Nombre y apellido: Justiniano Jésica
Instituto: María Ana Mogas
Curso: 2º Mercantil
Profesora: Alejandra Giacomazzi
Fecha de entrega: 19/05/10
Los ojos del perro siberiano
Antonio Santa Ana
En mi opinión el tema principal de esta novela es El SIDA y la discriminación hacia las personas que lo padecen.
La gente reacciona ante las personas con esta enfermedad con intolerancia, indiferencia o compasión, pero no las sigue tratando igual: “-Pero a mí no me dejan verte, nunca te nombran y si lo hacen no es para nada bueno-” (Pág. 77), “Hay cosas de las que es mejor no hablar” (Pág. 73). En esta historia un animal, el perro siberiano, sigue viendo a su amo con los mismos ojos de antes, mientras que la sociedad, guiada por los prejuicios, lo discrimina: “Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. [...] Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.” (Pág. 94-95)
La historia transcurre en una noche en la que el protagonista decide repasar su historia con el propósito de sentirse más liviano por la mañana, cuando deba tomar su avión para ir a la universidad en estados unidos: “Perdonen si este párrafo es confuso. Quiero contar toda la historia esta noche. Mañana me voy. [...]Pero no se si podré” (Pág.10)
El protagonista narra la historia en la casa en la que vivía con sus padres, en su habitación, aunque no lo especifica: “Acaba de venir mi madre para avisarme que ya están listos para ir al aeropuerto” (Pág. 133) Su casa se encuentra en San Isidro.
El Protagonista en esta novela tiene 17 o 18 años aproximadamente, y no se menciona su nombre. De su apariencia física se sabe que tiene el cabello color castaño de su padre y los ojos marrones de su madre. Es el hermano menor de Ezequiel, el muchacho con SIDA. Tiene una relación algo distante con sus padres: su madre nunca le dio tanto amor a él como a sus plantas, y su padre se ocupaba de sus asuntos y lo dejaba tranquilo: “Mi madre cultiva y cuida sus hiervas con un amor y una dedicación que creo no nos dio a nosotros. Estoy exagerando, pero no mucho” (Pág. 12) “Él, bueno, él... él se ocupaba de lo suyo, es decir de sus negocios y sus cosas, cosas que nunca compartió con nosotros” (Pág. 13) Su mejor amigo es Mariano, aunque nunca lo eligió como tal sino que se hicieron amigos simplemente porque pasaban mucho tiempo juntos: “Se supone que a los amigos se los elige. A Mariano yo nunca supe si lo elegí o si cuado llegué al mundo simplemente él me estaba esperando” (Pág. 19)
Ezequiel es el hermano mayor del protagonista. De chico colmaba todas las expectativas de sus padres: era buen alumno, un hijo ejemplar y todo lo que podrían haber deseado. Nació pesando más de cuatro kilos, con el pelo negro de la madre y los ojos azules del padre: “Era la síntesis perfecta de lo mejor de cada uno de ellos, la cara ovalada, la nariz recta. Un precioso niño” (Pág. 14) Antes de tener SIDA era el centro de atención de sus padres. Ezequiel salía desde los 13 años con Virginia, que quedó embarazada, pero interrumpió el embarazo. El padre de Virginia y el de Ezequiel quisieron obligar a este a que se case con Virginia, pero no quiso. Entonces se fue de la casa. Tocaba el chelo, le gustaba mucho leer, y trabajó en un estudio de diseño gráfico por dos años (lo despidieron por tener SIDA). Siente un gran cariño por su perra Sacha, a quien rescató de que la mataran, ya que por ser la última cría la consideraban impura y débil.
Me gustaría relatar esta novela desde que el protagonista decide ir a la casa donde vivía su hermano Ezequiel y averiguar por qué sus padres se comportaban de una forma tan rara con él, y luego enfocarme en las muestras de intolerancia y discriminación hacia Ezequiel.
El viaje que realiza a la casa de Ezequiel le cambia la vida. Antes de que Ezequiel le cuente que tiene SIDA, hablan de Sacha, el perro siberiano de este. Yo creo que lo que dice sobre su perro lo dice haciendo referencia a sí mismo, ya que ambos son despreciados por la sociedad (El perro era el más chiquito de la cría, él último que nació, por lo que lo iban a matar): “Los criadores viven de la pureza, ese es su negocio, no les conviene que haya perros impuros dando vueltas por ahí” (Pág. 31) “La gente no entiende nunca lo que es diferente. En una época los metían en manicomios, en otras en campos de concentración- suspiró-la gente le tiene miedo a lo que no entiende. Si la sociedad margina a los que son diferentes, qué destino puede tener un perro que tiene las orejas un poco más grandes” (Pág. 31-32) Supongo que Ezequiel se siente identificado con su perro y en parte por eso lo quiere tanto.
Su visita termina cuando el protagonista pregunta como se contagió, y Ezequiel se enoja “Acá tenemos un futuro criador de perros” le dice, pensando que lo había enviado su padre. “Y por más que viva eternamente nunca voy a poder tener una vida normal”: esta es la última frase que le dice Ezequiel a su hermano ese día, y hace referencia en parte a la discriminación hacia las personas con SIDA.
Debo aclarar un poco la postura que adoptaron los padres de Ezequiel sobre su enfermedad. Claramente están avergonzados de su hijo, y hasta enojados con él “Mi familia nunca le perdonó ninguna de las dos cosas, ni que se haya ido, ni que se halla muerto” (Pág. 9) Investigando un poco sobre el tema uno puede saber que el SIDA no se puede contagiar por el contacto diario (abrazos, estornudos, beber del mismo vaso, usar la misma ropa) y es más que posible que las familias de los enfermos continúen teniendo una vida bastante normal con ellos y que los apoyen. Lo correcto habría sido que los padres de Ezequiel se hubieran acercado más a él y que lo hubieran ayudado lo más posible, pero encaminados por los prejuicios se alejaron de su hijo y se avergonzaron de él solo por estar enfermo.
El padre es corpulento, tiene 65 años, cabello color castaño y ojos azules, una mirada terrible: “Tiene una mirada terrible, una de esas miradas que bastan para que uno se sienta en inferioridad de condiciones, una de esas miradas que hacen que su portador valla por el mundo pisoteando todo lo que se le porga en el camino” (Pág. 13) En su juventud fue pilar en el San Isidro club. Tenía una relación fácil con su hijo: si el se sacaba buenas notas, hacía deportes, lo obedecía y respetaba, no había problemas. Se ocupaba de sus negocios y sus cosas, y no lo compartía con sus hijos. “Él, bueno, él... él se ocupaba de lo suyo, es decir sus negocios y sus cosas, cosas que nunca compartió con nosotros” (Pág. 13) Le gustaba escuchar música clásica y jugar al ajedrez.
A la madre le gusta cultivar y cuidar sus plantas, y lo hace con un amor y una dedicación que no les había dado nunca a sus hijos. En los instantes en que estaba con el protagonista en el jardín con las hiervas, fueron los únicos en los que estuvieron realmente comunicados: “Pero cada vez que me imagino a mi madre, la veo arrodillada con una tijeras de podar, sus guantes, un sombrero de paja o un pañuelo, hablándoles a sus plantas” (Pág. 12)
“Dado que yo nunca había tenido interés en relacionarme con mi hermano, mi padre sostuvo que era mejor continuar así” (Pág. 68) “Yo no podía entender su actitud con Ezequiel, me parecía terriblemente injusto...” (Pág. 72): los padres de Ezequiel también quieren que su otro hijo se aleje de él, que no tengan ningún vínculo. En parte gracias a eso el protagonista decide conocer mejor a su hermano y reconocerlo como tal, por el misterio que provocaba que nadie quiera hablar de Ezequiel y que nadie quiera que lo vea “Su nombre había sido tantas veces susurrado, tantas veces callado, que se había convertido en un enigma, en un misterio. Y eso siempre es atrayente” (Pág. 62) “Pero a mi no me dejan verte, nunca te nombran y si lo hacen no es para nada bueno” (Pág. 77)
En esta historia hay muchos silencios, muchas cosas que se callan y que son las que más nos dicen. Esto se debe a que todos intentan ocultar no solo la enfermedad de Ezequiel, sino también a Ezequiel mismo, y hasta mienten para lograrlo: “hay cosas de las que es mejor no hablar” (Pág. 73) Los padres de Ezequiel le ocultan a los amigos de la familia y conocidos la enfermedad de su hijo, cambiándola por leucemia “Mis padres, al no poder evitar la evidencia de que Ezequiel se iba a morir, tuvieron que inventarle una enfermedad” (Pág. 114) Me parece algo terrible, algo vergonzoso lo que hicieron, como si morir de leucemia fuera mejor que morir de SIDA, y realmente la siguiente frase en defensa del SIDA me parece preciosa: “Como si fuera algo más digno morirse de leucemia que de SIDA. Como si fuera algo indigno ser sidoso. Como si en la muerte hubiera alguna dignidad” (Pág. 114)
Una gran muestra de intolerancia es la que da Mariano, el mejor amigo del protagonista. Éste no sabe si lo eligió como amigo o simplemente estaban destinados a serlo: “Se supone que a los amigos se los elige. A Mariano yo nunca supe si lo elegí o si cuando llegué al mundo él simplemente me estaba esperando” (Pág.19) Sus padres eran compañeros de estudio y tuvieron negocios, lo que facilitaba su amistad. Hasta poco después de los once años fueron amigos, cuando Mariano se enteró de que Ezequiel, hermano del protagonista, tenía SIDA. Decide cortar toda relación con su amigo, por miedo al contagio. Realmente fue una actitud terrible, porque era imposible que se contagiara por el hermano de alguien con SIDA, pero supongo que, como dijo Ezequiel en una ocasión, tenía miedo a lo que no entendía. Esta es una muestra de lo mal que puede actuar la sociedad con las personas con esta enfermedad: “No seas ridículo. Nunca fue tu hermano, durante años no te importó. No lo veas más, ¿No te das cuenta de que te podes contagiar?” (Pág. 80), “Me evitó en todos los recreos. Yo no salía de mi asombro. Hasta que me di cuenta de que me estaba haciendo pagar “mi culpa”. Yo era hermano del sidoso” (Pág. 84), “Al volver a mi casa me encerré en mi cuarto a llorar toda la tarde. Esa iba a ser la primera de las muchas muestras de intolerancia que recibiría durante lo que le quedaba de vida a Ezequiel” (Pág. 84) El protagonista piensa que Mariano le hace un gran favor a no contar nada sobre la enfermedad de Ezequiel, pero luego comprende que no era así “Con el tiempo comprendí que no me hacía ningún favor, que no debía agradecerle nada, que la enfermedad de Ezequiel no era algo vergonzante.” (Pág. 86)
Otra instancia de discriminación muy grave es la del trabajo de Ezequiel, que al enterarse de su enfermedad luego de que estuviera internado por primera vez, lo despide. Y esto que le sucede a Ezequiel es una realidad que le sucede a la gente con SIDA. Se calcula que aproximadamente el 90% de los 10 a 30 millones de personas infectadas en el mundo está en el grupo de edad económicamente activa, y esta cifra demuestra claramente la incidencia que tiene el SIDA en el área del trabajo, y los problemas que puede tener esta gente. Es necesaria, pues, la imposición inmediata de definición de políticas en las empresas para evitar estos despidos innecesarios y que demuestran los prejuicios de la sociedad. Ezequiel trabajaba desde hacía ya dos años en un estudio gráfico, y lo despidieron argumentando razones presupuestarias: “Ezequiel no les creyó; después de la experiencia con Mariano, yo tampoco” (Pág. 91) “...diez días de internación de los que salió con la prescripción médica de tomar AZT y sin trabajo” (Pág. 90) El padre de Ezequiel está de acuerdo en que perdiera su trabajo, decía que debido a su enfermedad era lógico: “...y por otra parte sostenía que era lógico que se quedara sin trabajo, que él como empleador tampoco tomaría riesgos si un empleado suyo tuviera SIDA, hay que pensar en los demás, decía” (Pág. 91)
La abuela de los chicos quiere que el padre le de trabajo a Ezequiel en su empresa, pero este se niega por miedo al contagio. La abuela era cariñosa, y quería lograr que sus nietos se acercaran y se vincularan nuevamente. Es la única que pudo en una ocasión dejar al padre sin habla. Ella no dejó de ve a Ezequiel cuando se fue de la casa de sus padres, ni cuando se enteró de que tenía SIDA, y siente una gran lástima por él, lo acompaña hasta el final: “No, no te sorprendas. Es mi nieto. Que se haya ido de la casa de tus padres no cambia las cosas. Es más, a mí me parece totalmente natural, no puedo entender por qué hacen tanto escándalo. Si vos te pelearas con tus padres, yo te seguiría queriendo igual, es algo totalmente lógico.” (Pág. 49) “... Me puse tan contenta cuando me enteré de tu visita” (Pág. 49) “La abuela y yo solamente lo acompañamos hasta el final” (Pág. 115)
Ezequiel termina muriendo sin el apoyo de sus padres, muriendo prácticamente solo, negado por su familia (cuando murió el padre estaba de viaje); “Tenía la soledad de los muertos, de todos los muertos, pero también, la soledad de la muerte joven. La soledad de una muerte negada por su familia” (Pág. 115) “Alguien dijo una vez, no se quien, que el SIDA es como una guerra, son los padres los que despiden a sus hijos. Ezequiel no tubo esa suerte.” (Pág. 115) “El SIDA es como una tormenta, nadie quiere sacar la cabeza para ver que hay afuera” (Pág. 108)
Algo que hay que resaltar es que Ezequiel nunca perdió el entusiasmo por vivir, ni la alegría, que nunca se entregó “Ninguna enfermedad te enseña a morir. Te enseñan a vivir. A amar la vida con todas las fuerzas que tengas. A mí en SIDA no me quita, me da ganas de vivir” (Pág. 129) Una vez leí que el SIDA sí es una enfermedad incurable, pero que no es una enfermedad mortal (Haciendo referencia a que no te saca ganas de vivir)
Para terminar me gustaría agregar estas frases sacadas de http://www.monografias.com/trabajos 4/elsida/elsida.shtml que me parece que aclaran un poco sobre esta enfermedad en cuanto a lo moral:
“Esta enfermedad no destruye la condición de persona y el virus no destruye la identidad. Sí, sufrimiento humano
No, castigo de Dios
El reconocimiento se realiza según indicadores objetivos y no según opiniones de conciencia.
Sí, epidemia
No, flagelo
Esta enfermedad puede afectar a la población en general, y no es azote o instrumento de castigo a grupos particulares.
Sí, enfermo
No, víctima
Se trata del padecimiento del ser humano y no de una pena que se impone por delitos o faltas a leyes divinas o humanas.
Sí, enfermedad incurable
No, enfermedad mortal
Es una enfermedad que por hoy no se puede curar, pero en algunos no es necesariamente mortal.
Sí, diagnostico medico
No, diagnostico moral
Las personas con SIDA son enfermas porque padecen perdida de la salud como una realidad de las consecuencias de su propia vida, y no por transgresiones por las que deben ser penalizadas y discriminadas.”
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Las chicas de alambre
Jordi Sierra i Fabra
El tema principal es, en mi opinión, la anorexia en el mundo del modelaje, aunque hay otros temas: “Eso representaría hablar de muchos temas, del mundo de la moda, del de las top models, de drogas, de anorexias y bulimias, del éxito y del fracaso, de las fans, de los referentes sociales, de por qué los mitos se crean y se destruyen y de por qué influyen tanto en la gente.” (Pág. 47)
Las modelos son personas que viven mucho en muy poco tiempo, son adultas prematuramente, y a los veinticinco años ya están llegando al fin de su carrera: “El mundo de la moda las olvidó rápido, a las tres. Cada año surgían nuevos rostros, nuevas historias, y las pasarelas encumbraban a media docena de nuevas diosas de la imagen, con sus nuevas estéticas y sus nuevas formas. La palabra clave era ésa: nuevo. Joven y nuevo. Brillante y nuevo. Velocidad.”(Pág. 19) "Vive deprisa, muérete joven, y así tendrás un cadáver bien parecido" (Pág. 83) “Veinticinco años y dijo adiós, lo dejó todo” (Pág. 19) El éxito puede ser considerado como tal solo con conseguir fama, pero el verdadero éxito se logra junto con sentir orgullo por uno mismo: “La profesión de modelo la llenaba, pero no le había dado lo más importante: el orgullo de sentirse bien consigo misma” (Pág. 181)
De más esta decir que las tops son modelos para muchas jóvenes, y ejercen una influencia muy fuerte sobre ellas, algo que puede llegar a tener graves consecuencias como en el caso de las modelos de la historia: “la fascinación que las Chicas de Alambre ejercieron sobre las adolescentes de aquel tiempo creo que aún no había sido superada. Pese a su aspecto enfermizo por culpa de las drogas y la anorexia, las auténticas lacras de ese mundillo tan duro, habían sido amadas, deseadas, utilizadas. Un modelo a seguir.” (Pág. 20), “Juntas fueron el modelo de miles de chicas, tan anoréxicas como ellas por degeneración. Juntas crearon un estilo por encima de los estilos que ya propugnaban la delgadez física, y juntas sucumbieron en unos pocos años.”(Pág. 18), “Vania había sido una musa, una imagen de marca, un espejo, un símbolo; muchas cosas demás de una muñeca rota.” (Pág. 19) “Toda su habitación estaba llena de fotografías de Jess, de Cyrille y de Vania. Llena. Era lo que se llama «una fan». Las imitaba en todo, pero esencialmente en querer estar como ellas. Murió de anorexia...” (Pág. 147)
En la historia las tops o modelos no pueden soportar las presiones y terminan drogándose, siendo anoréxicas, suicidándose, y las que pueden sobrevivir descubren, como Vania, que la vida es algo más que el culto al cuerpo y la fama: “Un modelo a seguir. Casi parecía un chiste, el peor de los contrasentidos. Un modelo a seguir y su fin había sido tan triste como...” (Pág. 20)
La historia transcurre durante la investigación de Jon Boix, aproximadamente en dos semanas: “—Hoy he dormido más de ocho horas, y la semana pasada, en los United States, también me porté como Dios manda.”, (Pág. 171) “Llevaba dos semanas dando tumbos por eso” (Pág. 201)
Durante su investigación sobre Vania, Jonatan viaja por distintos países: a Madrid, a París, a Nueva York, a Los Ángeles, a San Francisco, y el último y más importante lugar es Áruba: “Iré primero a París para hablar con la mujer de Jean Claude Pleyel y con el que se trajo a Cyrille a Europa. De París saltaré a Nueva York, para ver al ex marido de Vania. Después, Los Ángeles, a por los padres de Jess Hunt, y a San Francisco, a por los padres de Nicky Harvey. Con eso terminaré por allí.” (Pág. 54)
Jonatan Boix es el protagonista de la historia, un joven de 25 años que trabaja como periodista en zonas interiores (revista cuya directora es su madre, Pula Montornés). Es muy positivo, voluntarioso, romántico, confiado, no tiene mucho apego por las cosas materiales y le encanta su profesión: “-No importa- impedí que acabara la frase-no te había dicho donde está la llave si no fuera así. – Eres demasiado confiado ¿No tienes miedo a que te vacíen esto? [...]-No me gusta vivir atemorizado ni en jaulas de cristal.” (Pág. 156)
Su madre le encarga que investigue sobre una de las wire-girs: estas habían sido tres modelos en extremo delgadas que habían hecho furor hace diez años: Cyrille, Jess y Vania.
El verdadero nombre de Cyrille era Narim Wirmeyd. Había nacido en El Cairo, Egipto, pero era hija de somalíes. (Era egipcio-somalí) Su padre la había vendido a un traficante de camellos después de regresar a Somalia, cuando tenía doce años. Ella se le escapó a los pocos meses, ya con trece años y llegó a Etiopía. Allí logró despertar el interés de un hombre de negocios británico, que la empleó en su casa, y al año, un amigo de éste se la llevó a París. Allí Jean Claude Pleyel, supo ver que ella era especial, capaz de enamorar a la cámara y de vender lo que se pusiera encima. Así nació Cyrille como modelo. Físicamente era negra y de piel brillante como el azabache, cabello corto, ojos de tigresa, oscuros y misteriosos, boca pequeña, labios rojos de fresa, su rostro parecía cincelado por un Miguel Ángel africano capaz de consumar una obra maestra, medía como uno ochenta y era delgada en extremo: “...fue como si diez mil años de historia de África se concretaran en su cuerpo y en su imagen. Aquella belleza única, explosiva, natural, en bruto, todavía sin modelar. Aquella piel azabache, aquellos labios tan perfectos, aquellos ojos de mirada tan inquisitiva. Era la mujer perfecta.” (Pág. 89) Cuando era pequeña le habían hecho una ablación de clítoris: “Se convirtió en una de las mujeres más deseadas del mundo, y el contrasentido era que ella no podía sentir ningún deseo.” (Pág. 90)(Cada año, en diciembre, mientras una parte del mundo celebra la Navidad; en otra parte, a miles de niñas se les amputa el clítoris para anularles el deseo, para que no sientan el placer sexual, para convertirlas tan sólo en máquinas reproductoras, aunque esté prohibido) Fue la primera de las wire girs en morir; se había suicidado al saber que tenía SIDA: “Se había escrito mucho acerca del por qué de su decisión, pero parecía obvio que una de las mujeres más bellas del mundo no quería ver su decrepitud física.”(Pág. 18)
Jessica Hunt, o simplemente Jess era americana, nacida en Toledo, Ohio. Su familia era de clase media, respetable, religiosa en grado superlativo, y la habían convertido en una pequeña reina de la belleza desde la infancia: “Su madre le dijo una vez: «Dios te hizo hermosa para algo; de lo contrario te habría hecho como a cualquier otra mujer. Haz, pues, que el Señor se sienta orgulloso de ti.»” (Pág. 17) Fue la que tuvo la carrera más fácil de las tres, rápida y meteórica. Incluso era la única de las wire girs que utilizaba su verdadero nombre. Era rubia como el trigo, con el cabello largo y rizado con profusión, de ojos verdes, siempre sonriente, chispeante, con su enorme boca abierta y sus dientes blancos como una de sus muestras de identidad, mandíbulas firmes, frente y pómulos perfectos. Tuvo un final complicado: Primero por el escándalo que se armó al saberse que había abortado. Segundo, su muerte, pocos meses después de la de Cyrille, causada por una sobredosis de drogas. Tercero, el asesinato del hombre que la introdujo en el mundo de las drogas, Jean Claude Pleyel. Se supuso que el autor del crimen había sido Nicky Harvey, el apasionado y loco novio de Jess, vengador implacable de la suerte de su amada. El juicio por el crimen acabó de empañar la historia de la dulce, rubia y virginal Jess Hunt: “Imagen perfecta de la América sana y maravillosa que preconizaban los propios estadounidenses.”(Pág. 19) Más tarde Jon descubre que el autor del crimen no fue Nicky Harvey, sino Palmer Hunt, padre de Jess.
Vanessa Molins Cadafalch, o Vania, nació en Barcelona, España y tiene treinta y cinco años. Su madre fue una mujer llena de voluntad y decisión que le dio alas para que triunfe en su carrera como top model, y su padre, casado, al menos la reconoció. Su única familia con vida es una tía soltera, (además de su padre) con la que nunca estableció lazos fuertes. En sus días como top model tenía un largo cabello negro, ojos grises, profundos, dulcemente tristes siempre, la nariz recta y afilada, el mentón redondo, los labios carnosos, su imagen era de perenne inocencia, medía como un metro ochenta, parecía modelada por una naturaleza milimétrica, y era extremadamente delgada: “En aquellos días el culto al esqueleto más que a la forma femenina se hizo religión oficial. Los modistos las querían sin nada, sin pecho, sin caderas, casi sin rostro, aunque parezca un contrasentido, andróginas, para poder moldearlas a su antojo con cada colección y cada pase. Puro cool, frialdad. Pero claro, no todas servían. No bastaba con estar delgadas. La magia de esas chicas reside en lo que desprenden, lo que emanan. ” (Pág. 32) Le costó poder sobrevivir como una top model, porque las relaciones y afectos pasaban a un segundo plano y lo más importante era el culto al esqueleto, a un cuerpo apenas existente que apenas podría denominarse como tal: “Pero la diferencia entre ser modelo y ser top model es muy fuerte. Un abismo. Las tops estaban ya en el ojo del huracán, eran noticia en sí mismas, personajes públicos.” (Pág. 181) Por eso luego de la muerte de Jess y Cyrille no pudo soportarlo más y decidió ocultarse de la mirada pública a los veinticinco años, junto con su fiel Noraima: “Era Vania, la top model, Vania, la wire-girl, Vania, la compañera de Jess y Cyrille. Vania, Vania, Vania. Creó un pequeño mito fugaz y un día reconoció que lo único que deseaba era volver a ser Vanessa...” (Pág. 182) Noraima tenía ahora alrededor de cincuenta años, tenía el cabello ensortijado y gris, un cuerpo rotundo, firme y fuerte, manos limpias, y era no sólo la criada de Vania, sino que también fue como una madre y protectora para ella, y tenían un vínculo muy fuerte: “—La quería mucho, ¿verdad?—Mucho es poco —sonrió con dulzura—. Fue la hija que se me murió con apenas cinco añitos de edad. Entre las dos, y desde el primer día, surgió algo que está por encima de la amistad. Siempre la consideré mi propia hija; de la misma forma que ella me consideró su madre.” (Pág. 181) “Noraima Briezen era la criada, asistenta, secretaria, amiga personal, guardaespaldas y todo lo demás de Vania” (Pág. 170), “Esa mujer estuvo siempre ahí, en las sombras. Tengo una fotografía de Vania saliendo de los juzgados de París cuando el juicio de Nicky Harvey, que habla por sí sola. Noraima Briezen es la letra pequeña de esta historia.” (Pág. 170,171)
Como esta es una historia bastante extensa, voy a relatarla sin muchos detalles para luego centrarme en los datos sobre la anorexia y delgadez, las drogas y la fascinación que tiene la juventud por autodestruirse.
Jon debe investigar para la revista donde podría ser el paradero de Vania, ya que estuvo durante diez años desaparecida, y quiere encontrarla, e inicia su investigación entrevistando a la tía de la modelo, Louisa Cadafalch, pero no averigua nada mas que ella tubo una asistenta de mucha confianza (Noraima). Louisa era el único pariente con vida de Vania, además de su padre. Era una anciana prematura de sesenta y cinco años, alta, seca, de tono adusto y mirada firme, grave, tan grave como su austera ropa, negra de arriba abajo, que nunca tuvo una relación especial con su sobrina Vania.
Luego entrevista a Carlos Sanromán, un fotógrafo que rondaba los sesenta años, el que le hizo las primeras fotos a Vania. Aunque no aporta nada sobre su paradero, sabe mucho sobre sus primeros pasos en el modelaje: “Al comienzo era una chica normal, alta y delgada, por supuesto, pero normal. Lo de pasarse, porque se pasó, fue a partir de los quince o dieciséis.”(Pág. 32) “—. La anorexia casi la mató, debes saberlo, pero aun con ella... era preciosa, única. Ahora tendría treinta y cinco años, así que... La plenitud, chico. La plenitud. Toda una mujer.” (Pág. 32),“pero cuando vi a Vania a través del visor de la cámara... [...]¡La misma cámara la quería, que es algo esencial! No sólo eran aquellos ojos siempre tristes, su aspecto lánguido, su inocencia plagada de ternuras, también era el morbo que eso producía. Tenía trece años.¡Trece años! Pero no me equivoqué. En cuatro años ya estaba arriba. Yo creo que Vania nació sin edad. Te podría decir la clásica frase de que era una mujer atrapada en un cuerpo de niña y bla, bla, bla, pero era más.” (Pág. 33)
Estando con Sanromán, Jon conoce a Sofía, una aspirante a top model, muy linda, pero que no deja de ser como otras de las tantas chicas que quieren alcanzar la fama: “De cualquier forma, la de Carlos Sanromán no era precisamente una top, se notaba. Había decenas como ella, todas aspirantes a la gloria, aunque por el momento se conformasen con arañarle un poco a la vida.” (Pág. 29) “Fotografías, algún pase de peinados, zapatos o moda, salir de extra en cualquier película o de azafata en cualquier programa estúpido de la tele... Supervivencia. No tuve que preguntarle más” (Pág. 36) Tiene diecinueve años, casi veinte, su cabello era muy negro, ensortijado y largo hasta la altura de los hombros, sus ojos también eran negros, y su labios, generosos y anchos: “De lejos, o maquillada, podía aparentar la edad que quisiera, treinta incluso. Y ya la había visto sin ropa, así que sabía que era sugestiva.” (Pág. 37)
Ella le ayuda a Jon a ver desde el punto de vista de una modelo, y él le ayuda a ella dándole trabajo en zonas interiores (la revista de su madre): “Bien, tal vez hablar con una modelo de carne y hueso, aunque no fuese una top, ni tan sólo una de las de pasarela, me ayudase a realizar un mejor cuadro mental de Vania.”(Pág. 40)
Luego de esto Jon entrevista a Vicente Molins (el padre de Vania, que era casado cuando había seducido a su madre los cuarenta años), a Frederick Dejonet (tiene ochenta años y fue, a los sesenta, quien le hizo la primera cesión de fotos a Cyrille. Parecía más joven de lo que era, alto, con glamour, clase y elegancia, y se enamoró de Cyrille), a Trisha Bonmarchais (Es la directora de la agencia de modelos Pleyel. Fue esposa de Jean Claude Pleyel, en su tiempo había sido una notable modelo de pasarela y publicidad estática, influyente y con personalidad), a Robert Ashcroft (Fue novio de Vania, se casaron y al poco tiempo se separaron), a Nando Iturralde (Era un cantante que estuvo de novio con Vania) y a Bárbara Hunt (hermana menor de Jess, alta, de un metro setenta y cinco rubia, de ojos limpios, transparentes, boca grande, labios espectaculares, cuerpo esbelto y perfecto y sin retoques. No era una ingenua, pero si muy habladora y divertida, perceptiva, un torbellino de libertad:), entre otros.
Gracias a su perseverancia descubre más que una tumba: averigua que Noraima, la asistenta de Vania, estaba en Áruba, el Cairo, y va a buscarla porque sospecha que Vania está con ella. Cuando la encuentra ella dice que Vanessa estaba muerta, y le lleva a ver su tumba, pero Jon descubre que era mentira (y la tumba era falsa). Él se da cuenta de dos detalles: uno, que el la tumba de Vania no habían flores y en la de la hija de Noraima si, y dos, que en la casa había alguien que pintaba y no era Noraima porque ella tenía las manos sin pintura. Entonces ve a Vania en la casa por una ventana, logra hablar con ella a pesar de que Noraima no quería, y se hacen como amigos.
La historia termina con un final abierto, ya que no se sabe si Jon va a publicar que Vania estaba viva, pudiéndole así provocar problemas con el tema de los fotógrafos y paparazzis, arruinando su tranquila vida como modelo retirada, o publicar que estaba muerta mostrando las fotos que había tomado de su tumba y dejarla tranquila para siempre. En mi opinión elige lo segundo.
Me gustaría hablar ahora un poco sobre el artículo que le da la madre de Jonatan a él sobre las modelos.
El artículo plantea que la razón por la cual las modelos son delgadas es porque al serlo provocan una clase de deseo muy fuere; como se ven débiles, vulnerables, despiertan compasión y ganas de protegerlas. Infunden fuertes emociones que van desde la posesión hasta la enfermiza idea de la muerte: “El encanto de la destrucción acompaña a la adolescencia y la juventud como la marea a la Luna” (Pág. 83), “...las modelos superdelgadas incitaban a ser imitadas a cualquier precio, especialmente por las adolescentes.” (Pág. 84)
Las modelos comienzan cada vez más temprano la carrera, y no tienen supervisión psíquica, no van a la escuela, trabajan quince horas diarias y sufren cambios de horario al cambiar de continentes y sus vidas están llenas de estrés. Claro está que no a todas las modelos les sucede esto, pero la gran mayoría sufre las consecuencias de su impetuosa carrera. En contraposición tienen fama y fortuna, se casan con hombres poderosos, etc.
Las grandes agencias toleran el uso de drogas en sus modelos para venderlas mejor, y drogas como la heroína serán muy difíciles de sacar de la pasarela. Por esta razón (para adelgazar, para mantenerse delgadas, para soportar las presiones,...) muchas modelos se drogan, aunque no voy a generalizar porque no son todas.
Muchos intentan que resalte más el producto que se vende que la modelo, lo que requiere que la modelo sea flaquísima y casi “transparente”: “Los modistos las querían sin nada, sin pecho, sin caderas, casi sin rostro, aunque parezca contrasentido, andróginas, para poder modelarlas a su antojo con cada colección y cada pose.” (Pág. 32)
La anorexia y bulimia no solo está en las modelos sino que también son provocada por querer imitar su delgadez en los jóvenes y adolescentes, y estas enfermedades dejan huellas irreversibles, cuando no conducen a la muerte “Con diez y hasta nueve años de edad, un 12% de las niñas ha iniciado ya algún tipo de dieta. Tres de cada cuatro jóvenes de entre catorce y veinticuatro años de edad han seguido algún régimen.” (Pág. 86)
Hay muchas cosas que juegan en contra de las modelos porque les es imposible tener una vida normal, y relacionarte con familia y amigos como quisieran “Es tan duro que en el fondo todo está en contra. Si te enamoras, estás perdida. Si estás sola, estás perdida. Aviones, aeropuertos, ni soñar con tener un hijo, hombres que van a por ti pensando que pueden comprarte porque debajo de cada modelo hay una puta. Todo en contra, pero basta con el placer que se siente por dentro para superarlo, ¿entiendes? Una modelo de pasarela vive en esos minutos que está encima de ella casi toda una vida [...] Eso, amigo mío, es poder. Y poder es placer.” (Pág. 102)
Para finalizar diré que la vida de las modelos es dura en extremo y que la anorexia que pueden padecer es terrible, y lo más terrible es que la misma sociedad imponga este estilo que puede conducir al deterioro físico, moral, y hasta a la muerte.
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El reino del dragón de oro
Isabel Allende
El tema principal es El contraste entre la codicia de algunos y la sencillez de otros. En esta historia los codiciosos serían el coleccionista y el especialista, ya que quieren robar la estatua del Dragón de Oro sin perturbarle la importancia espiritual que tiene para la gente del Reino Prohibido. El pueblo del Reino Prohibido es en extremo sencillo, ya que no tiene gran apego por las cosas materiales y no les interesa el poder: “- Nada de lo que usted tiene puede tentar a ese rey. No le interesan las cosas materiales [...]-¿Y el poder? ¿Bombas nucleares, por ejemplo? –No, definitivamente.” (Pág. 160) Yo creo que Allende, mas allá de querer entretenernos con esta linda historia, nos quiere hacer descubrir el valor y la sencillez de las enseñanzas budistas.
La historia de Alexander comienza unos meses antes de sus vacaciones, cuando llega con su abuela Kate al aeropuerto; en forma paralela al otro lado del mundo se encuentra la historia de Dil Bahadur y su maestro Tensing, que comienza cuando ambos llegan al valle de los Yetis. En el capítulo Nº 11, El Jaguar totémico, estos cuatro personajes se unen y continúan su viaje juntos, hasta el término de las vacaciones de Alexander. Por lo tanto dura aproximadamente unos cuatro meses: “Desde mañana estaré de vacaciones... -¿Y? – Pensé que, si yo pago mi pasaje, tal vez pudieras llevarme contigo en tu próximo viaje” (Pág. 51), “Pasaron dos o tres eternos minutos antes que los primitivos cerebros de los Yetis recordaran la visita del lama, varios meses antes” (Pág. 242)
Las aventuras se desarrollan en diferentes lugares: En el valle de los Yetis, en Nueva York, en India, (Nueva Delhi) y principalmente en el Reino Prohibido (Himalaya): “Entretanto, al otro lado del mundo, Alexander Cold llegaba a Nueva York acompañado por su abuela Kate” (Pág. 37), “Aterrizaron en Nueva Delhi por la mañana.” (Pág. 77) “Desde el aire habían visto el maravilloso paisaje del Reino Prohibido: entre la majestuosa cadena de montañas nevadas había una serie de angostos valles y terrazas en las laderas de los cerros donde crecía una lujuriosa vegetación semitropical” (Pág. 101)
Voy a contar esta historia centralizándome en demostrar como es la cultura de este reino tan puro, escondido entre las montañas y valles del Himalaya.
Alexander Cold es un joven de 16 años americano, protagonista de la ciudad de las bestias. Quiere que lo llamen jaguar, ya que este es su animal totémico: “-También quedamos en que tú me llamarías jaguar – replicó el muchacho, imperturbable. – De jaguar no tienes ni un bigote, eres un pobre gato despelucado.” (Pág. 49) Es hijo de Lisa y John Cold, y nieto de la excéntrica Kate. Cuando partieron al viaje al amazonas el la ciudad de las bestias, Alex era un chiquillo mimado, y cuando regresaron, se había convertido en un hombre. Era alto y de facciones angulosas, había adquirido color de madrea bajo el fuerte sol amazónico, tenía (cuando regresan del viaje) un corte de pelo hecho por los indios con una peladura circular afeitada en medio de la cabeza, donde lucía una cicatriz. Tiene experiencia escalando montañas gracias a su padre, y por ello se libran de muchas situaciones complicadas: “Y ante los ojos atónitos de Tensing y Dil- Bahadur [...] descendió como una araña por el precipicio” (Pág. 184) Su relación con su abuela Kate es muy buena, aunque ella se empecine por demostrar frialdad: “...era su abuela de siempre, la sonrisa había sido una ilusión óptica” (Pág. 68)
Nadia Santos, o Águila (este es su animal totémico), es una gran amiga de Alex. Tiene 14 años y es hija de césar Santos, una chica muy singular. Es una niña etérea, toda color de miel, sencilla en extremo, y no le importan las cosas materiales. Tiene un monito llamado Borobá, que le ayuda en muchas ocasiones. Conoció a Alex durante su aventura al amazonas, en la ciudad de las bestias.
Kate Cold es la abuela de Alexander. Es muy excéntrica, desprolija, desordenada, de pocas palabras y medidas extremas. Tiene el cabello gris cortado por ella misma sin mirarse al espejo, lentes rotos, usa la ropa cómoda y sencilla (pantalones anchos, botas de combate y una bolsa excursionista), y tiene muchas arrugas: “En ese tiempo ella era una joven de piel de porcelana e indómita cabellera roja; ahora lucía más arrugas que un pergamino y unos pelos grises cortados a tijeretazos y tiesos como las cerdas de in escobillón.” (Pág. 41) Siente un gran cariño por su nieto Alexander, pero lo oculta porque le da vergüenza y se comporta rudamente con él.
Comenzaré a narrar por cuando Alexander, Nadia, Kate, Joel Gonzáles y Timothy Bruce (fotógrafos) llegan de un tortuoso viaje en avión al Reino Prohibido, debido a que tenían que investigar sobre un misterioso Dragón de Oro, yendo a través de la cordillera del Himalaya. Los acompaña, Judit Kinski, una “arquitecta de jardines”.
Para aclarar como es el paisaje diré que el Reino Prohibido se encontraba entre una majestuosa cadena de montañas nevadas; había una serie de angostos valles y terrazas en las laderas de los cerros donde crecía una lujuriosa vegetación. Las aldeas estaban salpicadas por aquí y por allá, en lugares casi inaccesibles, y la capital quedaba en un valle angosto y largo, entre altas montañas: “Parecía imposible maniobrar el avión allí, pero el piloto sabía muy bien lo que hacía” (Pág. 101) El Reino Prohibido era como un santuario ecológico, y tenía muchas especies exterminadas en el resto del mundo.
Para describir la vestimenta citaré algunas frases; “Al pie de la escalera esperaban cuatro dignatarios ataviados con traje de ceremonia: faldas de seda atadas a la cintura con apretadas fajas de color azul oscuro, signo de su rango de ministros, chaquetas largas bordadas con corales y turquesas, altos sombreros de piel terminados en punta con adornos dorados y cintas.” (Pág. 102), “Acompañaban al rey algunos dignatarios, vestidos espléndidamente, con telas a rayas, chaquetas bordadas y sombreros adornados con grandes hojas de oro, aunque varis llevaban zapatos occidentales y maletines ejecutivos. Había varios monjes con sus túnicas rojas” (Pág. 114) Para ser precisos los jóvenes del Reino Prohibido habían comenzado a adoptar la vestimenta (y también otras cosas como la música) de otras culturas, pero respetaban lo tradicional.
Hasta ahora los atuendos que describí fueron muy ostentosos, pero el rey era el más sencillo, y se distinguía como rey no por sus lujos sino por su porte magnífico y autoritario: “...vestido con una sencilla falda larga, o sarong, rojo oscuro, que le cubría la parte inferior del cuerpo, y una tela color amarillo azafrán sobre el hombro. Llevaba la cabeza descubierta y afeitada. Iba descalzo y sus únicos adornos eran una pulsera de oración, hecha con cuentas de ámbar, y un medallón colgado al pecho. A pesar de su extrema sencillez, que contrastaba con el lujo de los demás, no tuvieron ni la menor duda de que es hombre era el rey.” (Pág. 102 y 103)
Algunas de las comidas típicas eran: hígado de yak, pulmón de oveja, patas de cerdo, ojos de cabra y salchichas de sangre sazonadas con mucha pimienta y páprika. Lo cortés era ofrecer primero las bolitas a los visitantes (se comía en bolitas).
Continuando con las historia, nuestro grupo (a excepción de Judit) se instala en la casa de Wandgi (un habitante del Reino Prohibido, su guía e intérprete), su hija Pema y su numerosa “familia”. Al día siguiente de su llegada se celebraba un festival religioso, que coincidía con la luna llena y el cumpleaños del rey. Todo Tunkhala (la ciudad) se volcó a la calle para festejar. En las celebraciones todo era gratis, y se festejaba que Sidarta se convirtió en Buda luego de meditar seis días y en una noche de luna comprender todos los principios y procesos de la vida.
Durante las celebraciones Nadia, Pema y otras tres chicas son raptadas por Tex armadillo y hombres de la secta del escorpión (una secta que secuestraba mujeres). Tex armadillo y los hombres de la secta del escorpión había sido contratado por el especialista (al final se sabe que es Judit) para robar la estatua del Dragón de Oro, para vendérsela al coleccionista, el segundo hombre más rico del mundo.
Judit Kinski, o el especialista, era una mujer que se hacía pasar por arquitecta de jardines pero en realidad se especializaba en conseguir cualquier cosa para sus clientes. Va al Reino Prohibido para robar la estatua del Dragón de Oro para el coleccionista, y enamora al rey Dorji para que su plan funcione. Ella contrató a Tex Armadillo y a la secta del escorpión.
Tex armadillo tiene aproximadamente 40 años, es ayudante de Judit, y luego la traiciones. Sus ojos eran de un azul claro, inexpresivos, parecían muertos, su sonrisa movilizaba las arrugas de la cara, pero no pasaba de los labios. Lleva el cabello largo y peinado con docenas de trenzas delgadas, que van atadas detrás con una tira de cuero. Al cuello lleva un collar de cuentas y sobre el pecho una bolsita de gamuza que cuelga de una tira negra.
Las chicas son llevadas por sus secuestradores a una cueva en las montañas, y Alexander decide ir a buscarlas.: “Acurrucadas junto al fuego, cuatro niñas cautivas temblaban de frío y terror” (Pág. 139) Pero Borobá, el mono de Nadia, se adelanta y le ayuda a escaparse. Nadia escala la montaña para poder ver hacia donde ir, pero se cae en un pozo y se lastima el brazo. Borobá va a avisarle donde esta su dueña a Alex, y este la va a buscar allí.
Paralelamente a la historia de Alex y Nadia se desarrolla la del maestro Tensing y el príncipe Dil Bahadur, en las montañas del Himalaya. Al comenzar la novela ellos llegan al valle de los Yetis y los salvan del agua envenenada que ellos tomaban y que mataba a sus crías.
El maestro Tensing era el encargado de enseñarle al príncipe todo para que pueda llegar a ser un buen rey. Le enseñó el código del Dragón de Oro, a desprenderse de lo material, a ignorar el dolor físico, a separar su mente de su cuerpo, a no tomar en cuenta el miedo, a no temer a los Yetis y otras cosas importantes para la clase de vida pura y sin codicia que debía llevar el príncipe: “- El miedo no es real, Dil Bahadur, solo está en tu mente, como todo lo demás. Nuestros pensamientos forman todo lo que suponemos que es la realidad” (Pág. 13) Tenía el aspecto de un atleta: “Sus espaldas y brazos eran puro músculo, su cuello tenía el anche del muslo de un hombre normal y sus piernas parecían troncos de árbol” (Pág. 13), y su cuerpo de guerrero contrastaba con su rostro sereno, sus ojos dulces y su boca delicada, casi femenina, siempre sonriente.
Dil Bahadur es el príncipe del Reino del Dragón de Oro y el discípulo de Tensing. Su nombre significa “corazón valiente”, y tiene 18 años. Desde los seis años ha vivido en las montañas del Himalaya para fortificar su carácter y su manera de pensar. Es bueno, algo impaciente, fuerte y robusto, con un gran espíritu y sencillez. Cuando la conoce, se enamora de Pema.
Pema es una chica que vivía en el Reino del Dragón de Oro, y que se destaca por su valor, sus ánimos y la pureza de su espíritu. Defiende a sus asustadas compañeras cuando son raptadas, y les da coraje para escapar. Al final se casa con el príncipe Dil Bahadur.
Las historias se unen porque Nadia, casi inconciente por el golpe que se dio, pide ayuda como águila, y Tensing y Dil Bahadur acuden y se encuentran con Alex, que fue guiado hasta allí por el simpático Borobá. Ayudan a Nadia y deciden ir juntos (menos Nadia), a rescatar a las otras niñas. Lo logran y ellas les dicen que habían oído que los hombres tenían planes con el rey Dorji y la estatua del Dragón de Oro.
Mientras tanto los hombres de la secta del escorpión roban la estatua junto con Tex armadillo.
Nuestro grupo decide que las chicas irán al pueblo a avisar sobre el plan codiciosos de esos hombres, y el resto (Nadia también va) irá a buscar ayuda al valle de los Yetis.
Aquí sucede un hecho que quiero resaltar: para poder bajar por la montaña las chicas renuncian a su cabellera, cortándola toda (necesitaban una soga para bajar). Creo que es muy importante porque el cabello era algo muy significativo para las mujeres: “Nunca un par de tijeras tocaba la cabellera de una mujer del Reino Prohibido, porque se consideraba el mayor atributo de belleza y feminidad. Las solteras lo usaban suelto y se lo perfumaban con almizcle y jazmín; las casadas lo untaban con aceite de almendras y lo trenzaban, [...] Solo las monjas renunciaban a sus cabelleras y pasaban sus vidas con la cabeza rapada” (Pág. 231), y creo que si se la cortan para poder ayudar al rey están haciendo un lado su vanidad y pensando en los demás, algo que muchos no harían, y que demuestra que lo que más importa no es el exterior de uno.
Cuando van al valle de los Yetis encuentran que ellos están dispuestos a ayudar, y se dirigen con los Yetis al monasterio Chanthan Dzong, donde escucharon que la estatua sería llevada.
Judit logra que el rey Dorji le diga el código del Dragón de Oro mediante engaños, y Tex Armadillo lo escucha y la traiciona, y le dispara a Dorji. En ese momento llegan los Yetis, terminando con la resistencia de los de la secta del escorpión. Entonces Tex Armadillo intenta irse en helicóptero con la estatua, pero pierde el equilibrio y se estrella, destruyendo la estatua y muriendo.
Antes de morir el rey le revela a su hijo, a quien no veía desde hacía años, que en realidad el objeto mágico que había ayudado durante generaciones a los reyes no era la estatua de oro del dragón sino la piedra negra en donde esta se apoyaba.
Esto es muy importante porque significa que la gente codiciosa se dejó llevar por la apariencia espléndida del Dragón de Oro, y que en realidad lo más sencillo y disimulado, la piedra negra, era lo que más valía.
Por otro lado, también está el tema de que el pueblo creía que la estatua traía prosperidad y defendía las tierras, pero que en realidad lo que había mantenido bien al Reino Prohibido había sido la buena actitud de sus gobernantes: “-Tal vez no sea la estatua, sino la sabiduría y prudencia de sus gobernantes las que hallan mantenido a salvo al país-” (Pág. 322)
En conclusión, no podemos fiarnos de una cosa solo por su aspecto físico, ya que tenemos que ver que hay detrás de la apariencia, o, como en el caso del Dragón de Oro, debajo. (La piedra negra en dónde se apoyaba). También que las personas codiciosas son las que peores lo pasan, porque siempre desean otra cosa y nunca están conformes con lo que tienen, como del segundo hombre más rico del mundo que quería ser el primero y sufría por eso. Los monjes budistas y guías espirituales del Reino Prohibido son un ejemplo de sencillez y paz interior, a los que Allende nos quiso acercar un poquito con esta novela.
Para terminar voy a citar la página http://www.proyectopv.org/1-verdad/sencill.html que habla sobre lo que realmente es la sencillez, algo que los monjes budistas y la mayoría de la gente del Reino Prohibido tenía:
“La sencillez.
La sencillez es esencial, sólo puede surgir cuando empezamos a comprender el significado del conocimiento propio.
Creemos que es una expresión externa, pocas posesiones, ropas, cosas, pero eso no es sencillez. La verdadera sencillez sólo puede originarse interiormente, y de ahí proviene la expresión externa. Lo que uno es en su interior fluye al exterior.
Interiormente somos prisioneros, aunque en lo externo parezcamos muy sencillos. Deseos, apetitos, ideales, de innumerables móviles somos esclavos. Y, para encontrar la sencillez debemos ser libres. Al investigar nuestro ser nos hacemos cada vez más libres y más sensibles.
El hombre religioso no es, en realidad, el que viste una túnica o el que ha hecho votos, sino aquél que es interiormente sencillo, aquél que no está "transformándose" en algo. Una mente así es capaz de una extraordinaria receptividad, porque no tiene barreras, no tiene miedo, no va en pos de nada y es, por lo tanto, capaz de recibir la gracia, de recibir a Dios, la verdad o como os plazca llamarlo. Sólo entonces puede haber felicidad, porque la felicidad no es un fin, es la expresión de la realidad.
A partir de aquí surge una sencillez, una humildad que no es virtud ni disciplina. La humildad que se consigue deja de ser humildad. Una mente que se vuelve humilde ya no es humilde. Sólo cuando se tiene humildad (no una humildad cultivada) puede uno hacer frente a las cosas apremiantes de la vida.
La sencillez atrae al instinto, la intuición y el discernimiento para crear pensamientos con esencia y sentimientos de empatía. Sencillez es la conciencia que llama a las personas a replantearse sus valores.
La sencillez combina la dulzura y la sabiduría. Es claridad en la mente e intelecto, ya que surge del alma
Sencillez es la conciencia que dirige una llamada a la gente para que replantee sus valores.”
Instituto: María Ana Mogas
Curso: 2º Mercantil
Profesora: Alejandra Giacomazzi
Fecha de entrega: 19/05/10
Los ojos del perro siberiano
Antonio Santa Ana
En mi opinión el tema principal de esta novela es El SIDA y la discriminación hacia las personas que lo padecen.
La gente reacciona ante las personas con esta enfermedad con intolerancia, indiferencia o compasión, pero no las sigue tratando igual: “-Pero a mí no me dejan verte, nunca te nombran y si lo hacen no es para nada bueno-” (Pág. 77), “Hay cosas de las que es mejor no hablar” (Pág. 73). En esta historia un animal, el perro siberiano, sigue viendo a su amo con los mismos ojos de antes, mientras que la sociedad, guiada por los prejuicios, lo discrimina: “Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. [...] Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.” (Pág. 94-95)
La historia transcurre en una noche en la que el protagonista decide repasar su historia con el propósito de sentirse más liviano por la mañana, cuando deba tomar su avión para ir a la universidad en estados unidos: “Perdonen si este párrafo es confuso. Quiero contar toda la historia esta noche. Mañana me voy. [...]Pero no se si podré” (Pág.10)
El protagonista narra la historia en la casa en la que vivía con sus padres, en su habitación, aunque no lo especifica: “Acaba de venir mi madre para avisarme que ya están listos para ir al aeropuerto” (Pág. 133) Su casa se encuentra en San Isidro.
El Protagonista en esta novela tiene 17 o 18 años aproximadamente, y no se menciona su nombre. De su apariencia física se sabe que tiene el cabello color castaño de su padre y los ojos marrones de su madre. Es el hermano menor de Ezequiel, el muchacho con SIDA. Tiene una relación algo distante con sus padres: su madre nunca le dio tanto amor a él como a sus plantas, y su padre se ocupaba de sus asuntos y lo dejaba tranquilo: “Mi madre cultiva y cuida sus hiervas con un amor y una dedicación que creo no nos dio a nosotros. Estoy exagerando, pero no mucho” (Pág. 12) “Él, bueno, él... él se ocupaba de lo suyo, es decir de sus negocios y sus cosas, cosas que nunca compartió con nosotros” (Pág. 13) Su mejor amigo es Mariano, aunque nunca lo eligió como tal sino que se hicieron amigos simplemente porque pasaban mucho tiempo juntos: “Se supone que a los amigos se los elige. A Mariano yo nunca supe si lo elegí o si cuado llegué al mundo simplemente él me estaba esperando” (Pág. 19)
Ezequiel es el hermano mayor del protagonista. De chico colmaba todas las expectativas de sus padres: era buen alumno, un hijo ejemplar y todo lo que podrían haber deseado. Nació pesando más de cuatro kilos, con el pelo negro de la madre y los ojos azules del padre: “Era la síntesis perfecta de lo mejor de cada uno de ellos, la cara ovalada, la nariz recta. Un precioso niño” (Pág. 14) Antes de tener SIDA era el centro de atención de sus padres. Ezequiel salía desde los 13 años con Virginia, que quedó embarazada, pero interrumpió el embarazo. El padre de Virginia y el de Ezequiel quisieron obligar a este a que se case con Virginia, pero no quiso. Entonces se fue de la casa. Tocaba el chelo, le gustaba mucho leer, y trabajó en un estudio de diseño gráfico por dos años (lo despidieron por tener SIDA). Siente un gran cariño por su perra Sacha, a quien rescató de que la mataran, ya que por ser la última cría la consideraban impura y débil.
Me gustaría relatar esta novela desde que el protagonista decide ir a la casa donde vivía su hermano Ezequiel y averiguar por qué sus padres se comportaban de una forma tan rara con él, y luego enfocarme en las muestras de intolerancia y discriminación hacia Ezequiel.
El viaje que realiza a la casa de Ezequiel le cambia la vida. Antes de que Ezequiel le cuente que tiene SIDA, hablan de Sacha, el perro siberiano de este. Yo creo que lo que dice sobre su perro lo dice haciendo referencia a sí mismo, ya que ambos son despreciados por la sociedad (El perro era el más chiquito de la cría, él último que nació, por lo que lo iban a matar): “Los criadores viven de la pureza, ese es su negocio, no les conviene que haya perros impuros dando vueltas por ahí” (Pág. 31) “La gente no entiende nunca lo que es diferente. En una época los metían en manicomios, en otras en campos de concentración- suspiró-la gente le tiene miedo a lo que no entiende. Si la sociedad margina a los que son diferentes, qué destino puede tener un perro que tiene las orejas un poco más grandes” (Pág. 31-32) Supongo que Ezequiel se siente identificado con su perro y en parte por eso lo quiere tanto.
Su visita termina cuando el protagonista pregunta como se contagió, y Ezequiel se enoja “Acá tenemos un futuro criador de perros” le dice, pensando que lo había enviado su padre. “Y por más que viva eternamente nunca voy a poder tener una vida normal”: esta es la última frase que le dice Ezequiel a su hermano ese día, y hace referencia en parte a la discriminación hacia las personas con SIDA.
Debo aclarar un poco la postura que adoptaron los padres de Ezequiel sobre su enfermedad. Claramente están avergonzados de su hijo, y hasta enojados con él “Mi familia nunca le perdonó ninguna de las dos cosas, ni que se haya ido, ni que se halla muerto” (Pág. 9) Investigando un poco sobre el tema uno puede saber que el SIDA no se puede contagiar por el contacto diario (abrazos, estornudos, beber del mismo vaso, usar la misma ropa) y es más que posible que las familias de los enfermos continúen teniendo una vida bastante normal con ellos y que los apoyen. Lo correcto habría sido que los padres de Ezequiel se hubieran acercado más a él y que lo hubieran ayudado lo más posible, pero encaminados por los prejuicios se alejaron de su hijo y se avergonzaron de él solo por estar enfermo.
El padre es corpulento, tiene 65 años, cabello color castaño y ojos azules, una mirada terrible: “Tiene una mirada terrible, una de esas miradas que bastan para que uno se sienta en inferioridad de condiciones, una de esas miradas que hacen que su portador valla por el mundo pisoteando todo lo que se le porga en el camino” (Pág. 13) En su juventud fue pilar en el San Isidro club. Tenía una relación fácil con su hijo: si el se sacaba buenas notas, hacía deportes, lo obedecía y respetaba, no había problemas. Se ocupaba de sus negocios y sus cosas, y no lo compartía con sus hijos. “Él, bueno, él... él se ocupaba de lo suyo, es decir sus negocios y sus cosas, cosas que nunca compartió con nosotros” (Pág. 13) Le gustaba escuchar música clásica y jugar al ajedrez.
A la madre le gusta cultivar y cuidar sus plantas, y lo hace con un amor y una dedicación que no les había dado nunca a sus hijos. En los instantes en que estaba con el protagonista en el jardín con las hiervas, fueron los únicos en los que estuvieron realmente comunicados: “Pero cada vez que me imagino a mi madre, la veo arrodillada con una tijeras de podar, sus guantes, un sombrero de paja o un pañuelo, hablándoles a sus plantas” (Pág. 12)
“Dado que yo nunca había tenido interés en relacionarme con mi hermano, mi padre sostuvo que era mejor continuar así” (Pág. 68) “Yo no podía entender su actitud con Ezequiel, me parecía terriblemente injusto...” (Pág. 72): los padres de Ezequiel también quieren que su otro hijo se aleje de él, que no tengan ningún vínculo. En parte gracias a eso el protagonista decide conocer mejor a su hermano y reconocerlo como tal, por el misterio que provocaba que nadie quiera hablar de Ezequiel y que nadie quiera que lo vea “Su nombre había sido tantas veces susurrado, tantas veces callado, que se había convertido en un enigma, en un misterio. Y eso siempre es atrayente” (Pág. 62) “Pero a mi no me dejan verte, nunca te nombran y si lo hacen no es para nada bueno” (Pág. 77)
En esta historia hay muchos silencios, muchas cosas que se callan y que son las que más nos dicen. Esto se debe a que todos intentan ocultar no solo la enfermedad de Ezequiel, sino también a Ezequiel mismo, y hasta mienten para lograrlo: “hay cosas de las que es mejor no hablar” (Pág. 73) Los padres de Ezequiel le ocultan a los amigos de la familia y conocidos la enfermedad de su hijo, cambiándola por leucemia “Mis padres, al no poder evitar la evidencia de que Ezequiel se iba a morir, tuvieron que inventarle una enfermedad” (Pág. 114) Me parece algo terrible, algo vergonzoso lo que hicieron, como si morir de leucemia fuera mejor que morir de SIDA, y realmente la siguiente frase en defensa del SIDA me parece preciosa: “Como si fuera algo más digno morirse de leucemia que de SIDA. Como si fuera algo indigno ser sidoso. Como si en la muerte hubiera alguna dignidad” (Pág. 114)
Una gran muestra de intolerancia es la que da Mariano, el mejor amigo del protagonista. Éste no sabe si lo eligió como amigo o simplemente estaban destinados a serlo: “Se supone que a los amigos se los elige. A Mariano yo nunca supe si lo elegí o si cuando llegué al mundo él simplemente me estaba esperando” (Pág.19) Sus padres eran compañeros de estudio y tuvieron negocios, lo que facilitaba su amistad. Hasta poco después de los once años fueron amigos, cuando Mariano se enteró de que Ezequiel, hermano del protagonista, tenía SIDA. Decide cortar toda relación con su amigo, por miedo al contagio. Realmente fue una actitud terrible, porque era imposible que se contagiara por el hermano de alguien con SIDA, pero supongo que, como dijo Ezequiel en una ocasión, tenía miedo a lo que no entendía. Esta es una muestra de lo mal que puede actuar la sociedad con las personas con esta enfermedad: “No seas ridículo. Nunca fue tu hermano, durante años no te importó. No lo veas más, ¿No te das cuenta de que te podes contagiar?” (Pág. 80), “Me evitó en todos los recreos. Yo no salía de mi asombro. Hasta que me di cuenta de que me estaba haciendo pagar “mi culpa”. Yo era hermano del sidoso” (Pág. 84), “Al volver a mi casa me encerré en mi cuarto a llorar toda la tarde. Esa iba a ser la primera de las muchas muestras de intolerancia que recibiría durante lo que le quedaba de vida a Ezequiel” (Pág. 84) El protagonista piensa que Mariano le hace un gran favor a no contar nada sobre la enfermedad de Ezequiel, pero luego comprende que no era así “Con el tiempo comprendí que no me hacía ningún favor, que no debía agradecerle nada, que la enfermedad de Ezequiel no era algo vergonzante.” (Pág. 86)
Otra instancia de discriminación muy grave es la del trabajo de Ezequiel, que al enterarse de su enfermedad luego de que estuviera internado por primera vez, lo despide. Y esto que le sucede a Ezequiel es una realidad que le sucede a la gente con SIDA. Se calcula que aproximadamente el 90% de los 10 a 30 millones de personas infectadas en el mundo está en el grupo de edad económicamente activa, y esta cifra demuestra claramente la incidencia que tiene el SIDA en el área del trabajo, y los problemas que puede tener esta gente. Es necesaria, pues, la imposición inmediata de definición de políticas en las empresas para evitar estos despidos innecesarios y que demuestran los prejuicios de la sociedad. Ezequiel trabajaba desde hacía ya dos años en un estudio gráfico, y lo despidieron argumentando razones presupuestarias: “Ezequiel no les creyó; después de la experiencia con Mariano, yo tampoco” (Pág. 91) “...diez días de internación de los que salió con la prescripción médica de tomar AZT y sin trabajo” (Pág. 90) El padre de Ezequiel está de acuerdo en que perdiera su trabajo, decía que debido a su enfermedad era lógico: “...y por otra parte sostenía que era lógico que se quedara sin trabajo, que él como empleador tampoco tomaría riesgos si un empleado suyo tuviera SIDA, hay que pensar en los demás, decía” (Pág. 91)
La abuela de los chicos quiere que el padre le de trabajo a Ezequiel en su empresa, pero este se niega por miedo al contagio. La abuela era cariñosa, y quería lograr que sus nietos se acercaran y se vincularan nuevamente. Es la única que pudo en una ocasión dejar al padre sin habla. Ella no dejó de ve a Ezequiel cuando se fue de la casa de sus padres, ni cuando se enteró de que tenía SIDA, y siente una gran lástima por él, lo acompaña hasta el final: “No, no te sorprendas. Es mi nieto. Que se haya ido de la casa de tus padres no cambia las cosas. Es más, a mí me parece totalmente natural, no puedo entender por qué hacen tanto escándalo. Si vos te pelearas con tus padres, yo te seguiría queriendo igual, es algo totalmente lógico.” (Pág. 49) “... Me puse tan contenta cuando me enteré de tu visita” (Pág. 49) “La abuela y yo solamente lo acompañamos hasta el final” (Pág. 115)
Ezequiel termina muriendo sin el apoyo de sus padres, muriendo prácticamente solo, negado por su familia (cuando murió el padre estaba de viaje); “Tenía la soledad de los muertos, de todos los muertos, pero también, la soledad de la muerte joven. La soledad de una muerte negada por su familia” (Pág. 115) “Alguien dijo una vez, no se quien, que el SIDA es como una guerra, son los padres los que despiden a sus hijos. Ezequiel no tubo esa suerte.” (Pág. 115) “El SIDA es como una tormenta, nadie quiere sacar la cabeza para ver que hay afuera” (Pág. 108)
Algo que hay que resaltar es que Ezequiel nunca perdió el entusiasmo por vivir, ni la alegría, que nunca se entregó “Ninguna enfermedad te enseña a morir. Te enseñan a vivir. A amar la vida con todas las fuerzas que tengas. A mí en SIDA no me quita, me da ganas de vivir” (Pág. 129) Una vez leí que el SIDA sí es una enfermedad incurable, pero que no es una enfermedad mortal (Haciendo referencia a que no te saca ganas de vivir)
Para terminar me gustaría agregar estas frases sacadas de http://www.monografias.com/trabajos 4/elsida/elsida.shtml que me parece que aclaran un poco sobre esta enfermedad en cuanto a lo moral:
“Esta enfermedad no destruye la condición de persona y el virus no destruye la identidad. Sí, sufrimiento humano
No, castigo de Dios
El reconocimiento se realiza según indicadores objetivos y no según opiniones de conciencia.
Sí, epidemia
No, flagelo
Esta enfermedad puede afectar a la población en general, y no es azote o instrumento de castigo a grupos particulares.
Sí, enfermo
No, víctima
Se trata del padecimiento del ser humano y no de una pena que se impone por delitos o faltas a leyes divinas o humanas.
Sí, enfermedad incurable
No, enfermedad mortal
Es una enfermedad que por hoy no se puede curar, pero en algunos no es necesariamente mortal.
Sí, diagnostico medico
No, diagnostico moral
Las personas con SIDA son enfermas porque padecen perdida de la salud como una realidad de las consecuencias de su propia vida, y no por transgresiones por las que deben ser penalizadas y discriminadas.”
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Las chicas de alambre
Jordi Sierra i Fabra
El tema principal es, en mi opinión, la anorexia en el mundo del modelaje, aunque hay otros temas: “Eso representaría hablar de muchos temas, del mundo de la moda, del de las top models, de drogas, de anorexias y bulimias, del éxito y del fracaso, de las fans, de los referentes sociales, de por qué los mitos se crean y se destruyen y de por qué influyen tanto en la gente.” (Pág. 47)
Las modelos son personas que viven mucho en muy poco tiempo, son adultas prematuramente, y a los veinticinco años ya están llegando al fin de su carrera: “El mundo de la moda las olvidó rápido, a las tres. Cada año surgían nuevos rostros, nuevas historias, y las pasarelas encumbraban a media docena de nuevas diosas de la imagen, con sus nuevas estéticas y sus nuevas formas. La palabra clave era ésa: nuevo. Joven y nuevo. Brillante y nuevo. Velocidad.”(Pág. 19) "Vive deprisa, muérete joven, y así tendrás un cadáver bien parecido" (Pág. 83) “Veinticinco años y dijo adiós, lo dejó todo” (Pág. 19) El éxito puede ser considerado como tal solo con conseguir fama, pero el verdadero éxito se logra junto con sentir orgullo por uno mismo: “La profesión de modelo la llenaba, pero no le había dado lo más importante: el orgullo de sentirse bien consigo misma” (Pág. 181)
De más esta decir que las tops son modelos para muchas jóvenes, y ejercen una influencia muy fuerte sobre ellas, algo que puede llegar a tener graves consecuencias como en el caso de las modelos de la historia: “la fascinación que las Chicas de Alambre ejercieron sobre las adolescentes de aquel tiempo creo que aún no había sido superada. Pese a su aspecto enfermizo por culpa de las drogas y la anorexia, las auténticas lacras de ese mundillo tan duro, habían sido amadas, deseadas, utilizadas. Un modelo a seguir.” (Pág. 20), “Juntas fueron el modelo de miles de chicas, tan anoréxicas como ellas por degeneración. Juntas crearon un estilo por encima de los estilos que ya propugnaban la delgadez física, y juntas sucumbieron en unos pocos años.”(Pág. 18), “Vania había sido una musa, una imagen de marca, un espejo, un símbolo; muchas cosas demás de una muñeca rota.” (Pág. 19) “Toda su habitación estaba llena de fotografías de Jess, de Cyrille y de Vania. Llena. Era lo que se llama «una fan». Las imitaba en todo, pero esencialmente en querer estar como ellas. Murió de anorexia...” (Pág. 147)
En la historia las tops o modelos no pueden soportar las presiones y terminan drogándose, siendo anoréxicas, suicidándose, y las que pueden sobrevivir descubren, como Vania, que la vida es algo más que el culto al cuerpo y la fama: “Un modelo a seguir. Casi parecía un chiste, el peor de los contrasentidos. Un modelo a seguir y su fin había sido tan triste como...” (Pág. 20)
La historia transcurre durante la investigación de Jon Boix, aproximadamente en dos semanas: “—Hoy he dormido más de ocho horas, y la semana pasada, en los United States, también me porté como Dios manda.”, (Pág. 171) “Llevaba dos semanas dando tumbos por eso” (Pág. 201)
Durante su investigación sobre Vania, Jonatan viaja por distintos países: a Madrid, a París, a Nueva York, a Los Ángeles, a San Francisco, y el último y más importante lugar es Áruba: “Iré primero a París para hablar con la mujer de Jean Claude Pleyel y con el que se trajo a Cyrille a Europa. De París saltaré a Nueva York, para ver al ex marido de Vania. Después, Los Ángeles, a por los padres de Jess Hunt, y a San Francisco, a por los padres de Nicky Harvey. Con eso terminaré por allí.” (Pág. 54)
Jonatan Boix es el protagonista de la historia, un joven de 25 años que trabaja como periodista en zonas interiores (revista cuya directora es su madre, Pula Montornés). Es muy positivo, voluntarioso, romántico, confiado, no tiene mucho apego por las cosas materiales y le encanta su profesión: “-No importa- impedí que acabara la frase-no te había dicho donde está la llave si no fuera así. – Eres demasiado confiado ¿No tienes miedo a que te vacíen esto? [...]-No me gusta vivir atemorizado ni en jaulas de cristal.” (Pág. 156)
Su madre le encarga que investigue sobre una de las wire-girs: estas habían sido tres modelos en extremo delgadas que habían hecho furor hace diez años: Cyrille, Jess y Vania.
El verdadero nombre de Cyrille era Narim Wirmeyd. Había nacido en El Cairo, Egipto, pero era hija de somalíes. (Era egipcio-somalí) Su padre la había vendido a un traficante de camellos después de regresar a Somalia, cuando tenía doce años. Ella se le escapó a los pocos meses, ya con trece años y llegó a Etiopía. Allí logró despertar el interés de un hombre de negocios británico, que la empleó en su casa, y al año, un amigo de éste se la llevó a París. Allí Jean Claude Pleyel, supo ver que ella era especial, capaz de enamorar a la cámara y de vender lo que se pusiera encima. Así nació Cyrille como modelo. Físicamente era negra y de piel brillante como el azabache, cabello corto, ojos de tigresa, oscuros y misteriosos, boca pequeña, labios rojos de fresa, su rostro parecía cincelado por un Miguel Ángel africano capaz de consumar una obra maestra, medía como uno ochenta y era delgada en extremo: “...fue como si diez mil años de historia de África se concretaran en su cuerpo y en su imagen. Aquella belleza única, explosiva, natural, en bruto, todavía sin modelar. Aquella piel azabache, aquellos labios tan perfectos, aquellos ojos de mirada tan inquisitiva. Era la mujer perfecta.” (Pág. 89) Cuando era pequeña le habían hecho una ablación de clítoris: “Se convirtió en una de las mujeres más deseadas del mundo, y el contrasentido era que ella no podía sentir ningún deseo.” (Pág. 90)(Cada año, en diciembre, mientras una parte del mundo celebra la Navidad; en otra parte, a miles de niñas se les amputa el clítoris para anularles el deseo, para que no sientan el placer sexual, para convertirlas tan sólo en máquinas reproductoras, aunque esté prohibido) Fue la primera de las wire girs en morir; se había suicidado al saber que tenía SIDA: “Se había escrito mucho acerca del por qué de su decisión, pero parecía obvio que una de las mujeres más bellas del mundo no quería ver su decrepitud física.”(Pág. 18)
Jessica Hunt, o simplemente Jess era americana, nacida en Toledo, Ohio. Su familia era de clase media, respetable, religiosa en grado superlativo, y la habían convertido en una pequeña reina de la belleza desde la infancia: “Su madre le dijo una vez: «Dios te hizo hermosa para algo; de lo contrario te habría hecho como a cualquier otra mujer. Haz, pues, que el Señor se sienta orgulloso de ti.»” (Pág. 17) Fue la que tuvo la carrera más fácil de las tres, rápida y meteórica. Incluso era la única de las wire girs que utilizaba su verdadero nombre. Era rubia como el trigo, con el cabello largo y rizado con profusión, de ojos verdes, siempre sonriente, chispeante, con su enorme boca abierta y sus dientes blancos como una de sus muestras de identidad, mandíbulas firmes, frente y pómulos perfectos. Tuvo un final complicado: Primero por el escándalo que se armó al saberse que había abortado. Segundo, su muerte, pocos meses después de la de Cyrille, causada por una sobredosis de drogas. Tercero, el asesinato del hombre que la introdujo en el mundo de las drogas, Jean Claude Pleyel. Se supuso que el autor del crimen había sido Nicky Harvey, el apasionado y loco novio de Jess, vengador implacable de la suerte de su amada. El juicio por el crimen acabó de empañar la historia de la dulce, rubia y virginal Jess Hunt: “Imagen perfecta de la América sana y maravillosa que preconizaban los propios estadounidenses.”(Pág. 19) Más tarde Jon descubre que el autor del crimen no fue Nicky Harvey, sino Palmer Hunt, padre de Jess.
Vanessa Molins Cadafalch, o Vania, nació en Barcelona, España y tiene treinta y cinco años. Su madre fue una mujer llena de voluntad y decisión que le dio alas para que triunfe en su carrera como top model, y su padre, casado, al menos la reconoció. Su única familia con vida es una tía soltera, (además de su padre) con la que nunca estableció lazos fuertes. En sus días como top model tenía un largo cabello negro, ojos grises, profundos, dulcemente tristes siempre, la nariz recta y afilada, el mentón redondo, los labios carnosos, su imagen era de perenne inocencia, medía como un metro ochenta, parecía modelada por una naturaleza milimétrica, y era extremadamente delgada: “En aquellos días el culto al esqueleto más que a la forma femenina se hizo religión oficial. Los modistos las querían sin nada, sin pecho, sin caderas, casi sin rostro, aunque parezca un contrasentido, andróginas, para poder moldearlas a su antojo con cada colección y cada pase. Puro cool, frialdad. Pero claro, no todas servían. No bastaba con estar delgadas. La magia de esas chicas reside en lo que desprenden, lo que emanan. ” (Pág. 32) Le costó poder sobrevivir como una top model, porque las relaciones y afectos pasaban a un segundo plano y lo más importante era el culto al esqueleto, a un cuerpo apenas existente que apenas podría denominarse como tal: “Pero la diferencia entre ser modelo y ser top model es muy fuerte. Un abismo. Las tops estaban ya en el ojo del huracán, eran noticia en sí mismas, personajes públicos.” (Pág. 181) Por eso luego de la muerte de Jess y Cyrille no pudo soportarlo más y decidió ocultarse de la mirada pública a los veinticinco años, junto con su fiel Noraima: “Era Vania, la top model, Vania, la wire-girl, Vania, la compañera de Jess y Cyrille. Vania, Vania, Vania. Creó un pequeño mito fugaz y un día reconoció que lo único que deseaba era volver a ser Vanessa...” (Pág. 182) Noraima tenía ahora alrededor de cincuenta años, tenía el cabello ensortijado y gris, un cuerpo rotundo, firme y fuerte, manos limpias, y era no sólo la criada de Vania, sino que también fue como una madre y protectora para ella, y tenían un vínculo muy fuerte: “—La quería mucho, ¿verdad?—Mucho es poco —sonrió con dulzura—. Fue la hija que se me murió con apenas cinco añitos de edad. Entre las dos, y desde el primer día, surgió algo que está por encima de la amistad. Siempre la consideré mi propia hija; de la misma forma que ella me consideró su madre.” (Pág. 181) “Noraima Briezen era la criada, asistenta, secretaria, amiga personal, guardaespaldas y todo lo demás de Vania” (Pág. 170), “Esa mujer estuvo siempre ahí, en las sombras. Tengo una fotografía de Vania saliendo de los juzgados de París cuando el juicio de Nicky Harvey, que habla por sí sola. Noraima Briezen es la letra pequeña de esta historia.” (Pág. 170,171)
Como esta es una historia bastante extensa, voy a relatarla sin muchos detalles para luego centrarme en los datos sobre la anorexia y delgadez, las drogas y la fascinación que tiene la juventud por autodestruirse.
Jon debe investigar para la revista donde podría ser el paradero de Vania, ya que estuvo durante diez años desaparecida, y quiere encontrarla, e inicia su investigación entrevistando a la tía de la modelo, Louisa Cadafalch, pero no averigua nada mas que ella tubo una asistenta de mucha confianza (Noraima). Louisa era el único pariente con vida de Vania, además de su padre. Era una anciana prematura de sesenta y cinco años, alta, seca, de tono adusto y mirada firme, grave, tan grave como su austera ropa, negra de arriba abajo, que nunca tuvo una relación especial con su sobrina Vania.
Luego entrevista a Carlos Sanromán, un fotógrafo que rondaba los sesenta años, el que le hizo las primeras fotos a Vania. Aunque no aporta nada sobre su paradero, sabe mucho sobre sus primeros pasos en el modelaje: “Al comienzo era una chica normal, alta y delgada, por supuesto, pero normal. Lo de pasarse, porque se pasó, fue a partir de los quince o dieciséis.”(Pág. 32) “—. La anorexia casi la mató, debes saberlo, pero aun con ella... era preciosa, única. Ahora tendría treinta y cinco años, así que... La plenitud, chico. La plenitud. Toda una mujer.” (Pág. 32),“pero cuando vi a Vania a través del visor de la cámara... [...]¡La misma cámara la quería, que es algo esencial! No sólo eran aquellos ojos siempre tristes, su aspecto lánguido, su inocencia plagada de ternuras, también era el morbo que eso producía. Tenía trece años.¡Trece años! Pero no me equivoqué. En cuatro años ya estaba arriba. Yo creo que Vania nació sin edad. Te podría decir la clásica frase de que era una mujer atrapada en un cuerpo de niña y bla, bla, bla, pero era más.” (Pág. 33)
Estando con Sanromán, Jon conoce a Sofía, una aspirante a top model, muy linda, pero que no deja de ser como otras de las tantas chicas que quieren alcanzar la fama: “De cualquier forma, la de Carlos Sanromán no era precisamente una top, se notaba. Había decenas como ella, todas aspirantes a la gloria, aunque por el momento se conformasen con arañarle un poco a la vida.” (Pág. 29) “Fotografías, algún pase de peinados, zapatos o moda, salir de extra en cualquier película o de azafata en cualquier programa estúpido de la tele... Supervivencia. No tuve que preguntarle más” (Pág. 36) Tiene diecinueve años, casi veinte, su cabello era muy negro, ensortijado y largo hasta la altura de los hombros, sus ojos también eran negros, y su labios, generosos y anchos: “De lejos, o maquillada, podía aparentar la edad que quisiera, treinta incluso. Y ya la había visto sin ropa, así que sabía que era sugestiva.” (Pág. 37)
Ella le ayuda a Jon a ver desde el punto de vista de una modelo, y él le ayuda a ella dándole trabajo en zonas interiores (la revista de su madre): “Bien, tal vez hablar con una modelo de carne y hueso, aunque no fuese una top, ni tan sólo una de las de pasarela, me ayudase a realizar un mejor cuadro mental de Vania.”(Pág. 40)
Luego de esto Jon entrevista a Vicente Molins (el padre de Vania, que era casado cuando había seducido a su madre los cuarenta años), a Frederick Dejonet (tiene ochenta años y fue, a los sesenta, quien le hizo la primera cesión de fotos a Cyrille. Parecía más joven de lo que era, alto, con glamour, clase y elegancia, y se enamoró de Cyrille), a Trisha Bonmarchais (Es la directora de la agencia de modelos Pleyel. Fue esposa de Jean Claude Pleyel, en su tiempo había sido una notable modelo de pasarela y publicidad estática, influyente y con personalidad), a Robert Ashcroft (Fue novio de Vania, se casaron y al poco tiempo se separaron), a Nando Iturralde (Era un cantante que estuvo de novio con Vania) y a Bárbara Hunt (hermana menor de Jess, alta, de un metro setenta y cinco rubia, de ojos limpios, transparentes, boca grande, labios espectaculares, cuerpo esbelto y perfecto y sin retoques. No era una ingenua, pero si muy habladora y divertida, perceptiva, un torbellino de libertad:), entre otros.
Gracias a su perseverancia descubre más que una tumba: averigua que Noraima, la asistenta de Vania, estaba en Áruba, el Cairo, y va a buscarla porque sospecha que Vania está con ella. Cuando la encuentra ella dice que Vanessa estaba muerta, y le lleva a ver su tumba, pero Jon descubre que era mentira (y la tumba era falsa). Él se da cuenta de dos detalles: uno, que el la tumba de Vania no habían flores y en la de la hija de Noraima si, y dos, que en la casa había alguien que pintaba y no era Noraima porque ella tenía las manos sin pintura. Entonces ve a Vania en la casa por una ventana, logra hablar con ella a pesar de que Noraima no quería, y se hacen como amigos.
La historia termina con un final abierto, ya que no se sabe si Jon va a publicar que Vania estaba viva, pudiéndole así provocar problemas con el tema de los fotógrafos y paparazzis, arruinando su tranquila vida como modelo retirada, o publicar que estaba muerta mostrando las fotos que había tomado de su tumba y dejarla tranquila para siempre. En mi opinión elige lo segundo.
Me gustaría hablar ahora un poco sobre el artículo que le da la madre de Jonatan a él sobre las modelos.
El artículo plantea que la razón por la cual las modelos son delgadas es porque al serlo provocan una clase de deseo muy fuere; como se ven débiles, vulnerables, despiertan compasión y ganas de protegerlas. Infunden fuertes emociones que van desde la posesión hasta la enfermiza idea de la muerte: “El encanto de la destrucción acompaña a la adolescencia y la juventud como la marea a la Luna” (Pág. 83), “...las modelos superdelgadas incitaban a ser imitadas a cualquier precio, especialmente por las adolescentes.” (Pág. 84)
Las modelos comienzan cada vez más temprano la carrera, y no tienen supervisión psíquica, no van a la escuela, trabajan quince horas diarias y sufren cambios de horario al cambiar de continentes y sus vidas están llenas de estrés. Claro está que no a todas las modelos les sucede esto, pero la gran mayoría sufre las consecuencias de su impetuosa carrera. En contraposición tienen fama y fortuna, se casan con hombres poderosos, etc.
Las grandes agencias toleran el uso de drogas en sus modelos para venderlas mejor, y drogas como la heroína serán muy difíciles de sacar de la pasarela. Por esta razón (para adelgazar, para mantenerse delgadas, para soportar las presiones,...) muchas modelos se drogan, aunque no voy a generalizar porque no son todas.
Muchos intentan que resalte más el producto que se vende que la modelo, lo que requiere que la modelo sea flaquísima y casi “transparente”: “Los modistos las querían sin nada, sin pecho, sin caderas, casi sin rostro, aunque parezca contrasentido, andróginas, para poder modelarlas a su antojo con cada colección y cada pose.” (Pág. 32)
La anorexia y bulimia no solo está en las modelos sino que también son provocada por querer imitar su delgadez en los jóvenes y adolescentes, y estas enfermedades dejan huellas irreversibles, cuando no conducen a la muerte “Con diez y hasta nueve años de edad, un 12% de las niñas ha iniciado ya algún tipo de dieta. Tres de cada cuatro jóvenes de entre catorce y veinticuatro años de edad han seguido algún régimen.” (Pág. 86)
Hay muchas cosas que juegan en contra de las modelos porque les es imposible tener una vida normal, y relacionarte con familia y amigos como quisieran “Es tan duro que en el fondo todo está en contra. Si te enamoras, estás perdida. Si estás sola, estás perdida. Aviones, aeropuertos, ni soñar con tener un hijo, hombres que van a por ti pensando que pueden comprarte porque debajo de cada modelo hay una puta. Todo en contra, pero basta con el placer que se siente por dentro para superarlo, ¿entiendes? Una modelo de pasarela vive en esos minutos que está encima de ella casi toda una vida [...] Eso, amigo mío, es poder. Y poder es placer.” (Pág. 102)
Para finalizar diré que la vida de las modelos es dura en extremo y que la anorexia que pueden padecer es terrible, y lo más terrible es que la misma sociedad imponga este estilo que puede conducir al deterioro físico, moral, y hasta a la muerte.
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El reino del dragón de oro
Isabel Allende
El tema principal es El contraste entre la codicia de algunos y la sencillez de otros. En esta historia los codiciosos serían el coleccionista y el especialista, ya que quieren robar la estatua del Dragón de Oro sin perturbarle la importancia espiritual que tiene para la gente del Reino Prohibido. El pueblo del Reino Prohibido es en extremo sencillo, ya que no tiene gran apego por las cosas materiales y no les interesa el poder: “- Nada de lo que usted tiene puede tentar a ese rey. No le interesan las cosas materiales [...]-¿Y el poder? ¿Bombas nucleares, por ejemplo? –No, definitivamente.” (Pág. 160) Yo creo que Allende, mas allá de querer entretenernos con esta linda historia, nos quiere hacer descubrir el valor y la sencillez de las enseñanzas budistas.
La historia de Alexander comienza unos meses antes de sus vacaciones, cuando llega con su abuela Kate al aeropuerto; en forma paralela al otro lado del mundo se encuentra la historia de Dil Bahadur y su maestro Tensing, que comienza cuando ambos llegan al valle de los Yetis. En el capítulo Nº 11, El Jaguar totémico, estos cuatro personajes se unen y continúan su viaje juntos, hasta el término de las vacaciones de Alexander. Por lo tanto dura aproximadamente unos cuatro meses: “Desde mañana estaré de vacaciones... -¿Y? – Pensé que, si yo pago mi pasaje, tal vez pudieras llevarme contigo en tu próximo viaje” (Pág. 51), “Pasaron dos o tres eternos minutos antes que los primitivos cerebros de los Yetis recordaran la visita del lama, varios meses antes” (Pág. 242)
Las aventuras se desarrollan en diferentes lugares: En el valle de los Yetis, en Nueva York, en India, (Nueva Delhi) y principalmente en el Reino Prohibido (Himalaya): “Entretanto, al otro lado del mundo, Alexander Cold llegaba a Nueva York acompañado por su abuela Kate” (Pág. 37), “Aterrizaron en Nueva Delhi por la mañana.” (Pág. 77) “Desde el aire habían visto el maravilloso paisaje del Reino Prohibido: entre la majestuosa cadena de montañas nevadas había una serie de angostos valles y terrazas en las laderas de los cerros donde crecía una lujuriosa vegetación semitropical” (Pág. 101)
Voy a contar esta historia centralizándome en demostrar como es la cultura de este reino tan puro, escondido entre las montañas y valles del Himalaya.
Alexander Cold es un joven de 16 años americano, protagonista de la ciudad de las bestias. Quiere que lo llamen jaguar, ya que este es su animal totémico: “-También quedamos en que tú me llamarías jaguar – replicó el muchacho, imperturbable. – De jaguar no tienes ni un bigote, eres un pobre gato despelucado.” (Pág. 49) Es hijo de Lisa y John Cold, y nieto de la excéntrica Kate. Cuando partieron al viaje al amazonas el la ciudad de las bestias, Alex era un chiquillo mimado, y cuando regresaron, se había convertido en un hombre. Era alto y de facciones angulosas, había adquirido color de madrea bajo el fuerte sol amazónico, tenía (cuando regresan del viaje) un corte de pelo hecho por los indios con una peladura circular afeitada en medio de la cabeza, donde lucía una cicatriz. Tiene experiencia escalando montañas gracias a su padre, y por ello se libran de muchas situaciones complicadas: “Y ante los ojos atónitos de Tensing y Dil- Bahadur [...] descendió como una araña por el precipicio” (Pág. 184) Su relación con su abuela Kate es muy buena, aunque ella se empecine por demostrar frialdad: “...era su abuela de siempre, la sonrisa había sido una ilusión óptica” (Pág. 68)
Nadia Santos, o Águila (este es su animal totémico), es una gran amiga de Alex. Tiene 14 años y es hija de césar Santos, una chica muy singular. Es una niña etérea, toda color de miel, sencilla en extremo, y no le importan las cosas materiales. Tiene un monito llamado Borobá, que le ayuda en muchas ocasiones. Conoció a Alex durante su aventura al amazonas, en la ciudad de las bestias.
Kate Cold es la abuela de Alexander. Es muy excéntrica, desprolija, desordenada, de pocas palabras y medidas extremas. Tiene el cabello gris cortado por ella misma sin mirarse al espejo, lentes rotos, usa la ropa cómoda y sencilla (pantalones anchos, botas de combate y una bolsa excursionista), y tiene muchas arrugas: “En ese tiempo ella era una joven de piel de porcelana e indómita cabellera roja; ahora lucía más arrugas que un pergamino y unos pelos grises cortados a tijeretazos y tiesos como las cerdas de in escobillón.” (Pág. 41) Siente un gran cariño por su nieto Alexander, pero lo oculta porque le da vergüenza y se comporta rudamente con él.
Comenzaré a narrar por cuando Alexander, Nadia, Kate, Joel Gonzáles y Timothy Bruce (fotógrafos) llegan de un tortuoso viaje en avión al Reino Prohibido, debido a que tenían que investigar sobre un misterioso Dragón de Oro, yendo a través de la cordillera del Himalaya. Los acompaña, Judit Kinski, una “arquitecta de jardines”.
Para aclarar como es el paisaje diré que el Reino Prohibido se encontraba entre una majestuosa cadena de montañas nevadas; había una serie de angostos valles y terrazas en las laderas de los cerros donde crecía una lujuriosa vegetación. Las aldeas estaban salpicadas por aquí y por allá, en lugares casi inaccesibles, y la capital quedaba en un valle angosto y largo, entre altas montañas: “Parecía imposible maniobrar el avión allí, pero el piloto sabía muy bien lo que hacía” (Pág. 101) El Reino Prohibido era como un santuario ecológico, y tenía muchas especies exterminadas en el resto del mundo.
Para describir la vestimenta citaré algunas frases; “Al pie de la escalera esperaban cuatro dignatarios ataviados con traje de ceremonia: faldas de seda atadas a la cintura con apretadas fajas de color azul oscuro, signo de su rango de ministros, chaquetas largas bordadas con corales y turquesas, altos sombreros de piel terminados en punta con adornos dorados y cintas.” (Pág. 102), “Acompañaban al rey algunos dignatarios, vestidos espléndidamente, con telas a rayas, chaquetas bordadas y sombreros adornados con grandes hojas de oro, aunque varis llevaban zapatos occidentales y maletines ejecutivos. Había varios monjes con sus túnicas rojas” (Pág. 114) Para ser precisos los jóvenes del Reino Prohibido habían comenzado a adoptar la vestimenta (y también otras cosas como la música) de otras culturas, pero respetaban lo tradicional.
Hasta ahora los atuendos que describí fueron muy ostentosos, pero el rey era el más sencillo, y se distinguía como rey no por sus lujos sino por su porte magnífico y autoritario: “...vestido con una sencilla falda larga, o sarong, rojo oscuro, que le cubría la parte inferior del cuerpo, y una tela color amarillo azafrán sobre el hombro. Llevaba la cabeza descubierta y afeitada. Iba descalzo y sus únicos adornos eran una pulsera de oración, hecha con cuentas de ámbar, y un medallón colgado al pecho. A pesar de su extrema sencillez, que contrastaba con el lujo de los demás, no tuvieron ni la menor duda de que es hombre era el rey.” (Pág. 102 y 103)
Algunas de las comidas típicas eran: hígado de yak, pulmón de oveja, patas de cerdo, ojos de cabra y salchichas de sangre sazonadas con mucha pimienta y páprika. Lo cortés era ofrecer primero las bolitas a los visitantes (se comía en bolitas).
Continuando con las historia, nuestro grupo (a excepción de Judit) se instala en la casa de Wandgi (un habitante del Reino Prohibido, su guía e intérprete), su hija Pema y su numerosa “familia”. Al día siguiente de su llegada se celebraba un festival religioso, que coincidía con la luna llena y el cumpleaños del rey. Todo Tunkhala (la ciudad) se volcó a la calle para festejar. En las celebraciones todo era gratis, y se festejaba que Sidarta se convirtió en Buda luego de meditar seis días y en una noche de luna comprender todos los principios y procesos de la vida.
Durante las celebraciones Nadia, Pema y otras tres chicas son raptadas por Tex armadillo y hombres de la secta del escorpión (una secta que secuestraba mujeres). Tex armadillo y los hombres de la secta del escorpión había sido contratado por el especialista (al final se sabe que es Judit) para robar la estatua del Dragón de Oro, para vendérsela al coleccionista, el segundo hombre más rico del mundo.
Judit Kinski, o el especialista, era una mujer que se hacía pasar por arquitecta de jardines pero en realidad se especializaba en conseguir cualquier cosa para sus clientes. Va al Reino Prohibido para robar la estatua del Dragón de Oro para el coleccionista, y enamora al rey Dorji para que su plan funcione. Ella contrató a Tex Armadillo y a la secta del escorpión.
Tex armadillo tiene aproximadamente 40 años, es ayudante de Judit, y luego la traiciones. Sus ojos eran de un azul claro, inexpresivos, parecían muertos, su sonrisa movilizaba las arrugas de la cara, pero no pasaba de los labios. Lleva el cabello largo y peinado con docenas de trenzas delgadas, que van atadas detrás con una tira de cuero. Al cuello lleva un collar de cuentas y sobre el pecho una bolsita de gamuza que cuelga de una tira negra.
Las chicas son llevadas por sus secuestradores a una cueva en las montañas, y Alexander decide ir a buscarlas.: “Acurrucadas junto al fuego, cuatro niñas cautivas temblaban de frío y terror” (Pág. 139) Pero Borobá, el mono de Nadia, se adelanta y le ayuda a escaparse. Nadia escala la montaña para poder ver hacia donde ir, pero se cae en un pozo y se lastima el brazo. Borobá va a avisarle donde esta su dueña a Alex, y este la va a buscar allí.
Paralelamente a la historia de Alex y Nadia se desarrolla la del maestro Tensing y el príncipe Dil Bahadur, en las montañas del Himalaya. Al comenzar la novela ellos llegan al valle de los Yetis y los salvan del agua envenenada que ellos tomaban y que mataba a sus crías.
El maestro Tensing era el encargado de enseñarle al príncipe todo para que pueda llegar a ser un buen rey. Le enseñó el código del Dragón de Oro, a desprenderse de lo material, a ignorar el dolor físico, a separar su mente de su cuerpo, a no tomar en cuenta el miedo, a no temer a los Yetis y otras cosas importantes para la clase de vida pura y sin codicia que debía llevar el príncipe: “- El miedo no es real, Dil Bahadur, solo está en tu mente, como todo lo demás. Nuestros pensamientos forman todo lo que suponemos que es la realidad” (Pág. 13) Tenía el aspecto de un atleta: “Sus espaldas y brazos eran puro músculo, su cuello tenía el anche del muslo de un hombre normal y sus piernas parecían troncos de árbol” (Pág. 13), y su cuerpo de guerrero contrastaba con su rostro sereno, sus ojos dulces y su boca delicada, casi femenina, siempre sonriente.
Dil Bahadur es el príncipe del Reino del Dragón de Oro y el discípulo de Tensing. Su nombre significa “corazón valiente”, y tiene 18 años. Desde los seis años ha vivido en las montañas del Himalaya para fortificar su carácter y su manera de pensar. Es bueno, algo impaciente, fuerte y robusto, con un gran espíritu y sencillez. Cuando la conoce, se enamora de Pema.
Pema es una chica que vivía en el Reino del Dragón de Oro, y que se destaca por su valor, sus ánimos y la pureza de su espíritu. Defiende a sus asustadas compañeras cuando son raptadas, y les da coraje para escapar. Al final se casa con el príncipe Dil Bahadur.
Las historias se unen porque Nadia, casi inconciente por el golpe que se dio, pide ayuda como águila, y Tensing y Dil Bahadur acuden y se encuentran con Alex, que fue guiado hasta allí por el simpático Borobá. Ayudan a Nadia y deciden ir juntos (menos Nadia), a rescatar a las otras niñas. Lo logran y ellas les dicen que habían oído que los hombres tenían planes con el rey Dorji y la estatua del Dragón de Oro.
Mientras tanto los hombres de la secta del escorpión roban la estatua junto con Tex armadillo.
Nuestro grupo decide que las chicas irán al pueblo a avisar sobre el plan codiciosos de esos hombres, y el resto (Nadia también va) irá a buscar ayuda al valle de los Yetis.
Aquí sucede un hecho que quiero resaltar: para poder bajar por la montaña las chicas renuncian a su cabellera, cortándola toda (necesitaban una soga para bajar). Creo que es muy importante porque el cabello era algo muy significativo para las mujeres: “Nunca un par de tijeras tocaba la cabellera de una mujer del Reino Prohibido, porque se consideraba el mayor atributo de belleza y feminidad. Las solteras lo usaban suelto y se lo perfumaban con almizcle y jazmín; las casadas lo untaban con aceite de almendras y lo trenzaban, [...] Solo las monjas renunciaban a sus cabelleras y pasaban sus vidas con la cabeza rapada” (Pág. 231), y creo que si se la cortan para poder ayudar al rey están haciendo un lado su vanidad y pensando en los demás, algo que muchos no harían, y que demuestra que lo que más importa no es el exterior de uno.
Cuando van al valle de los Yetis encuentran que ellos están dispuestos a ayudar, y se dirigen con los Yetis al monasterio Chanthan Dzong, donde escucharon que la estatua sería llevada.
Judit logra que el rey Dorji le diga el código del Dragón de Oro mediante engaños, y Tex Armadillo lo escucha y la traiciona, y le dispara a Dorji. En ese momento llegan los Yetis, terminando con la resistencia de los de la secta del escorpión. Entonces Tex Armadillo intenta irse en helicóptero con la estatua, pero pierde el equilibrio y se estrella, destruyendo la estatua y muriendo.
Antes de morir el rey le revela a su hijo, a quien no veía desde hacía años, que en realidad el objeto mágico que había ayudado durante generaciones a los reyes no era la estatua de oro del dragón sino la piedra negra en donde esta se apoyaba.
Esto es muy importante porque significa que la gente codiciosa se dejó llevar por la apariencia espléndida del Dragón de Oro, y que en realidad lo más sencillo y disimulado, la piedra negra, era lo que más valía.
Por otro lado, también está el tema de que el pueblo creía que la estatua traía prosperidad y defendía las tierras, pero que en realidad lo que había mantenido bien al Reino Prohibido había sido la buena actitud de sus gobernantes: “-Tal vez no sea la estatua, sino la sabiduría y prudencia de sus gobernantes las que hallan mantenido a salvo al país-” (Pág. 322)
En conclusión, no podemos fiarnos de una cosa solo por su aspecto físico, ya que tenemos que ver que hay detrás de la apariencia, o, como en el caso del Dragón de Oro, debajo. (La piedra negra en dónde se apoyaba). También que las personas codiciosas son las que peores lo pasan, porque siempre desean otra cosa y nunca están conformes con lo que tienen, como del segundo hombre más rico del mundo que quería ser el primero y sufría por eso. Los monjes budistas y guías espirituales del Reino Prohibido son un ejemplo de sencillez y paz interior, a los que Allende nos quiso acercar un poquito con esta novela.
Para terminar voy a citar la página http://www.proyectopv.org/1-verdad/sencill.html que habla sobre lo que realmente es la sencillez, algo que los monjes budistas y la mayoría de la gente del Reino Prohibido tenía:
“La sencillez.
La sencillez es esencial, sólo puede surgir cuando empezamos a comprender el significado del conocimiento propio.
Creemos que es una expresión externa, pocas posesiones, ropas, cosas, pero eso no es sencillez. La verdadera sencillez sólo puede originarse interiormente, y de ahí proviene la expresión externa. Lo que uno es en su interior fluye al exterior.
Interiormente somos prisioneros, aunque en lo externo parezcamos muy sencillos. Deseos, apetitos, ideales, de innumerables móviles somos esclavos. Y, para encontrar la sencillez debemos ser libres. Al investigar nuestro ser nos hacemos cada vez más libres y más sensibles.
El hombre religioso no es, en realidad, el que viste una túnica o el que ha hecho votos, sino aquél que es interiormente sencillo, aquél que no está "transformándose" en algo. Una mente así es capaz de una extraordinaria receptividad, porque no tiene barreras, no tiene miedo, no va en pos de nada y es, por lo tanto, capaz de recibir la gracia, de recibir a Dios, la verdad o como os plazca llamarlo. Sólo entonces puede haber felicidad, porque la felicidad no es un fin, es la expresión de la realidad.
A partir de aquí surge una sencillez, una humildad que no es virtud ni disciplina. La humildad que se consigue deja de ser humildad. Una mente que se vuelve humilde ya no es humilde. Sólo cuando se tiene humildad (no una humildad cultivada) puede uno hacer frente a las cosas apremiantes de la vida.
La sencillez atrae al instinto, la intuición y el discernimiento para crear pensamientos con esencia y sentimientos de empatía. Sencillez es la conciencia que llama a las personas a replantearse sus valores.
La sencillez combina la dulzura y la sabiduría. Es claridad en la mente e intelecto, ya que surge del alma
Sencillez es la conciencia que dirige una llamada a la gente para que replantee sus valores.”