Campos de fresas.
"La han traído en bastante mal estado y… bueno, aún es pronto para decir nada, ¿entiende? Sería necesario que viniese cuanto antes." "-Su hija ha tomado algún tipo de sustancia peligrosa, señor Salas. La han traído sus amigos y estamos haciendo todo lo posible por ella." Pág. 8.
Esta es la historia de Luciana Salas "Tenía agujas clavadas en un brazo, por las que probablemente recibía el suero, un pequeño artilugio que desconocía; un tubo enorme, de unos tres centímetros de diámetro, de color blanco y amarillo, parecía ser el nuevo cordón umbilical de su vida." Pág. 18. "Luciana podía morir, esa era la realidad. O permanecer en aquel estado el resto de su vida, y también era la misma realidad." Pág.19.
Sus padres Luis y Esther Salas han recibido la dolorosa noticia de que su hija está en grave estado por algo que la había sentado mal.
Cinta, Santi y Máximo eran tres de los mejores amigos de Luciana. "Cinta era de estatura media, tirando a baja, adolescentemente atractiva con la ropa que llevaba, pero también juvenilmente sexy: cabello largo, ojos grandes, labios pequeños, cuerpo en plena explosión. Santi y Máximo, en cambio, eran el día y la noche. El primero llevaba el cabello corto y tenía la cara llena de espinillas, como si en lugar de piel tuviera un sembrado. El segundo mostraba una densa cabellera rizada, como si de la cabeza le nacieran dos o tres mil tirabuzones de color negro que luego le caían en desorden por todas partes." Pág. 21. Ellos fueron los que la acompañaron en su nueva experiencia que la llevo a quedar en ese estado, se encontraban ansiosos en el hospital esperando noticias sobre su amiga. En un momento, "Cinta se desahogó solo unos segundos. Acabó mordiéndose el labio inferior. Sin desprenderse del amparo protector de Santi, pronunció el nombre que todos tenían en ese mismo instante en la mente.
- Deberíamos llamar a Eloy.
Se produjo un silencio expectante.
Nadie se movió.
- Y también a Loreto –terminó diciendo Cinta." Pág. 9.
Eloy, el novio de Luciana estaba en su casa "Tenía la boca pastosa, los ojos espesos y la lengua pegada al paladar. Debía de haberse quedado dormido aproximadamente hacía tres horas." "Él estudiando y los demás de marcha. Genial. Claro que a Máximo le importaban un pito los estudios, y Santi ya había dejado de darle al callo." Pág. 11.
Cuando Máximo lo llamó para que sepa lo que había ocurrido él se preocupo, y enseguida fue al hospital. Luego llamaron a la casa de Loreto, una amiga muy cercana a Luciana la cual estaba enferma de bulimia, pero atendió su mamá, "[…]-¿Qué es lo que ha tomado?
-Una… pastilla.
-¿Drogas?
-No exactamente, bueno… no sabría decirle […]-¿Le dirá lo que ha sucedido cuando despierte?
-Sí claro –la mujer cerró los ojos." Pág.13.
En el hospital junto a sus padres se encontraba "Norma, la hermana pequeña de Luciana." "Los ojos del hombre tenían un halo de marcada dureza. Los de su esposa, en cambio, naufragaban en la impotencia y el desconcierto. La cara de Norma era una marca inexpresiva." Pág. 14.
Poli, el camello, se encontraba en el after hour "Y lo hacía con meticulosa cautela, igual que un pescador entre un banco de peces, solo que él no tenía que extender la mano para atrapar a ninguno. Eran los peces los que le buscaban si querían.
-¿Aún te queda algo?
-El almacén de Poli siempre está lleno." Pág.16.
El encargado de salvarle la vida a Luciana, el doctor Pons sabía que las próximas 72 horas eran decisivas, podía curarse y despertar, como también morir "Con una pastilla, al menos sabría qué llevaba Luciana en el cuerpo. Un análisis de sangre no bastaba. Había que analizar el producto." Pág. 23.
El inspector Espinós, "No le gustaban los hospitales. Debía de ser hipocondríaco" Pág. 42. , se les presentó a los amigos de la paciente. "-¿Policía?
-¿Qué creéis? –hizo un gesto explícito-. Se trata de un delito, ¿no os parece?" Pág. 30.
La madre de Loreto le contó lo sucedido con su amiga, e inmediatamente, ella quiso ir al hospital, olvidando completamente su estado de salud.
"Pese al camisón, que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, la delgadez de su hija era tan manifiesta que seguía horrorizándola. Los brazos y las piernas eran simples huesos con apenas unos gramos de carne todavía luchando con firmeza por la supervivencia." Pág. 39.
El periodista, Mariano Zapata, se encontró en la cafetería del hospital con Norma Salas, "-Mi hermana no es una drogata -la defendió espontáneamente.
-Claro, claro -la tranquilizó él-, no se trata de eso. Lo que pasa es que este caso va a dar mucho que hablar, ¿entiendes?
-¿Por qué?
-Tu hermana es una chica joven y sana, había salido para pasarlo bien, bailar, y, sin embargo, ahora puede morir." Pág. 62.
Eloy, de cualquier manera quiso salvarle la vida a su novia, para ello buscó a Raúl, el culpable de conseguir las pastillas que tomaron Luciana, y sus amigos."Oye, sé dónde para ese tío, el camello. Él sí tiene pastillas de esas. Todas las que quieras. Eloy volvió a mirarle." Pág. 114.
"El secreto del éxito periodístico era lanzarse siempre, arriesgarse" Pág. 86. "[...] el periodista entró en la habitación. Hizo una, dos, tres fotografías rápidas. Por el ojo de su objetivo pudo ver a Luciana llenando la cámara, impregnándole de su realidad. Unas fotografías que probablemente también se publicarían en otros países con la misma problemática." Pág. 87.
En el momento en que los amigos de Luciana estaban juntos en la casa de Cinta sonó el teléfono, era Eloy "-¡Bien! -los tres le oyeron gritar por el pequeño auricular telefónico-. Escucha, os necesito, y rápido. ¡Sé dónde encontrar al tío que os vendió anoche las pastillas! ¡Necesitamos una!, ¿vale? Hay que intentarlo, por Luciana. Por pequeña que sea la esperanza de que eso la pueda ayudar... Pero yo no puedo ir solo, tenemos que ir todos." Pág. 116.
"Mariano Zapata puso el punto final y se echó hacia atrás apartándose de la pantalla del ordenador." Pág. 136. "Perfecto. Directo a las conciencias. [...] Era una noticia, y sabía cómo tratarla. Fuera cual fuera esa noticia, lo importante era el modo de presentarla, el tono, el envoltorio" Pág. 140.
Cinta, Santi, Máximo y Eloy fueron a buscar al camello. "Poli enfiló hacia la salida de la discoteca, abriéndose paso a codazos y empujones. Y redobló sus esfuerzos al ver que los otros dos, el de los gestos y el de los lavabos, echaban a correr tras él con la misma nerviosa celeridad. [...] Era él. El camello que le había vendido a Luciana aquel callo blanco y mortal." Pág. 152.
"Sus ojos se dilataron por la sorpresa mientras recuperaba de nuevo el habla para gritar:-¡Jefe!.
Vicente Espinós ya lo había visto.
Poli García, el Mosca, corriendo en dirección al aparcamiento en el que estaban ellos, aunque no en línea recta. Acababa de sacarse algo del bolsillo sin dejar de correr y correr.
Y detrás, un grupo de chicos, tres muchachos y una muchacha, también distanciados entre sí, aunque no tanto como lo estaban de él. Le fue fácil reconocerlos." Pág. 156.
"El camello resbaló, pisó algo, o fue su propia velocidad. Fuere como fuere, sus piernas salieron disparadas hacia arriba, mientras el resto de su cuerpo se le quedaba atrás. Manoteó en el aire, sorprendido, un breve instante. Después cayó al suelo, de nuca. [...] El camello rebotó junto a una acera. Llevaba algo en la mano. Un paquete pequeño que a duras penas, y más por instinto, consiguió echar por el agujero de la alcantarilla que quedaba allí, a su alcance, antes de quedarse definitivamente quieto." Pág. 162.
Todos se miraron "-¿Qué hacemos? -rompió el silencio Máximo.
-Yo voy al hospital -dijo Eloy.
-Vamos todos -dijo Cinta.
Notaron en su tono y, al mirarla, se dieron cuenta de su sonrisa de esperanza. No la entendieron hasta que ella extendió su mano derecha, abierta, mostrándoles algo.
-Debió de caérsele al correr -fue su único comentario.
En la palma de la mano había una pastilla blanca, con una media luna en relieve impresa en su superficie." Pág. 165 y 166
En el hospital, Luciana todavía seguía en coma estaban por terminar esas 72 horas decisivas, "Al salir del túnel, a medida que se reencontraba con el dolor, pero también con la luz, Luciana abrió los ojos.
Una vez.
Parpadeó.
Dos veces.
Se encontró con su hermana Norma, que la miraba de cerca, boquiabierta. [...] Vio a sus padres y a su hermana, rodeándola. Estaba viva" Pág. 166.
Querido Nadie.
"Pero aquella tarde de enero, con la casa vacía y la pálida luz acuosa de la luna dando un tono fantasmal a la habitación, mientras nuestra música favorita seguía sonando, Helen y yo nos acariciamos como nunca hasta entonces e hicimos el amor" Pág. 9.
Chris y Helen son dos estudiantes que viven una historia de amor muy apasionada. "En octubre, nuestros caminos se separarían: yo iría a Newcastle; ella, a Mánchester. Pero octubre estaba muy lejos todavía." Pág. 11.
Crhris se encontraba en su casa, curioso por saber sobre su pasado pregunto "Papá, ¿qué ocurrió contigo y con mamá? -yo no había pensado siquiera en preguntarle una cosa así en aquel momento.
[...] -Ya sabes lo que pasó. Se marchó. [...] -Encontró a un tipo. Era más joven que yo y tenía más pelo en la cabeza. Además vestía con elegancia y leía muchos libros. Ella decidió que le gustaba mas que yo y se fue." Pág. 16 y 17.
"-Papá, me estaba preguntando si tendrías la dirección de mamá.
[…]-Tendría que tenerla. En alguna parte.
Yo le pasé la botella de leche. El gato se acercó a él sin dejar de mirarle.
-¿Por qué? -preguntó papá. Apartó con cuidado al gato con el pie y dejó la leche en la nevera.
-He pensado que podría ir a verla alguna vez -dije, dando a mi voz un tono de indiferencia y despreocupación-. Buenas noches, papá." Pág.19.
Después de haber crecido sin una mamá al lado, Chris quería escribirle a su madre y saber que clase de persona era, aunque le doliera. "-¿Estás seguro de que es acertado lo que haces? -me preguntó Helen -. Sabes que no va a volver. Seguro que no, después de tanto tiempo. Pero yo no quería que volviera. Quería verla otra vez, eso era todo." Pág. 21.
"Llevé la carta en el bolsillo unos cuantos días y, por fin, Helen la hecho al buzón de correos. Después de un par de semanas, dejé de esperar respuesta. A fin de cuentas, yo no era nada de mi madre. Era una mota de polvo, y me habían echado de un soplo. Cuando llegó su carta, pasado casi un mes, sólo pensé en enseñársela a Helen." Pág. 22.
Cuando le mostró la carta a su novia, ella estaba muy rara, actuaba indiferente como si no le importara lo que Chris le quería mostrar. "Gracias por tu carta, fue una gran sorpresa, me parece que dice eso. Siento no haberte contestado inmediatamente, pero acabo de regresar de los Alpes. No sé si sabes que soy fotógrafo profesional. Estoy haciendo un trabajo para ilustrar un libro montañismo. Además, escalo, con Don.
Dejé la carta un momento. Me había quedado sin aliento. Respiré profundamente y continué:
Este trabajo es maravilloso y creo que me tendrá ocupada varios meses. Sí, ven a verme. Sería bonito. Con mis mejores deseos, Joan." Pág. 24.
Chris y Helen se encontraban en la casa de Ruthlyn, la mejor amiga de Helen, "Ruthlyn cerró la puerta al salir. Yo me acerqué inmediatamente a Helen y me senté en el brazo de su butaca. Ella no quería mirarme y yo no sabía qué decirle. Estaba recostada, con los ojos cerrados y la boca un poco entreabierta. Parecía enferma y cansada. Le cogí la mano y ella la dejó en la mía, desmayada y fría.
-¿Qué te pasa? -dije-. ¿Es gripe?
Ella negó con la cabeza.
[...] -Helen, ¿qué pasa?
Y entonces ella contestó con una voz hueca, asustada, cansada, que difícilmente hubiera reconocido como la suya y que no olvidaré en mi vida." Pág. 39.
"27 de febrero.
Querido Nadie: [...] Embarazada, ¿y si estoy embarazada? Tictac, tictac, tic... Por la noche estoy tan asustada que apenas puedo respirar. No puedo decírselo a nadie. No puedo decírselo a Ruthlyn. No puedo decírselo a mi madre." Pág. 40.
"Querido nadie: Todo sigue igual. El grifo gotea sin descanso una noche tras otra. Y si estoy embarazada, qué, qué, qué. Pasé un día espléndido con Chris, cuando creímos que todo podía ser una falsa alarma. Pero todo sigue igual. Todo.
Un pequeño y horrible pulso late dentro de mí, muy dentro. Vete, vete, vete. No hay nadie ahí." Pág. 46.
"22 de Marzo.
Querido Nadie: Hoy he traído a casa un test de embarazo. Esta mañana me encontraba mal otra vez. Tú eres un cultivo extraño dentro de mí. Eres una enfermedad. No quiero que existas." Pág. 51.
"He sacado la varilla, y no tenía la punta coloreada. La tenía blanca. He leído las instrucciones otra vez. Si la punta está rosa, estás embarazada. Si está blanca no estás embarazada. Tú no existes. No eres nadie.
Querido Nadie: Más tarde. Después de hacer la prueba de embarazo he ido al centro musical a trabajar, como si fuera un día corriente. Y lo era, después de todo." Pág. 52.
"Querido Nadie: Ayer por la tarde compré otro test de embarazo. Esta vez leí bien las instrucciones, era lo primero que debía hacerse. […] No me importaba que mamá entrara en mi cuarto y me viera. He sacado el palito, y antes de mirarlo ya sabía de qué color era. Rosa. Positivo. Jueves negativo, sábado positivo." Pág. 58.
Helen a decidido ir a cabalgar, consiguió el caballo más rebelde. "Al apoyarme en él notaba la línea firme de mi columna vertebral. Éramos un solo ser fluyendo como agua por el aire seco. Éramos una sola mente. Y mi estómago se revolvía como un bote en la marea." Pág. 64.
Jill, la tía de Chris, estaba en el lugar del hecho "-No es asunto mío y puedo estar completamente equivocada. Perdóname si lo estoy, Chris. Pero lo que Helen ha hecho esta mañana en el páramo me parece un intento desesperado de liberarse de un embarazo." Pág. 68. Y en realidad lo era. Helen se quería sacar ese niño que llevaba en su vientre enseguida, y continuar con sus estudios, consiguiendo así un futuro mejor para ella y su familia.
Su bebé tenía doce semanas, pero aún así ella decidió operarse, decidió terminar con la vida, decidió abortar. "Querido Nadie: […] Y mientras ella parloteaba, yo pensaba sólo en una cosa: es una operación muy sencilla, es sacar de mi cuerpo unas células que no deseo, eso es todo." Pág. 80.
"Seguía tratando de concentrarme en ti, de ver a través de mi miedo, de saber qué era lo que de verdad me asustaba, cuando entró la enfermera con una camilla. Llegó demasiado pronto, yo no estaba aún dispuesta. No me habló. […] En mi armario no había nada, excepto mi pequeño bolso y mi bolsa de aseo. Cogí los dos y me fui." Pág. 81.
Chris tenía intriga por volver a ver a su mamá, y Helen se ofreció acompañarlo para que la viera, ambos sabían que se llamaba Joan pero Chris ni se acordaba de su rostro, había pasado mucho tiempo sin verla. "Parece mucho más joven que el padre de Chris. No llevaba maquillaje, ni iba bien vestida, ni nada de eso, pero resultaba bonita de verdad, con pelo cortado como un chico y sus enormes ojos negros. En realidad, Chris tiene sus ojos." Pág. 91.
"Querido Nadie: […] De todos modos yo he tomado una decisión, y ésa es la otra cosa que ha sucedido hoy. He decidido terminar con Chris" Pág. 106.
Tom, el compañero de Chris le ofreció hacer un viaje a Francia juntos. "Tom y yo salimos para Francia el 11 de julio muy temprano, exactamente veinte días después de que Helen terminase conmigo. Fue un viaje horrible." Pág. 117.
En el camping, conocieron a dos chicas, eran de Gales y se llamaban Bryn y Menai. "Bryn, la pequeña, era morena y no paraba de hablar." Pág. 127.
"Nos acercamos a un grupo de árboles en busca de sombra y descubrimos un río. Fue como un sueño. Bryn se desnudó y se metió al agua sin dudarlo. Yo no lo podía creer. Helen no lo hubiera echo jamás, y Bryn se quitaba la ropa y, como si fuese la cosa más natural del mundo, se volvía hacia mí riéndose y salpicando en el agua." Pág. 136.
Terminada está experiencia en Francia, Chris y Tom volvieron a sus respectivas casas.
Días más tardes Bryn fue a visitarlos.
"30 de septiembre. Querido Nadie: Me siento rara esta noche. Es horrible. Me cuesta trabajo andar. Tú te has movido hacia abajo. Te has colocado, dice la matrona. Estás preparado y listo para la acción. Ojalá lo estuviera yo" Pág. 158.
"¿Cómo está Helen, señor Garton?
[…]-Está enorme –dijo-. Como una bola.
Yo tragué saliva. –Me voy pasado mañana, señor Garton. ¿Quiere usted… quiere usted darle esto? –le alargué la tarjeta" Pág. 159.
"He sentido que algo fluía de mí. Ella me ha sujetado con los brazos hasta que ha llegado la siguiente contracción. […] –Creo que debo darte esto ahora –ha dicho-. Es de Chris." Pág. 161.
"Cogí el paquete y lo abrí en mi habitación. Era un montón de cartas. Todas empezaban igual. Querido Nadie. ¿En eso me había convertido yo?. […] –El niño está a punto de nacer –dije, y me fui dejándolos con la boca abierta. Salí al patio. El aire me devolvió de golpe la vida. […] Fui directamente al hospital, tan concentrado como si me arrastrase un imán." Pág. 163.
"Abrí la puerta. Los padres de Helen estaban de pie junto a la cama. Cuando entré, se volvieron a mirarme. […] Helen estaba sonriente. Pálida, cansada y sonriente. –Chris –dijo-, mira. Vi algo muy pequeño, con una cara enrojecida y arrugada, que dormía y respiraba, una presencia increíblemente silenciosa en la habitación. Te escribo todo esto en mi cuarto de estudiante en Newcastle, Amy. Tu nombre significa amada o amiga, y lo elegimos nosotros. Esta es tu historia y tú debes conocerla. Algún día, cuando pase mucho tiempo, la leerás y reunirás todas las piezas que contribuyeron a ponerla en marcha.
Espero conocerte algún día. Ahora sólo sé el principio de tu historia." Pág. 164.
"La han traído en bastante mal estado y… bueno, aún es pronto para decir nada, ¿entiende? Sería necesario que viniese cuanto antes." "-Su hija ha tomado algún tipo de sustancia peligrosa, señor Salas. La han traído sus amigos y estamos haciendo todo lo posible por ella." Pág. 8.
Esta es la historia de Luciana Salas "Tenía agujas clavadas en un brazo, por las que probablemente recibía el suero, un pequeño artilugio que desconocía; un tubo enorme, de unos tres centímetros de diámetro, de color blanco y amarillo, parecía ser el nuevo cordón umbilical de su vida." Pág. 18. "Luciana podía morir, esa era la realidad. O permanecer en aquel estado el resto de su vida, y también era la misma realidad." Pág.19.
Sus padres Luis y Esther Salas han recibido la dolorosa noticia de que su hija está en grave estado por algo que la había sentado mal.
Cinta, Santi y Máximo eran tres de los mejores amigos de Luciana. "Cinta era de estatura media, tirando a baja, adolescentemente atractiva con la ropa que llevaba, pero también juvenilmente sexy: cabello largo, ojos grandes, labios pequeños, cuerpo en plena explosión. Santi y Máximo, en cambio, eran el día y la noche. El primero llevaba el cabello corto y tenía la cara llena de espinillas, como si en lugar de piel tuviera un sembrado. El segundo mostraba una densa cabellera rizada, como si de la cabeza le nacieran dos o tres mil tirabuzones de color negro que luego le caían en desorden por todas partes." Pág. 21. Ellos fueron los que la acompañaron en su nueva experiencia que la llevo a quedar en ese estado, se encontraban ansiosos en el hospital esperando noticias sobre su amiga. En un momento, "Cinta se desahogó solo unos segundos. Acabó mordiéndose el labio inferior. Sin desprenderse del amparo protector de Santi, pronunció el nombre que todos tenían en ese mismo instante en la mente.
- Deberíamos llamar a Eloy.
Se produjo un silencio expectante.
Nadie se movió.
- Y también a Loreto –terminó diciendo Cinta." Pág. 9.
Eloy, el novio de Luciana estaba en su casa "Tenía la boca pastosa, los ojos espesos y la lengua pegada al paladar. Debía de haberse quedado dormido aproximadamente hacía tres horas." "Él estudiando y los demás de marcha. Genial. Claro que a Máximo le importaban un pito los estudios, y Santi ya había dejado de darle al callo." Pág. 11.
Cuando Máximo lo llamó para que sepa lo que había ocurrido él se preocupo, y enseguida fue al hospital. Luego llamaron a la casa de Loreto, una amiga muy cercana a Luciana la cual estaba enferma de bulimia, pero atendió su mamá, "[…]-¿Qué es lo que ha tomado?
-Una… pastilla.
-¿Drogas?
-No exactamente, bueno… no sabría decirle […]-¿Le dirá lo que ha sucedido cuando despierte?
-Sí claro –la mujer cerró los ojos." Pág.13.
En el hospital junto a sus padres se encontraba "Norma, la hermana pequeña de Luciana." "Los ojos del hombre tenían un halo de marcada dureza. Los de su esposa, en cambio, naufragaban en la impotencia y el desconcierto. La cara de Norma era una marca inexpresiva." Pág. 14.
Poli, el camello, se encontraba en el after hour "Y lo hacía con meticulosa cautela, igual que un pescador entre un banco de peces, solo que él no tenía que extender la mano para atrapar a ninguno. Eran los peces los que le buscaban si querían.
-¿Aún te queda algo?
-El almacén de Poli siempre está lleno." Pág.16.
El encargado de salvarle la vida a Luciana, el doctor Pons sabía que las próximas 72 horas eran decisivas, podía curarse y despertar, como también morir "Con una pastilla, al menos sabría qué llevaba Luciana en el cuerpo. Un análisis de sangre no bastaba. Había que analizar el producto." Pág. 23.
El inspector Espinós, "No le gustaban los hospitales. Debía de ser hipocondríaco" Pág. 42. , se les presentó a los amigos de la paciente. "-¿Policía?
-¿Qué creéis? –hizo un gesto explícito-. Se trata de un delito, ¿no os parece?" Pág. 30.
La madre de Loreto le contó lo sucedido con su amiga, e inmediatamente, ella quiso ir al hospital, olvidando completamente su estado de salud.
"Pese al camisón, que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, la delgadez de su hija era tan manifiesta que seguía horrorizándola. Los brazos y las piernas eran simples huesos con apenas unos gramos de carne todavía luchando con firmeza por la supervivencia." Pág. 39.
El periodista, Mariano Zapata, se encontró en la cafetería del hospital con Norma Salas, "-Mi hermana no es una drogata -la defendió espontáneamente.
-Claro, claro -la tranquilizó él-, no se trata de eso. Lo que pasa es que este caso va a dar mucho que hablar, ¿entiendes?
-¿Por qué?
-Tu hermana es una chica joven y sana, había salido para pasarlo bien, bailar, y, sin embargo, ahora puede morir." Pág. 62.
Eloy, de cualquier manera quiso salvarle la vida a su novia, para ello buscó a Raúl, el culpable de conseguir las pastillas que tomaron Luciana, y sus amigos."Oye, sé dónde para ese tío, el camello. Él sí tiene pastillas de esas. Todas las que quieras. Eloy volvió a mirarle." Pág. 114.
"El secreto del éxito periodístico era lanzarse siempre, arriesgarse" Pág. 86. "[...] el periodista entró en la habitación. Hizo una, dos, tres fotografías rápidas. Por el ojo de su objetivo pudo ver a Luciana llenando la cámara, impregnándole de su realidad. Unas fotografías que probablemente también se publicarían en otros países con la misma problemática." Pág. 87.
En el momento en que los amigos de Luciana estaban juntos en la casa de Cinta sonó el teléfono, era Eloy "-¡Bien! -los tres le oyeron gritar por el pequeño auricular telefónico-. Escucha, os necesito, y rápido. ¡Sé dónde encontrar al tío que os vendió anoche las pastillas! ¡Necesitamos una!, ¿vale? Hay que intentarlo, por Luciana. Por pequeña que sea la esperanza de que eso la pueda ayudar... Pero yo no puedo ir solo, tenemos que ir todos." Pág. 116.
"Mariano Zapata puso el punto final y se echó hacia atrás apartándose de la pantalla del ordenador." Pág. 136. "Perfecto. Directo a las conciencias. [...] Era una noticia, y sabía cómo tratarla. Fuera cual fuera esa noticia, lo importante era el modo de presentarla, el tono, el envoltorio" Pág. 140.
Cinta, Santi, Máximo y Eloy fueron a buscar al camello. "Poli enfiló hacia la salida de la discoteca, abriéndose paso a codazos y empujones. Y redobló sus esfuerzos al ver que los otros dos, el de los gestos y el de los lavabos, echaban a correr tras él con la misma nerviosa celeridad. [...] Era él. El camello que le había vendido a Luciana aquel callo blanco y mortal." Pág. 152.
"Sus ojos se dilataron por la sorpresa mientras recuperaba de nuevo el habla para gritar:-¡Jefe!.
Vicente Espinós ya lo había visto.
Poli García, el Mosca, corriendo en dirección al aparcamiento en el que estaban ellos, aunque no en línea recta. Acababa de sacarse algo del bolsillo sin dejar de correr y correr.
Y detrás, un grupo de chicos, tres muchachos y una muchacha, también distanciados entre sí, aunque no tanto como lo estaban de él. Le fue fácil reconocerlos." Pág. 156.
"El camello resbaló, pisó algo, o fue su propia velocidad. Fuere como fuere, sus piernas salieron disparadas hacia arriba, mientras el resto de su cuerpo se le quedaba atrás. Manoteó en el aire, sorprendido, un breve instante. Después cayó al suelo, de nuca. [...] El camello rebotó junto a una acera. Llevaba algo en la mano. Un paquete pequeño que a duras penas, y más por instinto, consiguió echar por el agujero de la alcantarilla que quedaba allí, a su alcance, antes de quedarse definitivamente quieto." Pág. 162.
Todos se miraron "-¿Qué hacemos? -rompió el silencio Máximo.
-Yo voy al hospital -dijo Eloy.
-Vamos todos -dijo Cinta.
Notaron en su tono y, al mirarla, se dieron cuenta de su sonrisa de esperanza. No la entendieron hasta que ella extendió su mano derecha, abierta, mostrándoles algo.
-Debió de caérsele al correr -fue su único comentario.
En la palma de la mano había una pastilla blanca, con una media luna en relieve impresa en su superficie." Pág. 165 y 166
En el hospital, Luciana todavía seguía en coma estaban por terminar esas 72 horas decisivas, "Al salir del túnel, a medida que se reencontraba con el dolor, pero también con la luz, Luciana abrió los ojos.
Una vez.
Parpadeó.
Dos veces.
Se encontró con su hermana Norma, que la miraba de cerca, boquiabierta. [...] Vio a sus padres y a su hermana, rodeándola. Estaba viva" Pág. 166.
Querido Nadie.
"Pero aquella tarde de enero, con la casa vacía y la pálida luz acuosa de la luna dando un tono fantasmal a la habitación, mientras nuestra música favorita seguía sonando, Helen y yo nos acariciamos como nunca hasta entonces e hicimos el amor" Pág. 9.
Chris y Helen son dos estudiantes que viven una historia de amor muy apasionada. "En octubre, nuestros caminos se separarían: yo iría a Newcastle; ella, a Mánchester. Pero octubre estaba muy lejos todavía." Pág. 11.
Crhris se encontraba en su casa, curioso por saber sobre su pasado pregunto "Papá, ¿qué ocurrió contigo y con mamá? -yo no había pensado siquiera en preguntarle una cosa así en aquel momento.
[...] -Ya sabes lo que pasó. Se marchó. [...] -Encontró a un tipo. Era más joven que yo y tenía más pelo en la cabeza. Además vestía con elegancia y leía muchos libros. Ella decidió que le gustaba mas que yo y se fue." Pág. 16 y 17.
"-Papá, me estaba preguntando si tendrías la dirección de mamá.
[…]-Tendría que tenerla. En alguna parte.
Yo le pasé la botella de leche. El gato se acercó a él sin dejar de mirarle.
-¿Por qué? -preguntó papá. Apartó con cuidado al gato con el pie y dejó la leche en la nevera.
-He pensado que podría ir a verla alguna vez -dije, dando a mi voz un tono de indiferencia y despreocupación-. Buenas noches, papá." Pág.19.
Después de haber crecido sin una mamá al lado, Chris quería escribirle a su madre y saber que clase de persona era, aunque le doliera. "-¿Estás seguro de que es acertado lo que haces? -me preguntó Helen -. Sabes que no va a volver. Seguro que no, después de tanto tiempo. Pero yo no quería que volviera. Quería verla otra vez, eso era todo." Pág. 21.
"Llevé la carta en el bolsillo unos cuantos días y, por fin, Helen la hecho al buzón de correos. Después de un par de semanas, dejé de esperar respuesta. A fin de cuentas, yo no era nada de mi madre. Era una mota de polvo, y me habían echado de un soplo. Cuando llegó su carta, pasado casi un mes, sólo pensé en enseñársela a Helen." Pág. 22.
Cuando le mostró la carta a su novia, ella estaba muy rara, actuaba indiferente como si no le importara lo que Chris le quería mostrar. "Gracias por tu carta, fue una gran sorpresa, me parece que dice eso. Siento no haberte contestado inmediatamente, pero acabo de regresar de los Alpes. No sé si sabes que soy fotógrafo profesional. Estoy haciendo un trabajo para ilustrar un libro montañismo. Además, escalo, con Don.
Dejé la carta un momento. Me había quedado sin aliento. Respiré profundamente y continué:
Este trabajo es maravilloso y creo que me tendrá ocupada varios meses. Sí, ven a verme. Sería bonito. Con mis mejores deseos, Joan." Pág. 24.
Chris y Helen se encontraban en la casa de Ruthlyn, la mejor amiga de Helen, "Ruthlyn cerró la puerta al salir. Yo me acerqué inmediatamente a Helen y me senté en el brazo de su butaca. Ella no quería mirarme y yo no sabía qué decirle. Estaba recostada, con los ojos cerrados y la boca un poco entreabierta. Parecía enferma y cansada. Le cogí la mano y ella la dejó en la mía, desmayada y fría.
-¿Qué te pasa? -dije-. ¿Es gripe?
Ella negó con la cabeza.
[...] -Helen, ¿qué pasa?
Y entonces ella contestó con una voz hueca, asustada, cansada, que difícilmente hubiera reconocido como la suya y que no olvidaré en mi vida." Pág. 39.
"27 de febrero.
Querido Nadie: [...] Embarazada, ¿y si estoy embarazada? Tictac, tictac, tic... Por la noche estoy tan asustada que apenas puedo respirar. No puedo decírselo a nadie. No puedo decírselo a Ruthlyn. No puedo decírselo a mi madre." Pág. 40.
"Querido nadie: Todo sigue igual. El grifo gotea sin descanso una noche tras otra. Y si estoy embarazada, qué, qué, qué. Pasé un día espléndido con Chris, cuando creímos que todo podía ser una falsa alarma. Pero todo sigue igual. Todo.
Un pequeño y horrible pulso late dentro de mí, muy dentro. Vete, vete, vete. No hay nadie ahí." Pág. 46.
"22 de Marzo.
Querido Nadie: Hoy he traído a casa un test de embarazo. Esta mañana me encontraba mal otra vez. Tú eres un cultivo extraño dentro de mí. Eres una enfermedad. No quiero que existas." Pág. 51.
"He sacado la varilla, y no tenía la punta coloreada. La tenía blanca. He leído las instrucciones otra vez. Si la punta está rosa, estás embarazada. Si está blanca no estás embarazada. Tú no existes. No eres nadie.
Querido Nadie: Más tarde. Después de hacer la prueba de embarazo he ido al centro musical a trabajar, como si fuera un día corriente. Y lo era, después de todo." Pág. 52.
"Querido Nadie: Ayer por la tarde compré otro test de embarazo. Esta vez leí bien las instrucciones, era lo primero que debía hacerse. […] No me importaba que mamá entrara en mi cuarto y me viera. He sacado el palito, y antes de mirarlo ya sabía de qué color era. Rosa. Positivo. Jueves negativo, sábado positivo." Pág. 58.
Helen a decidido ir a cabalgar, consiguió el caballo más rebelde. "Al apoyarme en él notaba la línea firme de mi columna vertebral. Éramos un solo ser fluyendo como agua por el aire seco. Éramos una sola mente. Y mi estómago se revolvía como un bote en la marea." Pág. 64.
Jill, la tía de Chris, estaba en el lugar del hecho "-No es asunto mío y puedo estar completamente equivocada. Perdóname si lo estoy, Chris. Pero lo que Helen ha hecho esta mañana en el páramo me parece un intento desesperado de liberarse de un embarazo." Pág. 68. Y en realidad lo era. Helen se quería sacar ese niño que llevaba en su vientre enseguida, y continuar con sus estudios, consiguiendo así un futuro mejor para ella y su familia.
Su bebé tenía doce semanas, pero aún así ella decidió operarse, decidió terminar con la vida, decidió abortar. "Querido Nadie: […] Y mientras ella parloteaba, yo pensaba sólo en una cosa: es una operación muy sencilla, es sacar de mi cuerpo unas células que no deseo, eso es todo." Pág. 80.
"Seguía tratando de concentrarme en ti, de ver a través de mi miedo, de saber qué era lo que de verdad me asustaba, cuando entró la enfermera con una camilla. Llegó demasiado pronto, yo no estaba aún dispuesta. No me habló. […] En mi armario no había nada, excepto mi pequeño bolso y mi bolsa de aseo. Cogí los dos y me fui." Pág. 81.
Chris tenía intriga por volver a ver a su mamá, y Helen se ofreció acompañarlo para que la viera, ambos sabían que se llamaba Joan pero Chris ni se acordaba de su rostro, había pasado mucho tiempo sin verla. "Parece mucho más joven que el padre de Chris. No llevaba maquillaje, ni iba bien vestida, ni nada de eso, pero resultaba bonita de verdad, con pelo cortado como un chico y sus enormes ojos negros. En realidad, Chris tiene sus ojos." Pág. 91.
"Querido Nadie: […] De todos modos yo he tomado una decisión, y ésa es la otra cosa que ha sucedido hoy. He decidido terminar con Chris" Pág. 106.
Tom, el compañero de Chris le ofreció hacer un viaje a Francia juntos. "Tom y yo salimos para Francia el 11 de julio muy temprano, exactamente veinte días después de que Helen terminase conmigo. Fue un viaje horrible." Pág. 117.
En el camping, conocieron a dos chicas, eran de Gales y se llamaban Bryn y Menai. "Bryn, la pequeña, era morena y no paraba de hablar." Pág. 127.
"Nos acercamos a un grupo de árboles en busca de sombra y descubrimos un río. Fue como un sueño. Bryn se desnudó y se metió al agua sin dudarlo. Yo no lo podía creer. Helen no lo hubiera echo jamás, y Bryn se quitaba la ropa y, como si fuese la cosa más natural del mundo, se volvía hacia mí riéndose y salpicando en el agua." Pág. 136.
Terminada está experiencia en Francia, Chris y Tom volvieron a sus respectivas casas.
Días más tardes Bryn fue a visitarlos.
"30 de septiembre. Querido Nadie: Me siento rara esta noche. Es horrible. Me cuesta trabajo andar. Tú te has movido hacia abajo. Te has colocado, dice la matrona. Estás preparado y listo para la acción. Ojalá lo estuviera yo" Pág. 158.
"¿Cómo está Helen, señor Garton?
[…]-Está enorme –dijo-. Como una bola.
Yo tragué saliva. –Me voy pasado mañana, señor Garton. ¿Quiere usted… quiere usted darle esto? –le alargué la tarjeta" Pág. 159.
"He sentido que algo fluía de mí. Ella me ha sujetado con los brazos hasta que ha llegado la siguiente contracción. […] –Creo que debo darte esto ahora –ha dicho-. Es de Chris." Pág. 161.
"Cogí el paquete y lo abrí en mi habitación. Era un montón de cartas. Todas empezaban igual. Querido Nadie. ¿En eso me había convertido yo?. […] –El niño está a punto de nacer –dije, y me fui dejándolos con la boca abierta. Salí al patio. El aire me devolvió de golpe la vida. […] Fui directamente al hospital, tan concentrado como si me arrastrase un imán." Pág. 163.
"Abrí la puerta. Los padres de Helen estaban de pie junto a la cama. Cuando entré, se volvieron a mirarme. […] Helen estaba sonriente. Pálida, cansada y sonriente. –Chris –dijo-, mira. Vi algo muy pequeño, con una cara enrojecida y arrugada, que dormía y respiraba, una presencia increíblemente silenciosa en la habitación. Te escribo todo esto en mi cuarto de estudiante en Newcastle, Amy. Tu nombre significa amada o amiga, y lo elegimos nosotros. Esta es tu historia y tú debes conocerla. Algún día, cuando pase mucho tiempo, la leerás y reunirás todas las piezas que contribuyeron a ponerla en marcha.
Espero conocerte algún día. Ahora sólo sé el principio de tu historia." Pág. 164.