Miguel Cara de Ángel
Si bien en una dictadura militar es muy difícil tener la confianza del gobernador y mucho más ser el mejor amigo de él, hubo un hombre a quien se conoce como “Miguel Cara de Ángel”, el favorito, que lo logró.
Era el hombre de más confianza y amigo del señor presidente aunque con el pasar del tiempo esta relación fue cambiando hasta llegar al punto en el que se manda a prisión a Miguel Cara de Ángel. En un principio era una mala persona, por lo cual había ganado un lugar de confianza pero esto cambio en el momento que conoció a Camila y así pasa a ser una buena persona, situación imposible soportar para el presidente.
En el comienzo de la historia aparece el personaje de Pelele, hombre pobre que huye por haber cometido un asesinato y cuando es atacado por los pájaros recibe la inesperada ayuda de Miguel Cara de Ángel: “…tez de dorado mármol, cabellos rubios, boca pequeña y aire de mujer en violento contraste con la negrura de sus ojos varoniles.” (Pág. 74), mostrando así una nueva cara de Miguel.
Luego de esta aparición se reúne con el Señor Presidente y hablan sobre la captura del general Eusebio Canales que se iba a realizar porque estaba acusado del asesinato del general Parrales Sonriente: “Por razones particulares, aunque es uno de los que asesinaron a Parrales Sonriente, no conviene al gobierno que vaya a la cárcel y necesito su fuga inmediata.” (Pág. 88).
Cara de Ángel ideó un plan para capturarlo antes que llegase la policía secreta y una vez que este se puso en marcha y se logró la fuga de Canales quedo pendiente que hacer con la hija, Camila. Todo volvía a semejar oscuridad en la personalidad de Miguel Cara de Ángel.
El general lo mandó para que la lleve a casa de su hermano: “El plan de fuga era el siguiente: al dar el reloj de la merced las dos de la mañana, subirían a casa del General Canales uno o más hombres mandados por Cara de Ángel, y tan pronto como estos empezaran a andar por el tejado, la hija del general saldría a una de las ventanas del frente de la casa a pedir auxilio contra los ladrones a grandes voces, a fin de atraer allí a los gendarmes que vigilaban las manzanas, y de ese modo, aprovechando la confusión, permitir a Canales la salida por la cochera.”(Pág. 128).
Cara de Ángel, ya con Camila en su poder, se reunió con los tíos de ella para ver si podían hospedarla allí, luego de un rato de estar charlando se dio cuenta que la relación entre los hermanos Canales no era para nada buena: “…que estábamos distanciados hacia mucho tiempo con mi hermano, que éramos como enemigos…sí, como enemigos a muerte; ¡él no me podía ver ni en pintura y yo menos a él!” (Pág. 173), al finalizar la conversación los tíos de Camila supuestamente la aceptaban en su casa y Cara de Ángel fue a buscarla para dejarla ahí. Hasta ese momento la personalidad de Miguel Cara de Ángel seguía siendo la esperada por el señor presidente y ayudaba a llevar adelante los planes de este.
Una vez que regresó a casa de Juan Canales, ya con Camila, al tocar la puerta nadie contestaba y lo único que se escuchaba era al perro que no paraba de ladrar: “Rubí era el único que daba señales de vida en toda la casa.” (Pág. 200). Después de esperar un tiempo largo para que alguien los atendiera se marcharon a la casa del otro tío de Camila pero este tampoco los recibió y volvieron cuando amanecía: “Un palor calderil, de luego en luego claridad sumisa, jugo de limón, jugo de naranja, rubor de hoguera nueva, oro mate de primera llena, luz de amanecer les agarró en la calle, cuando volvía de llamar inútilmente a la casa de don José Antonio.” (Pág. 205). Luego de estos hechos Cara de Ángel acompañó a Camila hasta la casa y ella se puso a llorar porque había sido rechazada por sus dos tíos. De esta manera se iba a quedar sola sin protección. Él sintió pena por ella y al salir de la casa no aguantó más y se hecho a llorar como si en él existiese por primera vez la compresión hacia el otro, deja al descubierto que podía transformarse en buena persona: “Y al salir sintió por primera vez, desde la muerte de su madre, los ojos llenos de lagrimas” (Pág. 207).
La comunicación entre Cara de Ángel y los hermanos Canales genero la desconfianza del Señor presidente ya que estaban en contra de su política. Se suma en su contra la relación que establece con Camila que en un principio fue de comprensión y luego lo lleva al casamiento para protegerla. Miguel Cara de Ángel, sin proponérselo, descubre en el, sentimientos profundos.
El Señor Presidente no puede aceptar estos hechos y envía a Miguel a una misión en Washington pero en realidad era una trampa para capturarlo: “-¡De parte del señor presidente- le dijo Farfán con el revolver en la mano- queda usté detenido!” (Pág. 383)
El tiempo pasaba y Camila, a quien Cara de Ángel prometió escribirle a menudo, no recibía ninguna carta, ni sabía que su esposo había sido arrestado: “Pero el cartero no tocaba…Sería que…Tal vez más tarde…y reanudaba la costura, tarareando canciones para espantarse la pena.” (Pág. 391).
La desesperación y la angustia la llevan a recorrer un largo camino en busca de información sobre su marido. No cree nada de lo que se dice en la ciudad y por sus propios medios con la fuerza que le da el hijo por nacer, intenta salir del país. El Señor Presidente nunca deja que lo logre.
Desesperada, casi loca y mal de salud luego del parto va a vivir con su hijo Miguel al campo: “Enflaquecida, con arrugas de gata vieja en la cara cuando apenas contaba con veinte años, ya sólo los ojos, ojos verdes y ojeras grandes como sus orejas transparentes, dio luz a un niño y por consejo del medico, al levantarse de la cama salió de temporada al campo.” (Pág. 396). Trata de forjar para él un futuro diferente al de su padre.
Miguel Cara de Ángel, preso, muerto de hambre y angustiado debió aceptar lo que le pasaba:”Aunque se muriera no probaría bocado, y por días y días la lata bajo y subió intacta. Pero la necesidad lo fue acorralando, vidriósele la pupila en el corral ralo del hambre, le crecieron los ojos, divagó en alta voz mientras se paseaba por el calabozo…” (Pág. 397/8 ), estaba preso.
El encierro, la miseria y las malas condiciones en que lo mantenían, lo estaban matando pero el amor por Camila le daba fuerzas para pensar en su futuro:”…lo único y lo último que alentaba a él era la esperanza de volver a ver a su esposa, el amor que sostiene el corazón con polvo de esmeril.” (Pág. 402). Con el paso del tiempo insiste para conocer el motivo que tanto había molestado al presidente para causarle esto y cuando Vich le da su versión tiene una crisis y muere.
En esta historia de amor y odio, engaños y verdades, confianza y desconfianza, se desarrolla lo que vivió Miguel Cara de Ángel, quien pasó de ser un mal hombre, el mejor amigo del Señor Presidente y su hombre de mayor confianza, a ser una buena persona que por el hecho de cambiar su vida para bien fue injustamente traicionado por su “amigo” y de esta manera se arruinaría su nueva vida. El futuro de Miguel Cara de Ángel murió antes de comenzar.