorpresa de que Bartolomew había sido asesinado. Al cabo de un rato, el cual habían utilizado para investigar, llego el engreído comisario Athelney Jones. ‘Era un hombre muy corpulento y de aire autoritario. Tenia el rostro colorado, voluminoso y pletórico, con un par de ojos muy pequeños y centellantes, que miraban con viveza entre unos parpados hinchados y fofos’ (70). Este hombre no sirvió mucho para la investigación, pero si aporto materiales que servirían para la captura del criminal, Small, quien por la eterna y fiel amistad que tenía con sus compañeros de ‘el signo de los cuatro’ había sido capaz de vengarse de los hombres que los habían traicionado. Small, luego de el asesinato, había logrado escapar en la fugaz lancha Aurora, quien luego de unos días fue atrapado por Holmes, sin antes esparcir las perlas y los diamantes por cinco millas del rió Támesis, y de esta manera nadie se quedaría con el tesoro.
    Pero a pesar de que en este caso la fidelidad haya jugado en contra, no quiere decir que siempre lo haga. Un buen ejemplo, es la mutua fidelidad que hay entre Holmes y Watson. Quienes van juntos a todos lados, buscando claves para develar los grandes enigmas.
    Esto ocurre en las historias del libro ‘Su ultimo saludo en el escenario’, el cual cuenta cuatro historias totalmente diferentes.
    La primer historia es ‘La aventura en el pabellón Wisteria’. En esta historia García es el protagonista. ‘Era hijo de padres españoles, tenía cargo en la embajada, hablaba inglés perfecto y de maneras agradables’ (17).Este hombre invita a cenar su casa en Wisteria a Scott Eccles, ‘un buen ciudadano ortodoxo y rutinario, corpulento, alto, de patillas grises, aspecto solemne y respetable, facciones graves y maneras pomposas, quien vestía botines de paño, gafas de armazón de oro y era miembro del partido conservador eclesiástico (13). Al otro día este se levanta y al no encontrar a nadie en la casa, pide ayuda a Holmes, quien tiene un cerebro que es como ‘como un motor en marcha’ (12), que averigüe que fue lo que paso ya que esto no era nada normal. En ese momento llegan dos inspectores Policiales: Baynes, ‘un detective campesino, voluminoso mofletudo y coloradote, con un brillo extraordinario en los ojos casi ocultos detrás de fofas gorduras en las cejas y de los carrillos (21), y el ‘energico valeroso y capaz’ (19) Gregson. Buscaban a Eccles diciendo que encontraron muerto a García a dos kilómetros de su casa y lo único que tenia en su bolsillo era una carta que decía que el iría a visitarlo. Holmes, Watson y Baynes van a Wisteria a investigar. Encuentran una carta tirada en la chimenea, sin terminar de quemarse, que daría datos en clave de un lugar de encuentro. Por la carta suponen que los asesinos están en una casa grande, estudian todas las del pueblo hasta llegar a la mansión de Henderson, suponen que el es el asesino. Handerson era un hombre raro (Pág. 43), de ojos negros y profundos, de cincuenta años, fuerte, cabellos color gris, largo cara apergaminada, color amarillento (Pág. 44), inmensamente rico (Pág. 45) y Violento (Pág. 46). Su nombre real es Don Murillo o el Tigre de San Pedro (Pág. 50). Es Tirano, depravado, sanguinario, fornido, temerario y enérgico. Gobernó San Pedro por 10 o 12 años (Pág. 50).
    Hendeson trata de huir en un tren llevando a la fuerza a Miss Burnet, ‘la institutriz Inglesa de 40 años de las hijas de Henderson’ (Pág. 44), quien tenia una ‘cara aguileña’ (Pág. 48) y manos delgadas (Pág. 52) y buscaba vengarse de Henderson por haber matado a su marido (Pág. 53). Esta es rescatada por un campesino. Luego confiesa todo: ella había junto a García un plan para matar a Handerson, mandándole una carta del lugar de la casa en la que estaría esa noche. Al ser descubierta por Henderson este la toma prisionera y mata a García camino a su casa. El Sr. Eccles había sido usado por García para ser testigo de que el estaba esa noche en su casa y eliminar sospechas de un plan, que había salido peor de lo que planeaban.
    También se muestra la fidelidad de Watson hacia Holmes en la historia ‘La aventura de la caja de cartón’
    Miss Susan Cushing, una ‘soltera de 50 años (Pág. 69), con ‘cara bondadosa, ojos grandes y dulces y cabellos grises (Pág. 71), recibe una caja llena de sal gruesa con dos orejas en su interior. Al no entender lo que pasaba llama a Holmes quien con su ‘Diversidad de talentos’(Pág. 63) deduce que por el nudo de la caja y la sal gruesa, la oreja morena masculina con un aro proviene de algún marinero y la otra oreja, por el tamaño y la forma, a algún familiar de la Sra. Cushing. Finalmente llega a la conclusión que el asesino fue su ‘grandote fuerte y moreno’ (Pág. 87) cuñado, Mr. Brouner, quien mato a su esposa Mary y al amante. Este confiesa como lo hizo: su otra hermana, Sara, una mujer ‘Difícil de contentar y soltera’ (Pág. 78), quien vivía con ellos se había enamorado de él y este no le correspondió. Debido a esto le lleno la cabeza a su hermana en contra de él y trato de conseguirle un amante a su hermana llevando un amigo de ella, Alec Fairban, continuamente a su casa. El era un ‘Hombre de gran ímpetu lleno de vivacidad, fanfarrón, elegante, refinado y galante (Pág. 91). Brouner, celoso, prohibió la entrada de Alec a su casa por lo que Sara se ofende y se va. Brouner juró a Sara que si volvía Alec a su casa lo mataría y le enviaría su oreja. Cierto día por un desperfecto en el barco en el que él trabajaba, retorna a su casa antes de lo previsto, y para su sorpresa, ve a su mujer Mary con Alec. Los sigue hasta conseguir matarlos, y con odio envía a su cuñada Sara las orejas, culpándola por lo sucedido, pero equivoca su dirección, por lo cual Susan recibe el paquete de la discordia.
    La tercera historia de este interesante libro es ‘La aventura del círculo rojo.
    A Mistress Warren, ‘dueña de la casa de huéspedes’ (Pág. 99) le llama la atención que un inquilino nunca sale de su habitación, le tiene que dejar la comida en la puerta e irse y este luego le devuelve el plato vacío. ‘Era un hombre de estatura mediana, pelinegro y barbudo, menor de 30 años, quien tenia un aspecto extranjero y elegante (Pág. 103). Se llamaba Gennaro Lucca (Pág. 123). Holmes descubre que el inquilino no es el mismo que originalmente le había alquilado la habitación, cierta noche se habían cambiado. Descubre que es una mujer de ‘manos finas, cara morena y bella (Pág. 111), quien hablaba en italiano y en inglés pero fuera de las reglas (Pág. 124). Se llama Emilia Lucca. Recibía mensajes en clave a través del diario. Una noche ve que esta recibiendo mensajes de luz desde otra casa, deciden acercarse para investigar y encuentran a dos detectives que seguían el mismo caso: Gregson, ‘detective de Scottland Yard’ (Pág. 118), y Leverton, ‘detective de la agencia Norteamericana de Pirkerton’(Pág. 118). Juntos ingresan a la casa de donde proviene la luz y encuentran muerto a una temible persona llamada Gorgiano, ‘perteneciente a la secta del círculo rojo, gigantesco, aterrador’ (Pág. 126), ‘terrible, asombroso, astuto e infatigable’ (Pág. 129) Holmes hace señas de luz por la ventana y al poco tiempo aparece una mujer pensando que era llamada por su marido. Al descubrir al muerto cuenta la historia: su marido lo mato porque pretendía que eliminara a su mejor amigo, o sino la mataría a ella. Su marido, el inquilino sospechoso, dijo que lo haría y explotaría la casa del amigo, pero enviando mensajes anónimos logra que su amigo escape. También envía mensajes a la policía para que investigue, por eso se encuentran todos allí esa noche y provisoriamente dejo a su esposa en la pensión.
    La cuarta historia se llama ‘la aventura de los planos’
    El hermano de Sherlock Holmes, Mycrofot, un hombre que es ‘parte del gobierno británico (Pág. 136), empleado subalterno, sin ambiciones, que se niega a recibir condecoraciones pero es el hombre mas importante para el país y tiene el cerebro con mas capacidad para almacenar datos que ningún otro ser viviente (Pág. 136), fuerte y macizo, con ojos grisáceos (Pág. 140), pide ayuda a su hermano Sherlock para descubrir quien robo 10 planos que servían para la construcción de un submarino de guerra .Estos estaban muy bien guardados. Encontraron muerto a Cadogan West, joven de 27 años, soltero y empleado de las oficinas del arsenal de woolwich (Pág. 138). Era un hombre arrebatado e impetuoso, pero recto y honrado (Pág. 144). Era el encargado de cuidar los planos. Cuando lo encontraron, tenía siete de ellos en el bolsillo, faltándole los tres más importantes. James Walter era otro custodiador de planos, técnico del gobierno, cuyas condecoraciones y títulos cubren dos líneas en un diccionario de personalidades, un gran patriota (Pág. 143). A través de diferentes deducciones y con la infaltable ayuda del leal Watson, Sherlock Holmes llega a descubrir que fue el hermano de James Walter, el Coronel Valentín, quien tenía cincuenta años, alto, bello, de barba rubia (Pág. 154), el que los robo, para vendérselos a unos espías extranjeros. Cadogan lo descubre y lo sigue, pero lo matan y lo tiran arriba de un tren por un puente.
    La quinta historia es ‘La aventura del detective moribundo’.
    Holmes, el hombre de ‘gran viveza y lucidez’ (Pág.199) estaba muy enfermo y Mistress Hudsson, ‘aquella mujer de inmensa paciencia’ (Pág. 183), asustada, llama a Watson, ya que el era ‘medico general’ (Pág. 187). Holmes delirando no dejo que Watson se le acerque y le pide que llame a Mister Culverton Smith que sabe mucho de la enfermedad que tiene, provocada por una planta. ‘Él era dueño de una plantación’ (pag 192), ‘residente de Sumatra. Era una persona metodica(192), con ‘voz chillona, petulante y penetrante (195), su cara era amarilla, y tenia una doble y gruesa papada, ojos sombríos, grises y amenazadores, y cejas tupidas, rubias, cabeza calva, hombre pequeño y enclenque, con hombros y espalda encorvados (196). Mister Culverton era enemigo de Holmes y acude en su falsa ayuda. Holmes esconde en la habitación a Watson y al inspector Morton. Al llegar Mr Culverton logra que confiese que él mató a su sobrino y que ahora quiso matarlo a él mandandole ese virus en una caja. Holmes se levanta y su enfermedad fue un simulacro que creyeron todos.
    El sexto cuento es ‘La desaparición de Lady Francés Carfax’
    Miss Dobney, una Vieja institutriz de Lady Frances (pag 214), le pide a Holmes que averigüe donde esta Lady Frances Carfax, quien le escribía semana de por medio y hace cuatro semanas que no lo hacía. Empiezan a seguir los rastros y se encuentran con Philip Creen, un hombre alto moreno y barbudo (pag 217), corpulento duro e impetuoso (pag 219), de manos curtidas por el sol (pag 223). El también seguía los rastros, siendo sospechoso para ellos. Luego descubren que es un antiguo novio que los ayuda en su búsqueda. Juntos descubren que ella se fue con una extraña pareja, los Shlessinger, engañada para quedarse con su fortuna, que en su mayoría eran valiosas joyas. Logran encontrar a esta pareja y se sorprenden de que estos estén organizando un funeral. Holmes entra a la casa de estos pensando que la muerta era Lady Francés pero descubren que era una viejita a la que velarían al día siguiente. Esta anciana fue retirada de un geriátrico ya muy enferma diciendo que la cuidarían ya que supuestamente había sido una antigua criada suya y no tenía familiares. Finalmente Holmes deduce que la idea era matar a Lady Francés el día del velatorio. Al llegar al funeral abre el cajón y dentro del mismo encuentra a Lady Francés junto a la viejita. A Lady Francés la habían dormido con cloroformo, y luego de un rato ella despierta.
    La séptima historia es ‘La aventura del pie del diablo’
    Holmes y Watson estaban descansando en la península de Cornish cuando Rodway, el Vicario de la parroquia, (pag 250) de edad mediana, voluminoso y afable (pag 251), lo llama para investigar sobre algo raro que le sucedió a su inquilino Tregenis, un joven caballero independiente que alquilaba al vicario una habitación en su casa, delgado, moreno, con gafas y con una inclinación de espalda, reservado, de cara tristona (pag 251), con delgadas manos y ojos negros (pag 254). Este la noche anterior estaba en el campo con sus hermanos, los dejo jugando a las cartas y retorno a la pensión, a la mañana siguiente le avisaron que su hermana estaba muerta en la silla tal como la había dejado y sus dos hermanos en un estado de locura. Durante la investigación León Sterndale, un hombre de cuerpo fornido, con facciones pronunciadas, profundas arrugas, nariz aguileña, cabellera revuelta, barba dorada, celebre cazador de leones y explorador, se le acerca a Holmes para saber que había pasado ya que era amigo de la familia. Se convierte en el principal sospechoso y más aun cuando a la mañana siguiente encuentran a Tregenis muerto, sin rastro de agresión y con la habitación cerrada por dentro. Llegan a la conclusión que un polvo que había en la lámpara llamado polvo de raíz de pie del diablo traído de África por Sterndale provocaba al prenderse y respirarlo la muerte casi instantánea o la locura. Holmes acusa a Sterndale de esto y este confiesa que fue su amigo Tregenis quien mato a sus hermanos ya que le había robado de este polvo colocándolo en la chimenea antes de irse de la casa de sus hermanos y apoderarse de la fortuna familiar. El para vengarse, ya que amaba a Brenda, una de las hermanas, mata a Tregenis colocando de la misma manera polvo en la lámpara de gas. Holmes entonces decide no dar cuenta a la policía ya que la fama no le interesa y se retira del caso sabiendo que la policía estaba muy lejos de descubrir la verdad.
    Y el octavo y último cuento es ‘su último saludo sobre el escenario’
    Von Bork era el jefe de espías Alemanes (pag 307), extraordinario agente del Kaiser (pag 292), deportista Alemán, bebedor, hombre de club juerguista y un desaprensivo. Individuo del servicio secreto más astuto de Europa (pag 294). Éste se encontraba charlando con su secretario Varon Bon Herling, un hombre corpulento, ancho, grueso, alto, que se expresa con lentitud y pesadez (pag 292), en su mansión de Londres. Hablaban de sus investigaciones acerca de los movimientos en este país. Cuando este se retira, llega junto a su chofer, Atlamon, un irlandés norteamericano de gustos refinados (pag 299), alto de unos sesenta años, facciones limpias y una barbita de chivo (pag 302). Le llevaría un último libro con información Británica. Atlamon le pide dinero a cambio de la información. Cuando Bon Vork le estaba haciendo un cheque, este lo duerme con cloroformo. Resulto ser que Atlamon era Holmes ayudando a los británicos, el chofer Watson y el ama de llaves, Marta, una espía puesta por ellos. Cuenta Watson que ya ambos se habían retirado hace años de la profesión cuando les llegó este caso hace dos años y no pudo resistirse.
    Esta última historia muestra, más que ninguna otra, el fuerte vinculo de fidelidad que el autor intenta mostrar entre los dos personajes principales, ya que a pesar de los años y de los cambios que habían sufrido, continuaron juntos y seguían siendo muy buenos compañeros.


    El signo de los cuatro – Conan Doyle – Editorial Gárgola
    Su último saludo en el escenario – Conan Doyle – Editorial Zona Negra.

    Guadalupe Perez 2GA

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