La Piedra de toque.
Monserrat del Amo
“…Siempre e sentido el peso de las miradas de los demás, clavadas en mi; especialmente cuando me ven por vez primera, valorándome, juzgándome. Y juzgándose. Si, juzgándose a si mismos, porque mi incomoda presencia actúa como piedra de toque de los otros. El humano se muestra frente a mí más humano, aceptándome. El cobarde, más cobarde, huyéndome el súper (infra) hombre más súper (infra) hombre, agringándome. Tendría que estudiar a fondo este asunto” (Pág. 185)
La historia comienza cuando la secretaria del psiquiatra de “moda” (Amigo de la familia) en ese momento les hace la entrevista a Carlos Alberto; Junto a él su madre Margarita. En el primer capítulo encontramos párrafos de cuando habla la empleada, cuando la madre de Carlos contesta y reflexiones y recuerdos de la Margarita. Relata una historia donde un joven alto, inteligente, apuesto, buen mozo; se va deteriorando.
Carlos Alberto sufre una depresión tras la muerte de una entrañable amiga. A pesar de lo esperado por su madre es atenido por su ayudante Fernando Mendez, un paralitico cerebral. La madre de Carlos se niega a que Fernando Mendez lo entreviste, mientras que la madre se queja Carlos Alberto ya estaba hablando con Fernando y se interesa por su vida y su historia.
A lo largo de la novela se cuentan dos historias. La del paciente y la del psiquiatra y existen distintos tipos de narradores.
Carlos Alberto vuelve al consultorio y le pide a Fernando que le cuente su vida:
Fernando estuvo seis años de su vida encerrado en una cuna, cuidada solo por su madre y medicado a toda hora con tranquilizante. Por su enfermedad, poca estimulación y medicamentos a toda hora Fernando es incapaz de caminar, tragar y hablar Hasta que un día su madre (Maria) y padre, realizaron un viaje. Una pareja de comerciantes Fermín y Carmen lo cuidaron como si fuera un hijo. Sus propios hijos le toman cariño (Andres y Pablo) y le empiezan a enseñar y a tratar como un chico normal y no le dan ninguna pastilla. Y así es como empieza a arrastrarse, pararse, a comer y a ir a la escuela (Incluso se crea un servicio de educación especial para él). También lo llevan de vacaciones, de paseo y esto hace que el chico progrese muchísimo.
En la historia de Fernando se nota como la actitud de los demás determina lo que una persona puede ser para bien o para mal. Cuando la madre de Fernando vuelve no puede creer que el chico no está en la casa y sale a buscarlo porque no puede creer que su hijo no está en su “preciada” cuna. Finalmente cuando lo encuentra el reencuentro no es agradable ya que Fernando se asusta. La madre se lo lleva nuevamente con la intención de volver a tratarlo como antes: Duerme todo el día (a través de las patillas) no va al colegio… “… ahora el niño está tranquilo y no sufre, y que nadie más que ella sabe lo que le conviene a su hijo. Es preciso evitar toda excitación, para que no se ponga nervioso. En ningún sitio esta mejor que en su camita” (Pág. 173). Gracias a la directora de la escuela y después de mucho insistir Maria acepta casi por obligación, enviarlo a la escuela y allí comienza la “vida” de Fernando, primero a una escuela especial y luego a una clase común e incluso puedo adelantar sus años atrasados. Su padre volvió del viaje, le compro una moto, hiso la secundaria, fue a la universidad y se recibió de psiquiatra.
El libro termina uniendo las dos historias: Cuando Carlos Alberto después de escuchar el relato se levanta de la silla y se despide. “Carlos Alberto se levanto dando por terminado la visita y el tratamiento. –Gracias-Dijo-” (Pág. 186)
Juan Francisco Nervegna.
2° “A” CBU.Relato de un naufrago.
Gabriel Garcia Marquez
Relato de un naufrago
Gabriel García Marquez
Se trata de una historia en la que se cuenta el relato de hombre, Luis Alejandro Velasco, que queda a la deriva, solo con una balsa, su ropa y un reloj. Este personaje más otros secundarios iban en el barco A.R.C. “Caldas”. La desesperación por comer y beber, no querer dormir para estar atento a la presencia de vida y la posibilidad de ser rescatado, recorre casi toda la historia. Se describe durante diez días su agonía junto a su único objeto que es su reloj que del cual se obsesiona. “La última vez que Luis Rengifo me pregunto la hora, en el destructor, eran las once y media. Vi nuevamente la hora a las once y cincuenta, y todavía no había ocurrido la catástrofe. Cuando mire el reloj en la balsa eran las doce en punto […] Pensando que transcurrirían dos o tres horas antes de rescatarme” (Pág. 41)
Con los malos augurios transmitidos por la película “El Motín de Caine” que compartió con Diego Velázquez, Velasco no quería viajar; a pesar de ello tomo una decisión, que este iba a ser su último viaje. Calmo sus miedos al hablar con Luis Rengifo “Es un buque seguro” (Pág. 27). Desgraciadamente el buque no soporto el oleaje y Velasco llego a tomar una balsa, con ello pudo salvarse, quiso salvar a sus amigos pero no pudo por la ventisca que se llevaba para sentido contrario; Luis Rengifo le dijo: ”-¡Rema para acá, gordo!” (Pág. 39) (Estas palabras se repitieron a lo largo de la historia). Luis Rengifo era el compañero de litera de Velasco, era el marino primero, murió en el naufragio.
El protagonista relata sus aventura día por día. Durante los primeros días las cosas más tortuosas fueron: Las últimas palabras de Luis Rengifo, El paso del tiempo en el medio del mar de día y de noche, y la aparición de un supuesto avión: -“Creí ver un punto negro en el horizonte” (Pág. 55). En los días siguientes comienza a tener sed, a perder las esperanzas, se da cuenta que a las cinco de la tarde vienten los tiburones y de que no lo pueden ver (todos los días), habla en su sueño con Jaime Manjarrés, su mejor amigo en la armada. En el cuarto día vio un barco pero no lo pudo alcanzar, empezó a registrar los días con rayas pero fue un intento fallido; también tomo agua salada. En el quinto día trato todo el día de cazar una gaviota, lo consigue pero no puede comérsela porque le da asco, la tira porque los tiburones querían comérselo al oler la sangre. En los días siguientes pasaron tales sucesos: Entro un tiburón en la balsa, Velasco lo mato a palazos; se comió una parte a pesar del asco. Otro tiburón de un mordisco se lo comió; Él se indigno. Se cayó de la balsa, se recupero. Se quiere dejar morir. Ve tierra firme se va de la balsa nada como puede, deja de ver la tierra pero sigue la vuelve a ver, llega. Se da cuenta que está en Colombia (se da cuenta porque habla con un nativo de allí).
En Colombia un hombre y su mujer lo rescatan, le dan los primeros auxilios pero desconocían la tragedia, mas personas se sumaron a prestarle auxilio y lo trasladaron a San Juan de Uraba; Lo acompañaba una muchedumbre que se fue multiplicando, llegando a seiscientas personas. El médico que lo examino le dijo que estaba en condiciones de trasladarse a Cartagena. Allí en Cartagena estuvo internado lo podían ver médicos y seguridad pero un periodista se disfrazo de médico y le hiso dibujar el buque y otras cosas más. Lo firmo y Velasco se dio cuenta que no era un medico. Lo público y a partir de esto Luis Alejandro se dio cuenta del negocio que podía ser su historia. A partir de ello el Presidente de Bogotá le dio un premio, dinero, un reloj, luego conto su historia en una publicidad, en la radio, en la tele.
Y continúa su negocio. -“Algunas personas me dicen que esta historia es una invención fantástica. Yo les pregunto: Entonces, ¿Qué hice durante mis diez días en el mar?”
Juan Francisco Nervegna
2° “A” CBU
Instituto Maria Ana Mogas.
María Ana Mogas.
Monserrat del Amo
“…Siempre e sentido el peso de las miradas de los demás, clavadas en mi; especialmente cuando me ven por vez primera, valorándome, juzgándome. Y juzgándose. Si, juzgándose a si mismos, porque mi incomoda presencia actúa como piedra de toque de los otros. El humano se muestra frente a mí más humano, aceptándome. El cobarde, más cobarde, huyéndome el súper (infra) hombre más súper (infra) hombre, agringándome. Tendría que estudiar a fondo este asunto” (Pág. 185)
La historia comienza cuando la secretaria del psiquiatra de “moda” (Amigo de la familia) en ese momento les hace la entrevista a Carlos Alberto; Junto a él su madre Margarita. En el primer capítulo encontramos párrafos de cuando habla la empleada, cuando la madre de Carlos contesta y reflexiones y recuerdos de la Margarita. Relata una historia donde un joven alto, inteligente, apuesto, buen mozo; se va deteriorando.
Carlos Alberto sufre una depresión tras la muerte de una entrañable amiga. A pesar de lo esperado por su madre es atenido por su ayudante Fernando Mendez, un paralitico cerebral. La madre de Carlos se niega a que Fernando Mendez lo entreviste, mientras que la madre se queja Carlos Alberto ya estaba hablando con Fernando y se interesa por su vida y su historia.
A lo largo de la novela se cuentan dos historias. La del paciente y la del psiquiatra y existen distintos tipos de narradores.
Carlos Alberto vuelve al consultorio y le pide a Fernando que le cuente su vida:
Fernando estuvo seis años de su vida encerrado en una cuna, cuidada solo por su madre y medicado a toda hora con tranquilizante. Por su enfermedad, poca estimulación y medicamentos a toda hora Fernando es incapaz de caminar, tragar y hablar Hasta que un día su madre (Maria) y padre, realizaron un viaje. Una pareja de comerciantes Fermín y Carmen lo cuidaron como si fuera un hijo. Sus propios hijos le toman cariño (Andres y Pablo) y le empiezan a enseñar y a tratar como un chico normal y no le dan ninguna pastilla. Y así es como empieza a arrastrarse, pararse, a comer y a ir a la escuela (Incluso se crea un servicio de educación especial para él). También lo llevan de vacaciones, de paseo y esto hace que el chico progrese muchísimo.
En la historia de Fernando se nota como la actitud de los demás determina lo que una persona puede ser para bien o para mal. Cuando la madre de Fernando vuelve no puede creer que el chico no está en la casa y sale a buscarlo porque no puede creer que su hijo no está en su “preciada” cuna. Finalmente cuando lo encuentra el reencuentro no es agradable ya que Fernando se asusta. La madre se lo lleva nuevamente con la intención de volver a tratarlo como antes: Duerme todo el día (a través de las patillas) no va al colegio… “… ahora el niño está tranquilo y no sufre, y que nadie más que ella sabe lo que le conviene a su hijo. Es preciso evitar toda excitación, para que no se ponga nervioso. En ningún sitio esta mejor que en su camita” (Pág. 173). Gracias a la directora de la escuela y después de mucho insistir Maria acepta casi por obligación, enviarlo a la escuela y allí comienza la “vida” de Fernando, primero a una escuela especial y luego a una clase común e incluso puedo adelantar sus años atrasados. Su padre volvió del viaje, le compro una moto, hiso la secundaria, fue a la universidad y se recibió de psiquiatra.
El libro termina uniendo las dos historias: Cuando Carlos Alberto después de escuchar el relato se levanta de la silla y se despide. “Carlos Alberto se levanto dando por terminado la visita y el tratamiento. –Gracias-Dijo-” (Pág. 186)
Juan Francisco Nervegna.
2° “A” CBU.Relato de un naufrago.
Gabriel Garcia Marquez
Relato de un naufrago
Gabriel García Marquez
Se trata de una historia en la que se cuenta el relato de hombre, Luis Alejandro Velasco, que queda a la deriva, solo con una balsa, su ropa y un reloj. Este personaje más otros secundarios iban en el barco A.R.C. “Caldas”. La desesperación por comer y beber, no querer dormir para estar atento a la presencia de vida y la posibilidad de ser rescatado, recorre casi toda la historia. Se describe durante diez días su agonía junto a su único objeto que es su reloj que del cual se obsesiona. “La última vez que Luis Rengifo me pregunto la hora, en el destructor, eran las once y media. Vi nuevamente la hora a las once y cincuenta, y todavía no había ocurrido la catástrofe. Cuando mire el reloj en la balsa eran las doce en punto […] Pensando que transcurrirían dos o tres horas antes de rescatarme” (Pág. 41)
Con los malos augurios transmitidos por la película “El Motín de Caine” que compartió con Diego Velázquez, Velasco no quería viajar; a pesar de ello tomo una decisión, que este iba a ser su último viaje. Calmo sus miedos al hablar con Luis Rengifo “Es un buque seguro” (Pág. 27). Desgraciadamente el buque no soporto el oleaje y Velasco llego a tomar una balsa, con ello pudo salvarse, quiso salvar a sus amigos pero no pudo por la ventisca que se llevaba para sentido contrario; Luis Rengifo le dijo: ”-¡Rema para acá, gordo!” (Pág. 39) (Estas palabras se repitieron a lo largo de la historia). Luis Rengifo era el compañero de litera de Velasco, era el marino primero, murió en el naufragio.
El protagonista relata sus aventura día por día. Durante los primeros días las cosas más tortuosas fueron: Las últimas palabras de Luis Rengifo, El paso del tiempo en el medio del mar de día y de noche, y la aparición de un supuesto avión: -“Creí ver un punto negro en el horizonte” (Pág. 55). En los días siguientes comienza a tener sed, a perder las esperanzas, se da cuenta que a las cinco de la tarde vienten los tiburones y de que no lo pueden ver (todos los días), habla en su sueño con Jaime Manjarrés, su mejor amigo en la armada. En el cuarto día vio un barco pero no lo pudo alcanzar, empezó a registrar los días con rayas pero fue un intento fallido; también tomo agua salada. En el quinto día trato todo el día de cazar una gaviota, lo consigue pero no puede comérsela porque le da asco, la tira porque los tiburones querían comérselo al oler la sangre. En los días siguientes pasaron tales sucesos: Entro un tiburón en la balsa, Velasco lo mato a palazos; se comió una parte a pesar del asco. Otro tiburón de un mordisco se lo comió; Él se indigno. Se cayó de la balsa, se recupero. Se quiere dejar morir. Ve tierra firme se va de la balsa nada como puede, deja de ver la tierra pero sigue la vuelve a ver, llega. Se da cuenta que está en Colombia (se da cuenta porque habla con un nativo de allí).
En Colombia un hombre y su mujer lo rescatan, le dan los primeros auxilios pero desconocían la tragedia, mas personas se sumaron a prestarle auxilio y lo trasladaron a San Juan de Uraba; Lo acompañaba una muchedumbre que se fue multiplicando, llegando a seiscientas personas. El médico que lo examino le dijo que estaba en condiciones de trasladarse a Cartagena. Allí en Cartagena estuvo internado lo podían ver médicos y seguridad pero un periodista se disfrazo de médico y le hiso dibujar el buque y otras cosas más. Lo firmo y Velasco se dio cuenta que no era un medico. Lo público y a partir de esto Luis Alejandro se dio cuenta del negocio que podía ser su historia. A partir de ello el Presidente de Bogotá le dio un premio, dinero, un reloj, luego conto su historia en una publicidad, en la radio, en la tele.
Y continúa su negocio. -“Algunas personas me dicen que esta historia es una invención fantástica. Yo les pregunto: Entonces, ¿Qué hice durante mis diez días en el mar?”
Juan Francisco Nervegna
2° “A” CBU
Instituto Maria Ana Mogas.
María Ana Mogas.