El Amor en los tiempos del cólera
El protagonista principal de la historia, es el amor. Este amor que siente Florentino Ariza por Fermina Daza desde que ellos eran adolescentes.
Su historia de amor, comienza cuando Florentino Ariza le lleva una carta al padre de Fermina Daza, Lorenzo Daza, y caminando por el jardín de la casa para entregar la carta ve a la hermosa hija de Lorenzo Daza, sentada en un banco en el jardín enseñándole a leer a su tía Escolástica, quien la había criado como sí fuera su propia hija. Luego de mirarla diariamente desde el parque de enfrente de la casa de Fermina Daza, también en el camino de ida y vuelta del colegio y a la salida de la misa, Florentino Ariza se toma el atrevimiento de mandarle una carta en la que le prometía su fidelidad a toda prueba y su amor para siempre. Y a partir de ahí, comenzaron a escribirse diariamente y a veces hasta dos veces diarias. Pero nunca habían tenido la oportunidad de verse personalmente y juntarse a hablar de amor, aunque a veces, tenían algún encuentro ‘casual’ en el cual, ni siquiera se dirigían la palabra, por que ella iba siempre acompañada de su tía Escolástica. Florentino Ariza, que sabía tocar el violín, solía tocarles serenatas, y canciones compuesta por él, especialmente para ella. Florentino Ariza había apodado a Fermina Daza como ‘La Diosa Coronada’.
Un día, en ese época en las que se mandaban cartas todo el tiempo, Florentino Ariza, le hizo en un párrafo la propuesta formal del matrimonio, a lo cual Fermina Daza, contesto pidiendo un plazo para pensarlo. Prefirieron seguir su noviazgo en secreto, hasta que ambos estén seguros de sus sentimientos.
Lorenzo Daza, cuando se enteró del noviazgo de hija le pidió a Florentino Ariza que se aparte del camino de su hija, ya que ella estaba para algo mejor que él.
Luego que Florentino Ariza, se niegue a olvidar a su hija, Lorenzo Daza, decidió enviar a su hija de viaje, para que se olvide de Florentino Ariza. Antes de partir Fermina Daza, alcanzó a escribirle a Florentino Ariza, una carta de despedida, y junto con la carta, le envío una trenza de su cabello.
Estos dos enamorados se seguían escribiendo durante el viaje de Fermina Daza, o al menos lo siguieron haciendo al principio del viaje, pero luego dejaron de hacerlo. Cuando Florentino Ariza estaba recuperandose y acostumbrándose a la ausencia de Fermina Daza, le llego la carta del regreso.
Un día la vio caminando por la calle, como nunca solía hacer de más pequeña, a no ser que sea para ir al colegio. Entonces la siguió y descubrió que era realmente ella, el ser que más amaba en este mundo. Cuando finalmente se atrevió a hablarle ella no sintió la conmoción del amor, sino que sintió desencanto, y se dio cuenta de que todo lo que había sentido en algún momento por Florentino Ariza no era más que una ilusión.
Estos no volvieron a hablarse, hasta que cincuenta y un años, nueves meses y cuatro días después, en un domingo de Pentecostés, cuando falleció el médico Juvenal Urbino, con quien Fermina Daza se había casado años después de rechazar a Florentino Ariza.
Volvieron a dirigirse la palabra, en el velorio de Juvenal Urbino, donde ella lo echó de ahí y luego le envío una carta con sus peores deseos, lo odiaba.
Con el tiempo, luego de muerte Urbino, y cuando a Fermina Daza, se le fue pasando el odio hacia Florentino Ariza, estos se empezaron a juntar en las tardes a hablar de todo lo que había pasado en sus vidas mientras no sabían nada del otro, y así, juntándose en las tardes a hablar, tomar algo y jugar a las cartas, terminaron muy amigados. Tanto que cuando ella decide tomarse un respiro en un crucero, él, va con ella. Y allí es donde ella vuelve a hacer el amor después de 20 años. La última vez, lo había hecho con su difunto esposo Juvenal Urbino. Florentino Ariza le miente, diciéndole que se había mantenido virgen para ella, pero ya había hecho el amor muchas veces, con diferentes viudas del pueblo e incluso se había llegado a enamorar de algunas.. pero nada serio como lo que sentía por Fermina Daza.
Hasta la vuelta del viaje, siguieron así, como si fueran dos esposos en su viaje de bodas. Ya ambos eran muy viejos, y seguían con su ir y venir desde la adolescencia, es entonces cuando Fermina Daza le pregunta "¿Cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?" Él tenía la respuesta a esa pregunta preparada hacer muchos años. La respuesta fue "Toda la vida".
Y Así concluye la historia de amor de Fermina Daza y Florentino Ariza.
La recursos de estilo más utilizados en esta novela son:
Leiv-Motiv que aparece muchas veces…“Pobre Hombre” (Págs. 153, 181, 293, 295, 404, etc.…)
Personificación: “También su imagen seguía pensando en Fermina Daza” (Pág.177) “… en la cual vagaba la deriva, preguntándose angustiada quien estaba más muerto: el que había muerto o la que se había quedado.” (Pág. 398)
Antítesis: “Los secretos del amor sin amor” (Pág. 115) “Donde estas que no estas” (Pág. 177), “Se murieron los muertos” (Pág. 178) “Escuchó a su madre sin oírla” (Pág.179)
Sinestesia: “Yo veo mejor con las menos” (Pág. 230),
Metáfora: “El humor del cielo había empezado a descomponerse desde muy temprano” (Pág. 23)- “La sangre se volvía espuma por la urgencia de verlo” “Esta vaina sabe a ventana” (Pág. 317), “por haberla dejado sola en el medio del océano” (Pág. 398) “… y fue en ese momento cuando el murió para ella” (Pág. 399) “Lo hizo sin una sombra de duda” (Pág. 400)
Núcleo Resumidor: “Nadie sabía nada, en una ciudad donde todo se sabía, y donde muchas cosas se sabían inclusive antes de que ocurrieran” (Pág 335) “Todo olía a ella” (Pág. 215)
Elusión: Este recurso lo utiliza muchas veces en la historia, cuando se refiere a los protagonistas diciendo “Él/Ella”.
Anáfora: “Mujer enferma, mujer eterna” (Pág. 336)