Ensayo de literatura: "las intermitencias de la muerte"

La historia ocurre en cierto país, el cual nunca es nombrado y transcurre el primero de enero de un año que tampoco es conocido. Lo que pasa a partir de ese día es un hecho muy extraño que nadie conocía, ya que la muerte desaparece y comienza una vida eterna para todas las personas, esto genera muchos conflictos entre los ciudadanos y políticamente también “padre, recuerde que la muerte se ha terminado”. Yo especialmente voy a desarrollar el tema de la muerte, ya que cuando esta desapareció la gente buscaba distintas formas de resolver el problema, porque sus familiares estaban sufriendo, una de las soluciones fue cruzar a los “muertos vivos” del otro lado de la frontera para que puedan morir en paz, ya que la muerte del otro lado de la frontera seguía con su trabajo “Desde ahí, bañada en lágrimas, fue a anunciar al resto de la familia que el padre había determinado que lo llevasen esa misma noche al otro lado de la frontera, donde, según su idea, la muerte, en vigor en ese país, no tendría más remedio que aceptarlo”.
Luego la muerte le manda una carta al director general de televisión, la recibe en su despacho pero él no sabía de quien venía “el sobre se encontraba en la mesa del director general de televisión cuando la secretaria entró al despacho” “ no tenía ninguna dirección, tanto de remitente, lo que a veces sucede, como de destinatario, lo que sucede nunca, y estaba en un despacho cuya puerta, cerrada con llave, acababa de ser abierta en ese momento, y donde nadie podría haber entrado durante la noche”. Esta carta decía que a partir de las doce horas la gente volvería a morir, entonces decidió contarle al primer ministro para no hacerse responsable de la situación “ la voz del primer ministro sonó impaciente, Que pasa, preguntó, los problemas de la televisión no son asuntos míos, No se trata de la televisión primer ministro, tengo una carta…”
Desde entonces, decidieron contárselo a la comunidad. La vida sin la muerte duró siete largos meses. Más tarde, esta volvió a mandar otra carta quejándose por lo sucedido con un diario que puso su carta en la portada, y le cambio la firma de minúscula a mayúscula. Luego, al volver todo a la normalidad, la muerte decide advertirle a la gente a través de una carta que iban a morir luego de que transcurra una semana. A partir de ahí, las personas comenzaron a averiguar sobre la muerte y encontraron 3 imágenes de mujeres diferentes, una de ellas era parecida pero no coincidía con la edad. Una, de todas las cartas que mandó la muerte, volvió a recibirla nuevamente y se sorprende, entonces decide revidar el archivo de los destinarios de la carta y se da cuenta que este hombre ya debería estar muerto hace una semana, nerviosa intenta reenviarla pero al hacer el chasquido la carta no tardo en regresarle. Entonces, la muerte decide visitar a este hombre para ver que tenía de especial “el demonio violonchelista, que desde que nació estaba destinado a morir de joven, con apenas cuarenta y nueve primaveras, acababa de cumplir descaradamente los cincuenta”, pero se encontró con un hombre común que tocaba el violonchelo y vivía con su perro. Esta aparecía invisible entonces el hombre y su perro no la podían ver. Después la muerte cambia la edad de la victima para poder matarlo. Luego ella se fue a “vivir” con el, pero según la guadaña traería algunas consecuencias. El hombre sentía que alguien mas había en la casa, no sabía quién, pero lo sentía.
Luego la muerte decide dejar todos sus archivos con las personas de debían morir a cargo de la guadaña. Entonces, esta se transformo en una mujer muy bella, y fue a la cuidad para ver al hombre, y en su bolso llevaba la carta que era destinada para el violonchelista. Se dirigió hacia el recital de música que realizó este hombre, cuando se vieron comenzaron a hablar y él se quedó asombrado. Luego ella se fue al hotel donde se quedó durante todo el día.
En el segundo recital, él esperaba verla pero nunca apareció “el violonchelista levantó la cabeza, la mujer ya no estaba allí”. Volvió a verla un domingo en un parque, se despidieron y él le confesó que estaba enamorado de ella, y luego desapareció ya que no llevaba la carta que debería haberle entregado. Más tarde, el hombre regresa a su casa y ella le tocó el timbre, charlaron, él le toco una canción porque ella le pidió que lo haga, y se besaron “eran las once de la noche cuando sonó el timbre de la puerta. Abrió pensando que era algún vecino. Buenas noches, dijo la mujer del palco, pisando el umbral, Buenas noches, respondió el músico, esforzándose por dominar el pasmo que le contraía la glotis, No me pide que entre, Claro que si, por favor”
Después el se durmió y ella buscó la carta en su bolso y la quemó “fue a la cocina, encendió una cerilla, ella que podría deshacer el papel con una mirada, reducirlo a un impalpable polvo, ella que podría pegarle fuego sólo con el contacto de los dedos…”, luego volvió a acostarse a su lado y fue la primera vez que durmió. Al día siguiente dejo de morir gente otra vez “la muerte volvió a la cama, se abrazo con el hombre, y, sin comprender lo que le estaba sucediendo, ella que nunca dormía, sintió que el sueño le bajaba suavemente los párpados. Al día siguiente no murió nadie”.