Puro Fútbol
R. Fontanarrosa
R. Fontanarrosa
En este libro Roberto Fontanarrosa (1944-2007) hace honor a su pasión futbolera y al club de sus amores Rosario Central, en este libro no solo encontraremos historias o anécdotas de jugadores famosos, sino que también encontraremos a los “humildes” jugadores de potreros, las famosas discusiones futboleras que se arman en los bares o un simple partido “entre amigos”. Si bien el tema central de este libro es el fútbol también encontraremos historias de vidas y hasta un poco de mitología griega que aunque no lo crea también se dan en el ámbito futbolero. Además también tenemos la inclusión del propio Fontanarrosa en algunas de sus historias, sea como espectador o como el propio personaje principal.
En “La barrera” la acción principal transcurre en el patio de las casas antiguas donde los arcos están formados por buzos, botellas o lo que este al alcance de la mano en este patio se ejecutará un tiro libre cuyo seguro ejecutor será el rubio Miguel Tornino con su largo y transpirado pelo, muy concentrado en su objetivo (“...estudia con los ojos entrecerrados el ángulo de tiro...” 5), nervioso (“Una mano en la cintura. La otra también” 5) y cansado (La mano sacándose la transpiración de la frente. De los ojos 5). El tiempo en el que transcurre esta acción es en una tarde.
Tanto “La Pena Máxima”, “Betito”, “Lo que se dice un ídolo”, “El Pichón de Cristo”, “El Monito”, “19 de diciembre de 1971”, “Escenas de la vida deportiva”, “Cenizas”, “Entre las cañas”, “Algo le dice Falero a Saliadarré”y “Relato de un utilero” transcurren en una cancha de fútbol con distintas medidas, en distintos contextos, distintas finalidades pero a fin de cuentas una cancha.
“Pena Máxima” conocida mundialmente en el fútbol como penal. “Cuando vi que lo daba yo salí rajando para cualquier lado, el Sapo se me trepó encima y me gritaba ¡ahora nene ahora!”. El nene Garbelli, joven, muy querido y decidido pero a su vez nervioso (“...si lo erro me muero me caigo muerto al piso...” , indeciso (“... se lo pongo a rastrón a la ratonera, lo fusilo arriba, ¿y si se me va alto?”... y expectativo (“... te juro que ni vi cuando levantó la red, te juro...” ¡Toma carrera Garbelli! ¡Goo...! ¡Tiróo...! La acción principal (patear el penal) transcurre en 4 o 5 minutos.
“Betito” el Betito era un hincha fanático de Rosario Central, quilombero y bailarín, a pesar de eso era limitado (“Que era quilombero sí pero como todos. No era un tipo loco como el Tato” 9), buen pibe (“...te juro, mirá, desde que el Chancha lo trajo a la barra nunca le conocí una fulería...” 11) y sabía los códigos (“...no é botón, cuando viajó con nosotros y apareció el Chacho uy que joda, se escondió en el hueco este ¿viste? Habíamos llegado a Bancalri y lo siento golpear, ¡había estado como una hora!...” 11). La acción principal sucede en la tribuna de la cancha de una duración aproximada de 10 minutos. “Lo veía al Zurdo que estaba parado arriba de uno de los pilares esos contra las avalanchas. Cuando se armó el lío, los monos empezaron a sacudir el alambrado para entrar en la cancha, entonces la cana empezó con los gases, ¿Qué habrán tirado 4, 5 bombas?, eso es mala leche viejo, le va y le revienta justo al lao de la cara. Un ojo se lo hizo mierda y el otro casi también”.
“Lo que se dice un ídolo” Pedrito era un ídolo popular, un buen tipo y muy respetado por los rivales; era muy correcto (“Decime vos, ocho años jugando en primera y no lo habían expulsado nunca 16”), educado (Mirá que más de una vez se podía haber levantado y haberle puesto un castañazo al que le había hecho un ful. Una niña. Un duque el Pedro 16”) y era un tipo muy tranquilo (“Pedro no se calentaba. Tenía eso. No era un tipo que se podía calentar 17”). La acción principal sucede en la cancha cuando Pedro ya cansado por las invenciones de la prensa sobre posibles romances; agredió a Carpani, un defensor de Vélez. “...él no podía prestarse a ese escándalo. Al domingo siguiente, tenían que jugar un partido chivo contra Vélez. Y al Pedro lo marca Carpani, un hijo de mil putas que le pega hasta la madre. Capani lo empezó a cargar, al final el Pedro, mirá como estaría, le pegó semejante roscazo que le arruinó la jeta. Y a Pedro, más bien, tarjeta roja y a los vestuarios. Le dieron pocos partidos. Y volvió en cancha nuestra, contra la lepra (Neweel´s) ¡Y cuando entró... se venía abajo la tribuna, mi viejo! “Y pegue, y pegue, y pegue Pedro pegue” El relato dura de 2 a 3 semanas.
“Memorias de un wing derecho” La acción principal sucede en “El cairo”, el club donde siempre asistían Fontanarrosa y sus amigos, resulta que el club había comprado un metegol que para esa época era una cosa novedosa y costosa. Entonces los muchachos empezaron a jugar, armaban torneos, todos estaban pendientes del metegol. La acción principal sucede cuando en el partido final Fontanarrosa y su compañero “El negro” ganan con un gol agónico. El personaje principal es el propio Fontanarrosa entusiasmado, impactado y experimentado, que también era un tipo clásico (“¡Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me sacan de la formación clásica 22”) un poco egoísta (“¡Si le habré servido goles al nueve! ¡Si le habré servido goles!) y concreto (Le cuento que yo no le hago asco a patear y cuando veo la luz la sacudo). La acción sucede a lo largo del día.
“Lo que se dice jugador al fulbo” Es un relato narrativo de Palito Salvatierra que si bien no era un jugador de primera, según Fontanarrosa tenía un talento incomparable. El personaje principal es Palito Salvatierra era un jugador rosarino, que nunca quiso firmar para ningún club, era rubio, alto y delgado, para Fontanarrosa era uno de los mas grandes (“Porque, le aseguro, de los que han estado jugando en primera ninguno, ninguno, le ata los botines a Palito Salvatierra” 29) era un jugador muy codiciado (“De central lo iban a buscar todos los años. Veintidós, veintitrés años, lo seguían yendo a buscar para que firmara” 29) y era muy tranquilo y técnico (“¿Tirarse al suelo? ¿Tirarse al suelo Palito Salvatierra? ¡Ni soñar! Ni soñar” 30). La acción principal sucede en la calle San Martín cuando Fontanarrosa ve a Palito Salvatierra que estaba un poco más gordo y le grita “Hijo de Puta” por un gol que se había metido en contra. El relato dura unos 5 o 10 años.
“¡Qué lástima, Cattamarancio!” El personaje principal es el comentarista radial de aquella época Ortiz Acosta. La acción principal se realiza en la cabina de transmisión donde el partido se estaba relatando, cuando Ortiz Acosta se comunica con Don Urbano Javier Ochoa que estaba en la ciudad de Petrogrado (Rusia) y Santiago Collar que estaba Nevada (EE.UU.). Todos saben que en esa época Estado Unidos estaba en conflicto con Rusia. Entonces ambos (Ochoa y Collar) dicen que la están pasando muy mal y están bajo amenazas de bombas atómicas y misiles, Ochoa quiere hablar con Collar para ver que esta pasando pero debido a las interrupciones de Ortiz Acosta por el partido nunca se pueden comunicar y de repente el cielo en la cancha se torna de un extraño color verde. Ortiz Acosta era experimentado, olvidadizo y un tanto insoportable; indirectamente era una persona muy curiosa (“-¡Ochoa! ¡Don Urbano! Ortiz Acosta le habla... ¿Esta muy frío allá?38) compasivo (“-¡Que pena, don Urbano, que pena que nos da todo esta que usted nos cuenta, realmente nos aflige como argentinos, esa situación que usted esta viviendo!...41”) desinformado del conflicto (“-Enseguida estamos con el ingeniero Collar y el presidente de los Estados Unidos, apenas venga este tiro de esquina...42”). La acción se desarrolla durante todo el segundo tiempo del partido (45 minutos).
“El pichón de Cristo” Fontanarrosa y sus amigos debían jugar un partido contra los campeones del torneo. Este partido si bien no era por el torneo era por el orgullo, por el honor de quien era el mejor y el Pacú (el arquero) se había lesionado, entonces en su sustitución entra el Pichón de Cristo era un flaco esquelético, tenía el pelo largo y barbita. Nadie confiaba en él (“las piernitas, mirá, como las patas de esta mesa, te parecía mentira que pudiera atajar” 49) aparentemente atajaba bien (“...pero lo cierto era que la gente de los otros pueblos decían que el flaco se pasaba” 50) y luego fue querido y respetado por todos (“Y bueno, te cuento. En el vestuario te imaginás, los abrazos con el flaco, con el arquero” 52)
“El ocho era Moacyr” Una nueva discusión se armaba en el bar “El Cairo”. Zorro, Pitufo y Ricardo discutían sobre el “sobrecojines” el muchachi nuevo del bar. El muchacho era educado, alto, estaba bien vestido; parecía de alta clase social (“Otra cosa había sido lo del polo. Vaya a saber uno como surgió lo del polo, pero el hombre se metió en la conversación, lideró la charla...57”) no encajaba con el ambiente del bar (“...vestía bien, o al menos demasiado formal para el nivel medio...57”) y era muy callado (“...participaba poco de las conversaciones. Asentía, algo distante, mirando hacia la calle 57”). La acción principal sucede en “El Cairo” cuando el muchacho dio fin a una disputa por el nombre de un jugador de fútbol. El relato dura 1 semana aproximadamente.
“Fútbol y Ciencia” Este relato es un relato expositivo, descriptivo. Un relato donde no hay personajes principales sino que hay un narrador que sirve de guía. El relato trata de la creación de una nueva tecnología que revolucionó el fútbol. La computadora se hacía cargo del partido mientras el árbitro controlaba la computadora. La acción principal sucede cuando esta tecnología es destruida por los hinchas fanáticos de sus clubes. A partir de este hecho no se volvió a construir nunca más. La acción dura un partido (90 minutos).
“Escenas de la vida deportiva” La acción principal sucede en la cancha de fútbol. El personaje principal es Miguel que era experimentado sobre fútbol, persona de clase media-baja, era muy apasionado por jugar al fútbol; muy calentón (“-¿Por qué no viene el flaco?-se ofusco Miguel-. No se me parece que viajaba.- ¿Pero será posible? ¿Qué otra cosa más importante que jugar al fútbol tenés que hacer? ¡Que no venga más! 104”) egoísta (“-Pasame el aceite verde-dijo Tito-Comprate si queres aceite verde-negó Miguel- 106”) y era muy jodón (¿Como se puede ser tan animal? ¿Cómo se puede tener tan poca sensibilidad en los pies?-Marcelo se reía- 109”).La acción principal sucede cuando Miguel pincha la pelota y se tuvo que suspender el partido. El relato dura 40 minutos aproximadamente.
“Jorge, Daniel y El Gato” Los personajes principales son El Gato y Daniel. Daniel estaba cansado, dolorido y enojado porque había errado un gol y el muchacho que estaba en su propio equipo se lo reprochó en el partido; Daniel era muy calentón (“-¡Pendejo pelotudo! ¡Como si uno errara los goles a propósito! 117”) defensor de sí mismo (“-¡Acá me venía! ¿Como quería que le pegara?117”) y cascarrabias (“- A mi edad tener que venir a amargarse la vida con estos pendejos-120”. En cambio Daniel era tranquilo, más callado y más educado, además siempre quería calmar la situación (“-Son cosas del juego Daniel.../---Si pero vos viste como son las cosas...” 119, 120”), era diplomático (“Alegrate que todavía te putean, eso quiere decir que esperan algo de vos, que vos sos capaz”122) y era un hombre sabio (“¿-Te duele?-Pregunto El Gato-El tobillo-Contesto Daniel-Para de jugar-No importa, me lo vendo y ya esta- Te lo vas a joder-aseguró El gato” 114). La acción principal sucede cuando El Gato convence a Daniel que deje de quejarse. El relato dura 1 hora aproximadamente.
“Cenizas” El personaje principal es el Colo un hincha de Rosario Central, muy futbolero y creía mucho en el destino. Era una persona sociable (-Te imaginas que entonces nos pusimos a conversar...” 127) que tenía muchos contactos (“-Hablé con el presi y le conté todo lo de este muchacho de Brasil” 131) y era simple (“El colo se sentía incomodo de traje azul marino, entre tantos trajes negros y corbatas” 132) La acción principal sucede cuando el Colo conoce a un muchacho en las vacaciones en Brasil del cual se hace amigo y lo invitan al velorio del padre del muchacho. Entonces el colo consigue que lo entierren en la propia cancha de Central, pero el canchero no los deja y gracias a las palabras del cura se pude llevar a cabo el entierro. El relato dura de 7 a 15 días.
“Entre las cañas” El personaje principal es Talo era muy apasionado por el fútbol, discriminador y mal hablado; era muy competitivo (“-Dejame, Patota. Yo quiero ganar. Yo quiero ganar” 152), terco (“- Es un habilidoso, Talo-le había insistido Patota- Ronca, querido, ronca” 150) y muy rencoroso (“-Estaban muertos. Muertos, estaban-prácticamente sollozaba el Talo...” 155). La acción principal sucede en la cancha cuando la pelota se pierde tras lo matorrales y cuando Talo la va a buscar se encuentra con un cadáver. La acción dura 90 minutos (1 partido).
“Plegarias a la Virgen” El personaje principal es el Pájaro que junto con sus amigos va a la iglesia a pedirle a la virgen para que ganara Central. El pájaro no era tan apasionado por su club, sobrador e irónico. Era una persona con poca fe (“Oime, Pachu, estamos hablando del mineir. Estos negros tienen un estadio más grande. Este es un equipo en serio” 167) no muy culto (“-Vamos a la iglesia a pedir por Central-¿Que iglesia? Yo nunca fui”169) y distraído (“Se quedaron en silencio. El Pájaro se toqueteaba un granito de la frente, los ojos perdidos en el verdor de la isla” 170). La acción principal sucede en la iglesia cuando El Pájaro le rompe un dedo a la estatua de la virgen para que les haga realidad la petición. La acción dura 1 tarde.
“Algo le dice Falero a Saliadarré” El personaje principal es Falero que era un jugador de primera división, muy habilidoso y era debutante. Era irrespetuoso (“Lo que pasa que usted señor no quiere que surja ninguna figura que pueda eclipsarlo” 180) era una persona muy reprochona (“Lo que pasa señor que usted me ayudo a entrar en el equipo para que yo corriera por lo que no corre usted” 181) y muy creído (“Usted me echó porque su novia me quería mas a mi que usted”182). La acción principal sucede cuando Falero hace todo este teatro para que la defensa se descuidara y pudiera meter el gol. La acción dura 15 a 20 minutos.
“Relato de un utilero” El personaje principal es un utilero de la cancha de Rosario Central. Era avejentado, muy querido y muy conocido por todos. Amaba su trabajo (“Yo le digo que este, aunque no lo parezca, es un trabajo muy espiritual” 186) le gustaba leer (Lo que más me gusta de este trabajo es que siempre me deja tiempo para leer” 186) y se conformaba con poco (“Bueno, yo no entré a un banco pero estuve 25 años trabajando como utilero”). La acción principal sucede cuando el utilero ve a un jugador llamado Garrido que había llevado al equipo a la final, pero en el ultimo minuto del partido final ese jugador erra un penal y mete un gol en contra, a partir de allí nunca se lo volvió a ver.La acción transcurre en todo el torneo 1 mes.
“Los Nombres” Es un relato narrativo de Fontanarrosa donde se habla de los nombres que hicieron historia en el fútbol. Habla de Marrapodi, Carrizo, etc. Dice que para el todos fueron excelentes arqueros y dijo que el nombre influía mucho en el jugador ya que crea una impresión previa.
“Los últimos Salileros” Habla de los Salileros que vendrían a ser como la barra brava de antes. Habla de que eran los más temidos, que eran invencibles, propone que los Salileros tenían la justicia en contra y por eso hoy en día ya nadie se acuerda de ellos. Los porteños los perseguían. La acción principal es cuando los Salileros degollaron a un juez, pero según ellos la justicia los obligo.
“Monito” El relato propone que el Monito era el único de los jugadores que podían llamarse digno. Él si podía llorar, habla que el monito era un jugador de calidad incomparable. La acción principal sucede en cuando el Monito mete un golazo mareandose a 4 jugadores y luego de allí desapareció. Es un relato expositivo
“19 de diciembre de 1971” La acción principal es cuando Fontanarrosa junto con sus amigos secuestran al viejo Casale y lo llevan a la cancha porque según ellos el viejo era de buena suerte. El viejo no podía ir a la cancha porque tenía un problema de corazón, entonces por consecuencia el viejo muere en la tribuna. El personaje principal es el propio Fontanarrosa, futbolero hasta la muerte, dispuesto a todo por su equipo y muy travieso. Era una persona muy calentona (“Te juro que si perdíamos nos ibamos a tener que ir de la ciudad, nos iban a cargar de por vida esos leprosos”69), no le tenía miedo a nada (“Entonces, decimos vamos a la casa del viejo y nos aseguramos que viene y si no viene lo traemos atado” 71) muy honroso (“Te puedo asegurar que ese día, para ese viejo fue el día mas feliz de su vida. Yo si me tengo que morir elegiría esa muerte”82).La acción dura 1 día.
Historia de la Eternidad
Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges
En este libro nuestro guía y narrador será nada más y nada menos que el maestro de la literatura nacional e internacional Jorge Luis Borges. Lo que Borges no quiere explicar en este libro es como surge la eternidad, esa que le ha quitado el sueño a más de un hombre, aquella eternidad cuya despedazada copia es el tiempo, aquella que nació con la dolencia crónica intestinal que mató a Marco Aurelio. Borges analiza como la acepta nuestra iglesia, además cita a varios “genios” de la mitología griega, como por ejemplo Aristóteles, Platón, Sócrates, Deussen, etc. También Borges da su propia teoría de la eternidad “Es una pobre eternidad ya sin Dios, y aun sin otro poseedor y sin arquetipos”.
Con este libro también nos aventuraremos en las ya olvidadas “kenningar” que fueron el primer deliberado goce verbal de la literatura instintiva y que en su mayoría eran utilizadas por los cantores que agotaban sus variantes, con una leve sensación de misterio.
No nos olvidemos de la metáfora, Aristóteles explica que toda metáfora surge de la intuición que puede ser real o no, la metáfora se funda sobre las cosas y no sobre el lenguaje
En la Doctrina de los cielos Borges explica que esa doctrina involucra a todos los átomos que componen el mundo, el infinito, el universo.
El Tiempo circular habla del eterno regreso que se define en sus tres momentos: El primero imputado a Platón, este afirma que los siete planetas, de acuerdo a sus velocidades regresaran al punto inicial de partida. Cicerón (De la naturaleza de los dioses) admite que no es fácil el cómputo del período celestial sino que le fija 12.954 años. Esta ciencia afirma que el destino de los hombres está regido según la posición de los astros.
El segundo esta vinculado a la gloria de Nietzsche, quien lo adjudica a un principio algebraico. El tercer modo recuerda que todas las cosas giran y vuelven a girar por las mismas orbitas y que para el espectador es igual verla un siglo o dos.
En Los “Traductores de las mil y una noches” propone que la historia en sí encierra uno de los secretos mas sublimes, la aniquilación de otro caballero. El Capitán Burton, tenebroso y bien curtido. En este libro abunda la prosa rimada, y las predicaciones morales, con una combinación de palabras abstractas.