Los ojos del perro siberiano
-Antonio Santa Ana -
“Los ojos del perro siberiano” narra la historia de una familia de clase alta “Nosotros vivimos en San Isidro en una de esas grandes casonas de principio de siglo, cerca del río.” (pág. 11) que es dividida a causa de la enfermedad de uno de los integrantes de ella. El protagonista de este relato es un niño quien sufre la afección de su hermano mayor, Ezequiel “Mi hermano había sido su orgullo, el primogénito y el primer nieto de la familia.” “Ezequiel nació pesando más de cuatro kilos, el pelo negro como el de mi madre y los ojos azules como los de él. Era una perfecta síntesis de lo mejor de cada uno de ellos, la cara ovalada, la nariz recta. Un precioso niño.” “Ezequiel colmaba todas sus expectativas, era un buen alumno, un hijo ejemplar, era todo lo que habían deseado.” (pág. 14). Cuando estos se enteraron que Virginia, la novia de Ezequiel, “Ezequiel salía desde los 13 con una chica llamada Virginia” (pág. 23) había quedado embarazada éstos se vieron presionados por el padre de la joven y obligaron a Ezequiel a casarse con ella pero el muchacho se negó rotundamente y se marchó de su casa. “Papá, con el buen humor que lo caracteriza (estoy siendo irónico), quiso obligar a Ezequiel a casarse con Virginia. -Antonio Santa Ana -
Ezequiel dijo que no, que ni loco, la discusión fue subiendo y subiendo de tono, hasta terminar con Ezequiel yéndose de casa y abandonando sus estudios.” (pág. 24) Luego de un tiempo sin ver a su hermano y sin tener explicaciones de parte de sus padres del motivo por el cual Ezequiel abandonó su casa y no era mencionado en ella, “Si bien es cierto que el nombre de Ezequiel no se mencionaba habitualmente en casa, después de ese incidente la sola mención de su nombre provocaba chispas.” (pág. 26) decide ir a visitarlo como segunda opción.
Fue de gran asombro que Ezequiel se encontrase a su hermano en la puerta del departamento ya que no entendía como con diez años, había llegado hasta allí sin el permiso de sus padres “Yéndote de casa sin permiso a los 10 (…)” (pág. 30). El niño conoce a Sacha, el perro siberiano de su hermano el cual era el último de la cría, el más chiquito, con orejas grandes, ojos marrones “Uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. En tus ojos curiosidad y
misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha” (pág. 95) y por ser impuro y diferente lo iban a matar. “ (…) a los últimos de cada cría los criadores los matan, son los más débiles, los menos puros de la raza. (…) no les conviene que haya perros impuros dando vueltas por ahí. “(pág. 31) “(…) La gente no entiende nunca al que es diferente.”, “La gente le tiene miedo a lo que no entiende.” (pág. 31).
El chico le pregunta cuál era el motivo del enojo de sus padres y él le responde que porque tiene SIDA. “—Porque tengo SIDA— contestó.” (pág. 32). En su cumpleaños Ezequiel le regala un CD de “Brothers in Arms”. “— ¿Hermanos en armas? — (…) —No, Hermanos abrazados.”(pág.59). Luego no lo volvió a ver por meses.
Se refugió en su amigo Mariano confiándole lo que le sucedía a su hermano quien le aconseja ignorantemente alejarse de él por temor al contagio. Luego el que termina alejándose del muchacho fue su amigo Mariano. “Yo era el hermano del sidoso.”(pág.84).
Es ahí donde decide cambiarse de colegio e ir al Nacional Buenos Aires el cual quedaba a cinco minutos de la casa de Ezequiel y en el curso de preparación de ingreso comenzó a verse con su hermano repetidas veces.
Ezequiel sufre la primera crisis y comienza a tomar AZT y se queda sin empleo ya que se enteran de su enfermedad.
Ezequiel recibe mucho apoyo de su abuela quien lo visita constantemente.
Con el tiempo Ezequiel fue adelgazando y debilitándose y en una cena de fin de año, los hermanos tienen la oportunidad de expresarse sus sentimientos. "Me acerqué a Ezequiel y le dije un "te quiero" apenas susurrado. El me abrazó y me dijo: "Yo también".
Era todo lo que necesitaba oír."(pág.101).
Antes de morir, Ezequiel tenía un firme objetivo y lo cumplió: tocar la suite nº 1 en Sol mayor de Bach.
Una semana después fue internado por última vez." —Vaya paradoja, yo te acompaño en tus primeros pasos, y vos me acompañás en los últimos... ". (pág.125). Cerró sus ojos y se quedó dormido nunca más los volvió a abrir.
“Buscaba las mismas respuestas que buscamos todos. ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo tengo? Y sólo pude verlo morir.”(pág. 132).
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Campos de fresas
-Jordi Sierra i Fabra-
Campos de fresas
-Jordi Sierra i Fabra-
La historia es vista por Luciana Salas Masoliver, la protagonista, como un tablero de juegos de ajedréz, en el cual debemos escoger la ficha correcta si queremos ganar la partida “Mi rival es la muerte, y juega a ganar“ (pág. 97).
Pero Luciana escogió mal una ficha aquel viernes por la noche. Esta adolescente quien sale a divertirse con sus amigos a la discoteca Pandora’s,“(...) una chica normal y corriente que había salido a divertirse.“ (pág. 141) termina en la situación menos esperada.
Aquella noche el camello, Policarpo García, les vende a este grupo de jóvenes una pastilla de éxtasis; Luciana sufre un golpe de calor y termina en el hospital clínico en estado de coma profundo. “¡Está en coma!, ¿sabéis? ¡Luciana está en coma!” (pág. 15)
Sus amigos Máximo “(...) mostraba una densa cabellera, rizada, como si de la cabeza le nacieran dos o tres mil tirabuzones de color negro que luego le caían en desorden por todas partes.“ (pág. 21) , Santi “(...)llevaba el cabello corto y tenía la cara llena de espinillas, como si en lugar de piel tuviera un sembrado“, (pág. 21) Cinta “(...) sexy, un sueño, hermosa y sugestiva.“ (pág. 94) “(...) de estatura media, tirando a baja, adolescentemente atractiva con la ropa que llevaba, pero también juvenilmente sexy: cabello largo, ojos grandes, labios pequeños, cuerpo en plena explosión.“(pág. 21), Loreto “(...) ya no era más que una sombra de sí misma por culpa de la maldita bulimia.“ (pág. 56), su novio Eloy, su madre Esther Salas, su padre Luis Salas y su hermana menor Norma “ (...)la hermana pequeña de Luciana.“ (pág. 14) , acompañan a Luci a atravesar la difícil situación preocupados al saber que los médicos no sabían si despertaría dentro de cuarenta y ocho horas o seguiría así “Seguimos sin saber contra qué luchamos.“ (pág. 35) , necesitaban saber que era la pastilla que había tomado . Eloy, quien no había presenciado el hecho de aquel viernes porque se había quedado estudiando y cumpliendo sus responsabilidades, con ira y furia decide salir a buscar al camello que le había vendido esa droga aunque su único interés era salvar a Luciana.
Poli García, el camello, es alertado por Néstor, un ex camello, de aquel incidente y le avisa a su jefe, Alejandro Castro, de que había una movida importante por lo sucedido a la joven y que si la policía se llegara a enterar removería cielo y tierra hasta buscar al culpable; pero el señor Castro le prohíbe retirarse del negocio hasta que no vendiera las pastillas que le quedaban.
El inspector Vicente Espinós, inicia una búsqueda al culpable que lo lleva a recorrer varios lugares mientras enfrentaba con Mariano Zapata, un codiciado periodista a quien solo le importaba que se venda su noticia “Periodismo y azote. Le gustaba.” (pág. 140) y aunque los padres de Luciana le negaron la información el entrometido buscaba medios de acercarse para escribir una nota de tapa que impactaría a la gente.
La historia concluye en la discoteca Popes, donde se encuentran el Inspector Espinós y los amigos de Luci, tratando de atrapar al camello que estaba vendiendo pastillas en el baño de mujeres e intentan detenerlo antes de que salga de la discoteca. Pero fallan y comienza una persecución la cual termina con la muerte de Poli luego de caer al piso de nuca. Éste vacía la bolsa de éxtasis en una alcantarilla antes de morir para no dejar evidencias. Pero Cinta, abre su mano derecha y les muestra a sus amigos que había recogido una pastilla “En la palma de la mano había una pastilla blanca con una media luna en relieve impresa en su superficie” (Pág. 166) que al parecer se le había caído al Policarpo.
Luciana abre los ojos encontrándose con el dolor y la luz, vio a sus padres y a su hermana rodeándola. Estaba viva. Había ganado la partida.
“Nada es real, no hay nada por lo que preocuparse; Campos de fresas para siempre”.
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[b]CANDELA LUDMILA MARTINEZ
2º COMUNICACIÓN - INSTITUTO PLÁCIDO MARÍN