El amor en los tiempos del cólera
Me voy a basar en el tema central de toda la novela, el amor. Lo que podemos observar es que en esa época, para mantener una relación amorosa se consideraba importante la posición económica del pretendiente, como es visto este en la sociedad y la opinión del padre de la mujer, en este caso Fermina Daza. Se dejaba en segundo lugar los sentimientos de la pareja ya que se decía que una mujer podía estar bien cuidada a través del dinero.
Fermina Daza, hija de Lorenzo Daza. Fermina en la novela tiene muchas dudas sobre sus sentimientos, ya que nunca esta segura de los pasos que da. Pero al fin y al cabo se casa con el Doctor Urbino bajo el consentimiento de su padre, dejando de lado su pasado amoroso con Florentino Ariza, que a pesar de no haber tenido un total acercamiento en su juventud, esa experiencia adolescente la va a perseguir hasta la muerte.
Florentino Ariza se caracteriza por ser un hombre solidario, esperanzado, no reconocido socialmente ya que no ocupada un cargo importante en la sociedad. Le gustaba muchísimo la poesía, es por eso que las primeras palabras que intercambio con Fermina Daza eran a través de unas cartas, donde expresaba sus sentimientos en prosa. Se puede decir que Florentino estaba enamorado y obsesionado en parte de la señorita Daza, ya que debido a eso no pudo concebir ninguna relación con otras mujeres por el simple hecho de esperar a su gran amor. Se podría decir que de cierto modo utilizaba a otras mujeres para saciar el amor que tenia guardado para Fermina Daza. Algunas de sus tantas mujeres se enamoraban de él, pero Ariza, a pesar del rechazo de Lorenzo Daza, las abandonaba ya que tenia la esperanza de poder estar con la mujer que tanto buscaba.
El Doctor Juvernal Urbino de la Calle, era reconocido por todos en la ciudad por ser el mejor doctor y por sus antecedentes familiares. Tenía una posición económica inexplicable y era deseado por todas las mujeres de la ciudad. Este era un hombre guapo que a pesar de todo logro despertar el interés en Fermina Daza, ya que consagro matrimonio con ella y logro tener la total aceptación por parte de Lorenzo Daza. Urbino de la Calle era una persona poco demostrativa y al fin y al cabo termina siéndole infiel a su mujer.
“Alcanzó a reconocerla en el tumulto de través de las lagrimas del dolor irrepetible de morirse sin ella, y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida…” (Pág. 69)
El Doctor Urbino utilizo su último minuto de vida para hacerle saber a su esposa todo lo que no se había animado a decirle en el momento de su matrimonio.
“Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para que él no se fuera sin saber cuánto lo había querido por encima de las dudas de ambos, y sintió un apremio irresistible de empezar la vida con él otra vez desde el principio para decirse todo lo que se les quedó sin decir, y volver a hacer bien cualquier cosa que hubieran hecho mal en el pasado.” (Pág. 75)
Fermina Daza se da cuenta que de amaba a su esposo, y que el tiempo que desperdicio con él no lo iba a recuperar jamás. Por otra parte también la invade un sentimiento de miedo porque se iba a quedar sola toda su vida.
“...he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más el juramento de mi felicidad eterna y mi amor para siempre” (Pág. 79)
“Lárgate –le dijo. -Y no te dejes ver nunca más en los años que te queden de vida.” (Pág. 80)
En esta parte de la historia aparece Florentino Ariza, declarándole nuevamente su amor a Fermina Daza en el velorio de su marido. La respuesta de la señorita Daza fue de completo rechazo ya que le pareció totalmente ilógica esta confesión en un momento tan duro de su vida.
“Florentino Ariza, en cambio, no había dejado de pensar en ella un solo instante después de que Fermina Daza lo rechazó.” (Pág. 83)
El amor de Florentino por Fermina perduraba a pesar de todos los rechazos que obtuvo en su vida, el tenía la esperanza de que tarde o temprano iban a terminar juntos.
“La lección no se interrumpió, pero la niña levantó la vista para ver quién pasaba por la ventana, y esa mirada casual fue el origen de un cataclismo de amor que medio sigo después aún no había terminado.”(Pág. 86)
Fue la primera vez que Fermina Daza ve a Florentino, y esa mirada es la que despertó la pasión en él que va a perdurar en toda la novela.
“Florentino Ariza las veía pasar de ida y regreso cuatro veces al día, y una vez los domingos a la salida de la misa mayor, y con ver a la niña le bastaba.”
“Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimientos imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más que en ella.” (Pág. 88)
Florentino lo que comienza a hacer para poder ver a la niña todos los días, era sentarse en un parquecito fingiendo que leía y así veía pasar todos los días a Fermina Daza, ya sea de camino a la escuela o a la misa. Como nunca se animo a cruzar una palabra con ella, empezó a imaginarla de tal manera que lo único que le importaba era la niña.
“Nunca supo en qué momento la diversión se le convirtió en ansiedad, y la sangre se le volvía de espuma por la urgencia de verlo…” (Pág. 91)
Fermina ya no se tomaba como juego el hecho de que Florentino la observara todos los días de su vida, sino que le produjo una gran necesidad de verlo sentado en el parquecito.
“Su ansiedad se convertía en desesperación a medida que se acercaban las vacaciones de diciembre, pues se preguntaba sin sosiego qué iba a hacer para verlo, y para que él la viera, durante los tres meses en que no iría al colegio.” (Pág. 91)
Lo que podemos ver en esta cita, es que Fermina Daza tiene un cierto interés por Florentino porque se preocupaba y estaba pensando alguna forma de poder verlo en esos tres meses de vacaciones.
“Ella vio el sobre azul temblando en una mano petrificada de terror, y levantó el bastidor para que él pusiera la carta, pues no podía admitir que también ella se le notara el temblor de los dedos.” (Pág. 94)
A Fermina le llego el momento que esperaba hacía un año atrás, que era que Florentino se animara a entregarle una carta, para declararle su amor.
“Le bastó con un interrogatorio insidioso, primero a él y después a la madre, para comprobar una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera.”(Pág. 95)
Se puede ver que el amor produjo una preocupación en Tránsito Ariza, la madre de Florentino, ya que comenzó a tener los síntomas típicos del cólera, pero lo único que le estaba pasando a Florentino Ariza era la ansiedad de obtener una respuesta por la carta que le había entregado a su amada.
“Mientras tanto, en la tormenta de las dudas, se sorprendió pesando en Florentino Ariza con más frecuencia y más interés de los que quería permitirse, y hasta se preguntaba atribulada por qué no estaba en el parquecito a la hora de siempre, sin recordar que era ella quien le había pedido no volver mientras pensaba la respuesta.”
“Así terminó pensando en él como nunca se hubiera imaginado que se podía pensar en alguien, persistiéndolo donde no estaba, deseándolo donde no podía estar, despertando de pronto con la sensación física de que él la contemplaba en la oscuridad mientras ella dormía, de modo que la tarde en que sintió sus pasos resueltos sobre el reguero de hojas amarillas del parquecito, le costó trabajo creer que no fuera otra burla de su fantasía.” (Pág. 103)
Estas citas demuestran como Florentino Ariza va enamorando a Fermina Daza, ya que ella no deja de pensar en él, de imaginarlo y de sentir que la observaba en cualquier ocasión. Era tal la necesidad de estar con él y de verlo, que cuando realmente el estaba observándola no lograba distinguir la realidad de su imaginación.
“…Florentino Ariza confirmó que era él quien había llevado la serenata, y que el valse había sido compuesto por él y tenía el nombre con que conocía a Fermina Daza en su corazón: La Diosa Coronada.” (Pág. 108)
Florentino le compuso un valse a su amada, ya que era otra manera diferente de expresarle su amor. Esta serenata también despertó el interés al padre de la muchacha, ya que este empezaba a sospechar como eran las cosas, a pesar de que su hija y la tía se lo ocultaran.
“Si antes de conocer el amor de Fermina Daza no había caído en tantas tentaciones al alcance de la mano, mucho menos iba a hacerlo cuando ya era su prometida oficial” (Pág. 117)
Florentino ya consideraba a Fermina como su esposa, que no se permitía estar con otras mujeres.
“… No hay mayor gloria que morir por amor.” (Pág. 124)
Esta fue la repuesta del joven Florentino antes el padre de su amor, ya que este le estaba pidiendo que se alejara de su hija. Acá lo que podemos ver es que Florentino es capaz de entregar su vida por amor.
“De modo que Florentino Ariza no sólo pudo averiguar el itinerario completo, sino que había establecido una larga hermandad de telegrafistas para seguir el rastro de Fermina Daza hasta la última ranchería del Cabo de la Vela.” (Pág. 130)
La respuesta anterior de Florentino, provoco que Lorenzo Daza mande fuera de la cuidad a su hija, para así lograr que ella se olvidara de él. Pero era tanta la necesidad de Florentino, que pudo establecer una comunicación a través de los telégrafos para no perderle el rastro y más que nunca demostrarle y confirmarle a Fermina que el amor que sentía por ella, era verdadero.
“Fijaron fechas, establecieron modos, empeñaron sus vidas en la determinación común de casarse sin consultarlo con nadie, donde fuera y como fuera, tan pronto como volvieras a encontrarse.” (Pág. 133)
Fermina se entera que el padre estaba fijándole un casamiento con el heredero de la fortuna de Cleofás Moscote; entonces junto con Florentino intenta fijar fechas para casarse a pesar de que había persona que estén en contra.
“Ya no pensaba en él como el novio imposible, sino como el esposo cierto a quien se debía por entero.” (Pág. 147)
Fermina también empieza a considerar a Florentino como su futuro esposo.
“Esa tarde, mientras su padre dormía la siesta, le mandó con Gala Placidia una carta de dos líneas: Hoy, al verlo, me di cuenta que lo nuestro no es más que una ilusión.” (Pág. 153)
Fermina cuando se reencontró con Florentino Ariza al regresar de su viaje, lo rechazo porque se dio cuenta que no podía estar con un hombre como él, y esa misma tarde ella le escribe en una carta, esas palabras, para confirmarle su rechazo y pedirle que le devuelva todo lo que ella le había regalado ya que ella le devolvería todo a él.
“Él mismo no podía creer que hubiera ocurrido, y menos en aquel momento de su vida, cuando todas sus reservas pasionales estaban concertadas en la suerte de su ciudad, de la cual había dicho con demasiada frecuencia y sin pensarlo dos veces que no había otra igual en el mundo.” (Pág. 156)
El doctor Urbino queda impactado por Fermina Daza, y se da cuenta que era la única mujer en el mundo que lo había impactado de esa manera, ya que con las demás mujeres jugaba a que era de ella pero siempre se lo tomaba a broma.
“… él mismo estaba con un ala rota, atolondrado y disperso, y decidido a cambiarlo todo y a olvidarse de todo lo demás en la vida por el relámpago de amor de Fermina Daza” (Pág. 170)
El doctor se da cuenta que quiere compartir su vida junto a Fermina, la única paciente en la que estaba interesado.
“…el doctor Juvernal Urbino hizo subir el piano e La Escuela de Música en una carreta de mulas, y le llevó a Fermina Daza un serenata que hizo época.” (Pág. 178)
“Al día siguiente de la serenata le había dicho de un modo casual: Imagínate cómo se sentiría tu madre si supiera que eres requerida por Urbino de la Calle.” (Pág. 179)
Luego del rechazo que tubo Urbino cuando trato de establecer una conversación con ella, no se rindió ya que el afirmaba que conocía muy bien a las mujeres. Así le lleva una serenata con el mejor pianista. A pesar de que es la segunda serenata que Fermina recibía, esta fue totalmente diferente ya que el padre le daba la total aceptación al señor Urbino de la Calle e intentaba convencer a su hija que era el mejor pretendiente.
“Era breve y pulcra, y lo único que Juvernal Urbino le suplicaba era que le permitiera pedirle a su padre el permiso para visitarla” (Pág. 180)
Fermina recibe la primera carta del doctor, donde era totalmente diferente a las cartas que se mandaba hace un tiempo atrás con Florentino Ariza.
“Cuando Florentino Ariza supo que Fermina Daza iba a casarse con un médico de alcurnia y fortuna, educado en Europa y con una reputación insólita a su edad, no hubo poder capaz de levantarlo de su postración.” (Pág. 199)
Florentino Ariza se deprime al saber que su mujer se va a casar con otro hombre totalmente diferente a él.
“Florentino Ariza permanecía en vela la mayor parte de la noche, creyendo oír la voz de Fermina Daza en la brisa fresca del río, pastoreando la soledad con su recuerdo…” (Pág. 204)
El señor Ariza se sentía tan solitario en la vida que alucinaba que Fermina esta con él.
“Sabía que iba a casarse en una boda de estruendo y el ser que más la amaba y había de amarla hasta siempre no tendría ni siquiera el derecho de morirse por ella.” (Pág. 212)
En esta cita aparece al comparación entre los sentimientos y el dinero, ya que Florentino sabe que nunca le va a poder ofrecer a su amada lo que Urbino de la Calle si podría.
“Ni siquiera se puso a pensar en el inconveniente de que fuera casada, porque al mismo tiempo decidió, como si dependiera de él, que el doctor Juvernal Urbino tenía que morir.” (Pág. 237)
La única solución que se le cruza por la cabeza a Florentino es la muerte del doctor ya que así podrá estar con Fermina Daza.
“Después, cuando lo pasaron a otros cargos, le sobraba tanto amor por dentro que no sabía qué hacer con él, y se lo regalaba a los enamorados implumes escribiendo para ellos cartas de amor gratuitas en el Portal de los Escribanos.” (Pág. 245)
Florentino les hacia el favor a otros enamorados ya que él se había acostumbrado a escribir siempre pensando en Fermina, entonces cuando ella se casó tubo que guardarse sus sentimiento y empezar a cedérselos a otras parejas.
“En la realidad se comportó siempre como si fuera el esposo eterno de Fermina Daza, un esposo infiel pero tenaz, que luchaba sin tregua por liberarse de su servidumbre, pero sin causarle el disgusto de una traición.” (Pág. 283)
Florentino empieza a tener sus primeras aventuras con otras mujeres, pero el siempre se considero una persona fiel a Fermina, ya que no le daba a ninguna el amor que le daría a ella.
“La verdad es que las pretensiones de Juvernal Urbino no habían sido nunca planteadas en términos de amor, y era por lo menos curioso que un militante católico como él sólo le ofreciera bienes terrenales…”
“…estas dudas aumentaban su confusión, porque tampoco estaba convencida de que el amor fuera en realidad lo que más falta le hacía para vivir.” (Pág. 294)
Fermina Daza empieza a dudar de sus sentimientos hacia su marido, ya que este nunca le dio una prueba concreta de su amor como lo había hecho Florentino Ariza, sino que este le había ofrecido dinero, seguridad, etc. Pero no amor, no ese amor que la iba a hacer realmente feliz.
“Se atrevió a decirse que tal vez hubiera sido feliz con él, sola con él en aquella casa que ella había restaurado para él con tanto amor como él había restaurado la suya para ella…” (Pág. 304)
Fermina vuelve a ver a Florentino, pero muy cambiado ya que era una persona mayor, y se planteo la idea de que podría haber sido realmente feliz con él; con ese muchacho que le demostró amor eterno toda tu vida.
“Fermina Daza olfateó por pura rutina la ropa que había usado su marido la tarde anterior, y padeció la sensación perturbadora de haber tenido a un hombre destinto en la cama.” (Pág. 340)
“Por primera vez desde que se casaron vigiló sus tardanzas, las controló al minuto, y le decía mentiras para sacarle verdades…” (Pág. 343)
Fermina se da cuenta que había algo raro en su marido… que ese olor raro en la ropa, su retraso en el momento de llegar a la casa no eran normales.
“Ésta fue la clave decisiva, porque él no había dejado de comulgar en una fecha tan importante desde que hizo la primera comunión a los ocho años” (Pág. 344)
Fermina Daza confirma que su esposo le estaba siendo infiel.
“Por otra parte, a él mismo no le era posible escapar a la noción de vejez de su tiempo, así que era apenas natural que cuando vio tropezar a Fermina Daza a la salida de cine, lo hubiera estremecido el relámpago pánico de que la puta muerte iba a ganarle sin remedio su encarnizada guerra de amor.” (Pág. 375)
En esta cita podemos confirmar que la esperanza de Florentino iba a ser destruida solamente por la vejez.
“Sin embargo, cuando recibió entera la responsabilidad de la C.F.C. ya no tenía mucho tiempo ni demasiados ánimos para tratar de sustituir con nadie a Fermina Daza: la sabía insustituible.” (Pág. 388)
Ni las tantas mujeres que había pasado por la vida de Florentino Ariza, habían llenado ese espacio en su corazón que estaba guardado para Fermina Daza.
“Todo lo que Florentino Ariza había hecho desde que Fermina Daza se casó, estaba fundado en la esperanza de esta noticia.” (Pág. 394)
Con la muerte del doctor Urbino la esperanza de Florentino fue tan grande que se apuro a declararle amor eterno a Fermina Daza.
“…interpretó como un anuncio de que nada nuevo iba a suceder, que todo cuanto había hecho en la vida había sido inútil y no tenía como seguir: era el final.” (Pág. 397)
Fermina Daza rechazo a florentino por segunda vez y en ese instante Florentino perdió todas las esperanzas posibles de estar con ella.
“…los espacios de la memoria donde lograba apaciguar los recuerdos del muestro iban siendo ocupados poco a poco pero de un modo inexorable por la pradera de amapolas donde estaban enterrados los recuerdos de Florentino Ariza.” (Pág. 405)
Fermina a pesar de haber rechazado a Florentino en la noche del velorio de su marido, tan fuerte declaración de amor ocupo un lugar en su memoria y fue así como fue recordando poco a poco su pasado joven con Florentino Ariza.
“…todo tenía que ser diferente para suscitar nuevas curiosidades, nuevas intrigas, nuevas esperanzas, en una mujer que ya había vivido a plenitud una vida completa.” (Pág. 418)
Florentino empieza a imaginarse cosas nuevas para inculcarle en la vida a Fermina Daza y así poder atraer su atención hacia él.
“Su día peor fue el primer lunes. El dolor había cedido, y el pronóstico médico era muy alentador, pero él se negaba a aceptar el fatalismo de no ver a Fermina Daza la tarde siguiente, por primera vez en cuatro meses.” (Pág. 447)
Florentino y Fermina empezaron a tomar como una rutina el te de los martes a la tarde, y debido a un accidente de Florentino tuvieron que dejarse de ver durante un tiempo, sin dudar que esto para Ariza era una locura.
“Entonces fue ella la que trató de darle ánimos nuevos para ver el futuro, con una frase que él, en su prisa atolondrada, no supo descifrar: Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae.” (Pág. 449)
Fermina Daza empieza a tener la esperanza de que fuera posible estar con Florentino Ariza a pesar de todo lo que había sucedido y de su edad.
“Sólo tres martes le bastaron a Fermina Daza para darse cuenta de la falta que le hacían las visitas de Florentino Ariza.” (Pág. 451)
Fermina Daza tiene mas necesidad por ver a Florentino que por volver a estar con su marido.
“Le pareció distinto, no sólo porque ella lo veía entonces con otros ojos, sino porque en realidad había cambiado.” (Pág. 470)
Esta cita nos confirma que Fermina Daza quiere estar con Florentino.
“Entonces insistió por segunda vez, y ella lo recibió en los labios, lo recibió con un temblor profundo que trató de sofocar con una risa olvidada desde su noche de bodas.” (Pág. 476)
“Florentino Ariza no había vuelto a sentir una felicidad como la de esa noche: tan intensa que le causaba miedo.” (Pág. 477)
Los sentimientos de ambos se unieron en su primer beso de enamorados, el beso tan deseado por Florentino Ariza desde que era joven.
“Ella siguió pensando en él hasta el amanecer, convencida por fin de su amor, y a medida que el anís la abandonaba en oleadas lentas la iba invadiendo la zozobra de que él se hubiera disgustado y no volviera nunca.” (Pág. 484)
Fermina Daza esta segura del amor verdadero que siente por Florentino Ariza, se asegura que ese amor que pensaba que era cosa de niños era totalmente lo contrario.
“Les bastaba con la dicha simple de estar juntos.” (Pág. 485)
Por más que no tengan relaciones en su camarote todos los días, ellos se conformaban y estaban felices sintiendo que se tenían el uno al otro.
“Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuando más cerca de la muerte.” (Pág. 491)
Fermina y Florentino se dan cuenta que no importa ni la edad, ni el lugar para amar y ser feliz… pero confirman que hay muchísimo más cariño y demostraciones cuando hay miedo de quedarse el uno sin el otro.
Edición DEBOLSILLO
A la conclusión que llega la novela es que una persona puede ser totalmente feliz teniendo a su lado al ser humano que ame, no importa cuanto dinero hay de por medio, que lugar ocupe en la sociedad, si es deseado por todos/as en el mundo o que tu familia acepte a tu futuro/a esposo/a; siempre hay que luchar por lo que uno quiere y no quedarse con lo mas fácil, porque uno valora más las cosas ganadas con esfuerzo que las cosas que están servidas en bandeja.