Reseña: De Amor y de Sombra - Isabel Allende -
“Esta es la historia de una mujer y un hombre que se amaron en plenitud, salvándose así de una existencia vulgar”. (Introducción al libro, Isabel Allende).
Isabel Allende, la autora, basa su novela en la época de la dictadura militar de Chile del año 1973, enmarcada aproximadamente en los últimos 3 años de la misma, utilizando como lugares, una ciudad de chile, y la zona del campo, Los Riscos.
Como la novela se basa en historias reales, la autora narra de manera evidente las barbaries a las cuales son expuestos los ciudadanos cuando un país cae en manos del gobierno militar.
Los protagonistas principales de la historia de amor, inseguridad, esperanza, desaparición y miedo, son Irene Beltrán, “[…] una niña consentida, única hija de padres adinerados, protegida del roce con el mundo y hasta de las inquietudes de su propio corazón” (pág.160), “[…] preservada en una ignorancia angelical” (pág.134), “Ella se consideraba a si misma como una cometa navegante en el viento y, asustada de su propio motín interior” (pág.77); y Francisco Leal, “descendía de inmigrantes españoles sin fortuna, pertenecientes a esa casta de intelectuales a sueldo de los barrios de la clase media” (pág.49), “estaba acostumbrado a sentir la violencia suspendida en el aire como un gas solapado, al cual un chispazo podía hacer estallar un inagotable incendio, pero como tantos otros en la misma situación no pensaba en ello” (pág.221), “[…] no retrocedía en el momento de enfrentar la violencia, era un eslabón de esa larga cadena humana moviéndose en la clandestinidad y conocía los entretelones de la dictadura” (pág.133).
Irene y Francisco son periodistas, trabajo peligroso e indigno según algunas personas en esa época. Éstos personajes, deciden realizar un reportaje a una joven de 15 años llamada Evangelina Ranquileo, porque se creía que hacia milagros. Evangelina de bebe fue victima de la perdida de identidad, ya que al nacer fue cambiada con otra bebe (Evangelina Flores) y entregada a una madre que no era la suya, Digna Ranquileo, (una mujer dedicada a su familia, muy humilde), quien la acepto como hija legitima y que con la otra madre “desde el comienzo acordaron llamarse mutuamente comadre y darles a las criaturas en mismo nombre de pila, por si alguna vez recuperaban el apellido legitimo” (pág.39). Pero no solo eso sufriría Evangelina, sino que uno de esos días en los que ella padecía sus ataques presenciados por multitudes, apareció el Teniente Juan de Dios Ramírez (un teniente de las fuerzas armadas, que no respetaba a la humanidad y vivía para cumplir la ley ante todo, incluso la muerte), causando que por alguna razón ella lo golpeara haciéndolo quedar mal delante de quienes presenciaban la escena. Debido a esto el teniente se lleva a Evangelina en la noche sin dar explicaciones y causando su desaparición. “Anduvieron por todos lados, desde el río hasta la cima de los montes sin dar con ella, el viento arrastro su nombre por quebradas, y caminos y al cabo de cinco días de inútil peregrinaje comprendieron que había sido tragada por la violencia” (págs.128 y 129).
Por esta causa, Digna Ranquileo pide ayuda a Irene. Para poder encontrar a Evangelina, Irene entrevista a el Sargento Faustino Rivera, amigo de la familia Ranquileo, este revela los hechos que el Teniente pudo realizar con Evangelina. Dejando en manos de la reportera la búsqueda del hermano de Evangelina (Pradelio del Carmen Ranquileo), ya que este le ayudaría a encontrarla. Pradelio es parte de la policía al igual que Faustino Rivera, pero luego de lo ocurrido con su hermana debió esconderse y escapar, “su intención era huir hacia la cordillera donde ni los buitres dieran con él” (pág.172), “partió a la montaña guiado por Jacinto, su hermano menor quien conocía esos cerros como nadie” (pág.173).
Conducidos por Jacinto, los reporteros fueron a donde Pradelio se escondía, “[…] una cueva sombreada y fresca, cuya entrada se disimulaba con arbustos y rocas” (pág.179).
Allí les reveló donde se encontraba el cuerpo de Evangelina. Cuando Irene y Francisco unieron la información necesaria se dirigieron a la mina de los Riscos con el propósito de conocer la verdad de los hechos. “La entrada de la mina era un hoyo asomado en el cerro como una boca muda gritando sin voz” (pág.208). “Sin soltar a Irene, Francisco dirigió la luz hacia un lugar removiendo la roca y surgió el primer hallazgo de esa cueva de espantos” (pág.112). “Si eran relacionados con el descubrimiento de los cadáveres, no había esperanza de salir con vida” (pág.247).
Al ser parte de actos clandestinos y revelar los hechos que ponen en juego el poder del ejercito corren riesgos como aquel que pudo costarle la vida a Irene, quien “[…] fue baleada en la puerta de la editorial” (pág.274). “Tres días anduvo Irene Beltrán por las fronteras de la muerte, al cabo de los cuales emergió de la inconciencia suplicando con la mirada que la dejaran luchar por sus propios medios o morir con dignidad” (pág.277).
El Sargento Faustino Rivera fue asesinado antes de prestar testimonio contra los militares.
La autora hace referencia a que no todos poseían conocimiento de los hechos que se daban en su país, siendo así ignorantes hasta de las cosas mas obvia, y también, representa a aquellos que no querían ver la realidad. Esto se demuestra en el personaje de Beatriz Alcántara, la mamá de Irene, quien “fue la única que al escuchar de nuevo el golpeteo de las cacerolas resonando […], creyó que apoyaban la acción de los militares […]” (pág.287). “Beatriz no se enteró de los sucesos del país porque de la prensa solo leía las noticias agradables” (pág.286).
Irene y Francisco debieron exiliarse luego de revelar las atrocidades que vivieron. Ayudados por familiares y amigos en especial Mario, el peluquero de la editorial, quién “[…] se encerró con ellos en la habitación de la clínica, donde precedió a cortarles y cambiarles de color los cabellos, modificarles el arco de las cejas, probarles lentes, maquillajes, bigotes […] hasta convertirlos en seres diferentes” (pág.294). Y Perseguidos por los enemigos lograron traspasar la frontera con la esperanza de regresar algún día a su país natal, del cual escapaban.
Ellos no fueron los únicos exiliados, sino que Evangelina Flores, una de las Evangelinas cambiadas, luego de prestar testimonio contra los militares “[…] fue sustraída del zarpazo de la represión y sacada del país en las sombras de la noche”. (pág.299).
Isabel Allende deja un final abierto para esta novela, en la cual no describe la vida de los personajes que se exiliaron, sino que lo deja a criterio e imaginación de cada lector. Lo que si nos deja en claro, es que los juicios a los militares implicados en la desaparición de personas continuaron, gracias a que Irene había dejado las grabaciones que consiguió hacerle a El Sargento Faustino Rivera, en manos de Josefina Bianchi, una vieja actriz famosa, inquilina de La Voluntad de Dios (Residencia que tuvieron que construir Irene y su madre utilizando parte de su casa, luego de que su economia cayera con la huida de Eusebio Beltrán, esposo y padre, con la necesidad de seguir viviendo en la clase social alta).
Como en esta novela los lazos de amor son muy importantes, se demuestran en distintas situaciones, protagonizadas por diferentes personajes:
El amor profundo y leal entre Francisco e Irene.
Amor prohibido como el de Evangelina y Pradelio (su hermano).
Aquel otro sobre los padres de Irene (Eusebio Beltrán, quien abandona a su esposa, Beatriz Alcántara, y a su hija), que no funcionó.
Amor de amantes entre Beatriz Alcántara y Michael (Un joven muy menor que ella).
La familia unida y el amor hacia todos sus integrantes, representada en la familia Ranquileo y la familia Leal.
También esta representado el amor incondicional y duradero, en los personajes de Hilda y el Profesor Leal. (Los papás de Francisco).
Y por último, el amor entre Irene y Gustavo Morante (Era un militar, fiel a su trabajo) uno de aquellos que duro por mas tiempo, pero al momento de confirmar su querer, Irene lo rechaza, porque siente amor por otra persona. Sin embargo Gustavo Morante sigue amándola y muere tratando de ayudar en la causa de los desaparecidos en la cual ella participaba revelando los sucesos.
“La humanidad debe vivir en un mundo unido, donde se mezclen las razas, lenguas, costumbres y sueños de todos los hombres […]” (pág.115)
Nuria Urtasun
2º ”A” CBU
Instituto María Ana Mogas.
“Esta es la historia de una mujer y un hombre que se amaron en plenitud, salvándose así de una existencia vulgar”. (Introducción al libro, Isabel Allende).
Isabel Allende, la autora, basa su novela en la época de la dictadura militar de Chile del año 1973, enmarcada aproximadamente en los últimos 3 años de la misma, utilizando como lugares, una ciudad de chile, y la zona del campo, Los Riscos.
Como la novela se basa en historias reales, la autora narra de manera evidente las barbaries a las cuales son expuestos los ciudadanos cuando un país cae en manos del gobierno militar.
Los protagonistas principales de la historia de amor, inseguridad, esperanza, desaparición y miedo, son Irene Beltrán, “[…] una niña consentida, única hija de padres adinerados, protegida del roce con el mundo y hasta de las inquietudes de su propio corazón” (pág.160), “[…] preservada en una ignorancia angelical” (pág.134), “Ella se consideraba a si misma como una cometa navegante en el viento y, asustada de su propio motín interior” (pág.77); y Francisco Leal, “descendía de inmigrantes españoles sin fortuna, pertenecientes a esa casta de intelectuales a sueldo de los barrios de la clase media” (pág.49), “estaba acostumbrado a sentir la violencia suspendida en el aire como un gas solapado, al cual un chispazo podía hacer estallar un inagotable incendio, pero como tantos otros en la misma situación no pensaba en ello” (pág.221), “[…] no retrocedía en el momento de enfrentar la violencia, era un eslabón de esa larga cadena humana moviéndose en la clandestinidad y conocía los entretelones de la dictadura” (pág.133).
Irene y Francisco son periodistas, trabajo peligroso e indigno según algunas personas en esa época. Éstos personajes, deciden realizar un reportaje a una joven de 15 años llamada Evangelina Ranquileo, porque se creía que hacia milagros. Evangelina de bebe fue victima de la perdida de identidad, ya que al nacer fue cambiada con otra bebe (Evangelina Flores) y entregada a una madre que no era la suya, Digna Ranquileo, (una mujer dedicada a su familia, muy humilde), quien la acepto como hija legitima y que con la otra madre “desde el comienzo acordaron llamarse mutuamente comadre y darles a las criaturas en mismo nombre de pila, por si alguna vez recuperaban el apellido legitimo” (pág.39). Pero no solo eso sufriría Evangelina, sino que uno de esos días en los que ella padecía sus ataques presenciados por multitudes, apareció el Teniente Juan de Dios Ramírez (un teniente de las fuerzas armadas, que no respetaba a la humanidad y vivía para cumplir la ley ante todo, incluso la muerte), causando que por alguna razón ella lo golpeara haciéndolo quedar mal delante de quienes presenciaban la escena. Debido a esto el teniente se lleva a Evangelina en la noche sin dar explicaciones y causando su desaparición. “Anduvieron por todos lados, desde el río hasta la cima de los montes sin dar con ella, el viento arrastro su nombre por quebradas, y caminos y al cabo de cinco días de inútil peregrinaje comprendieron que había sido tragada por la violencia” (págs.128 y 129).
Por esta causa, Digna Ranquileo pide ayuda a Irene. Para poder encontrar a Evangelina, Irene entrevista a el Sargento Faustino Rivera, amigo de la familia Ranquileo, este revela los hechos que el Teniente pudo realizar con Evangelina. Dejando en manos de la reportera la búsqueda del hermano de Evangelina (Pradelio del Carmen Ranquileo), ya que este le ayudaría a encontrarla. Pradelio es parte de la policía al igual que Faustino Rivera, pero luego de lo ocurrido con su hermana debió esconderse y escapar, “su intención era huir hacia la cordillera donde ni los buitres dieran con él” (pág.172), “partió a la montaña guiado por Jacinto, su hermano menor quien conocía esos cerros como nadie” (pág.173).
Conducidos por Jacinto, los reporteros fueron a donde Pradelio se escondía, “[…] una cueva sombreada y fresca, cuya entrada se disimulaba con arbustos y rocas” (pág.179).
Allí les reveló donde se encontraba el cuerpo de Evangelina. Cuando Irene y Francisco unieron la información necesaria se dirigieron a la mina de los Riscos con el propósito de conocer la verdad de los hechos. “La entrada de la mina era un hoyo asomado en el cerro como una boca muda gritando sin voz” (pág.208). “Sin soltar a Irene, Francisco dirigió la luz hacia un lugar removiendo la roca y surgió el primer hallazgo de esa cueva de espantos” (pág.112). “Si eran relacionados con el descubrimiento de los cadáveres, no había esperanza de salir con vida” (pág.247).
Al ser parte de actos clandestinos y revelar los hechos que ponen en juego el poder del ejercito corren riesgos como aquel que pudo costarle la vida a Irene, quien “[…] fue baleada en la puerta de la editorial” (pág.274). “Tres días anduvo Irene Beltrán por las fronteras de la muerte, al cabo de los cuales emergió de la inconciencia suplicando con la mirada que la dejaran luchar por sus propios medios o morir con dignidad” (pág.277).
El Sargento Faustino Rivera fue asesinado antes de prestar testimonio contra los militares.
La autora hace referencia a que no todos poseían conocimiento de los hechos que se daban en su país, siendo así ignorantes hasta de las cosas mas obvia, y también, representa a aquellos que no querían ver la realidad. Esto se demuestra en el personaje de Beatriz Alcántara, la mamá de Irene, quien “fue la única que al escuchar de nuevo el golpeteo de las cacerolas resonando […], creyó que apoyaban la acción de los militares […]” (pág.287). “Beatriz no se enteró de los sucesos del país porque de la prensa solo leía las noticias agradables” (pág.286).
Irene y Francisco debieron exiliarse luego de revelar las atrocidades que vivieron. Ayudados por familiares y amigos en especial Mario, el peluquero de la editorial, quién “[…] se encerró con ellos en la habitación de la clínica, donde precedió a cortarles y cambiarles de color los cabellos, modificarles el arco de las cejas, probarles lentes, maquillajes, bigotes […] hasta convertirlos en seres diferentes” (pág.294). Y Perseguidos por los enemigos lograron traspasar la frontera con la esperanza de regresar algún día a su país natal, del cual escapaban.
Ellos no fueron los únicos exiliados, sino que Evangelina Flores, una de las Evangelinas cambiadas, luego de prestar testimonio contra los militares “[…] fue sustraída del zarpazo de la represión y sacada del país en las sombras de la noche”. (pág.299).
Isabel Allende deja un final abierto para esta novela, en la cual no describe la vida de los personajes que se exiliaron, sino que lo deja a criterio e imaginación de cada lector. Lo que si nos deja en claro, es que los juicios a los militares implicados en la desaparición de personas continuaron, gracias a que Irene había dejado las grabaciones que consiguió hacerle a El Sargento Faustino Rivera, en manos de Josefina Bianchi, una vieja actriz famosa, inquilina de La Voluntad de Dios (Residencia que tuvieron que construir Irene y su madre utilizando parte de su casa, luego de que su economia cayera con la huida de Eusebio Beltrán, esposo y padre, con la necesidad de seguir viviendo en la clase social alta).
Como en esta novela los lazos de amor son muy importantes, se demuestran en distintas situaciones, protagonizadas por diferentes personajes:
El amor profundo y leal entre Francisco e Irene.
Amor prohibido como el de Evangelina y Pradelio (su hermano).
Aquel otro sobre los padres de Irene (Eusebio Beltrán, quien abandona a su esposa, Beatriz Alcántara, y a su hija), que no funcionó.
Amor de amantes entre Beatriz Alcántara y Michael (Un joven muy menor que ella).
La familia unida y el amor hacia todos sus integrantes, representada en la familia Ranquileo y la familia Leal.
También esta representado el amor incondicional y duradero, en los personajes de Hilda y el Profesor Leal. (Los papás de Francisco).
Y por último, el amor entre Irene y Gustavo Morante (Era un militar, fiel a su trabajo) uno de aquellos que duro por mas tiempo, pero al momento de confirmar su querer, Irene lo rechaza, porque siente amor por otra persona. Sin embargo Gustavo Morante sigue amándola y muere tratando de ayudar en la causa de los desaparecidos en la cual ella participaba revelando los sucesos.
“La humanidad debe vivir en un mundo unido, donde se mezclen las razas, lenguas, costumbres y sueños de todos los hombres […]” (pág.115)
Nuria Urtasun
2º ”A” CBU
Instituto María Ana Mogas.