Profesora, subí por separado el primer libro por equivocación. Acá están los dos juntos.
El monstruo del arroyo
Reseña.
El monstruo del arroyo. Este es el tema central de la novela. Muchas
veces la gente llega a extremos muy lejanos con solo un pequeño rumor, así como en esta historia donde por ejemplo se llega a usar este “monstruo” como excusa hasta para situaciones políticas. Aunque el monstruo era tan inocente como un niño, seguramente por eso será que dos chicos revelarán este secreto.
La historia está narrada por el mismo “monstruo” el cuál no lo es. Se lo solía llamar monstruo porque se veían movimientos en una posada abandonada, La Margarita donde todas las tardes se veía un bulto cargar leña adentro de la posada. Ese era el supuesto monstruo.
La Margarita esta ubicada en un pueblo de provincia, Los Tepuales. Cierta noche, un paisano vio una luz dentro de la posada y quiso descubrir que había. Al rato entró a todo galope con su caballo gritando
-¡Un monstruo!, ¡Un monstruo!-. Desde aquella noche la vida de los muy supersticiosos tepualenses cambió drásticamente.
A continuación se detallan los personajes de la novela.
PEDRO BASABILVASO: Era un chico de once años que creció con la idea de que el monstruo era real y siempre que se acostaba pensaba que algún día reuniría el valor suficiente como para revelar el secreto. Vivía con su tía CATA, quien lo crío desde chico. A veces se sentía un poco raro –como el monstruo- se decía a si mismo (Cap. 4, Pag. 23). Otras veces se sentía solo –como el monstruo- se repetía (Cap. 4, Pag. 24).
MARILÍ: una chica también de once años, quien se muda a Los Tepuales desde Buenos Aires, era la mejor amiga de Pedro desde que le tocó sentarse con el en el colegio. Los dos iban a sexto grado, ahí se conocieron. En Buenos Aires los monstruos no existen en otro lado q no sean las películas o la televisión… pero eso no fue impedimento para que Marilí comenzará a creer en el habitante de La Margarita. Es ella la única quien confiaba en el monstruo y quien lo defendió a toda costa hasta el momento en donde se lo descubre realmente en el estacionamiento de la Municipalidad.
RAÚL Y MARTA: Eran los padres de Marilí, una pareja de médicos que vinieron desde Buenos Aires a hacerse cargo del dispensario del pueblo. Raúl no creía, de hecho nunca creyó en el fantástico habitante de Los Tepuales. Marta tampoco pero se limitaba a quejarse en la Intendencia. Raúl llego a ir a la posada para develar el secreto del monstruo pero no tuvo éxito… no encontró a nadie y al regreso le robaron.
EL MONSTRUO: Habitaba la posada de La Margarita, donde dormía sobre un colchón de cueros y paja. Todas las tardes de invierno salía a recoger leña del bosque cercano…(Cap.2 Pág. 15) Quién sabe como aprendió a usarlas. Nadie en Los Tepuales sabía exactamente como era su aspect
ADOLFO Y JOSÉ: Eran los dos cirujas del pueblo. En esos tiempos nació la costumbre de dejarle “ofrendas” al monstruo (Cap. 3 Pág. 19). Las ofrendas eran cosas tales como paquetes de comida, velas encendidas, agua, alguna gallina… pero el monstruo ni siquiera las notaba. Adolfo y José supieron aprovechar la situación y estuvieron mejor alimentados que nunca. Los dos cirujas eran los encargados de difundir en el pueblo las más espeluznantes noticias acerca del monstruo. Decían que era maligno, hasta que los había perseguido. José llegó a describirlo. En síntesis cuanto mas horrible lo hicieran parecer mas ofrendas recibirían José y su compañero Adolfo.
EL INTENDENTE: En ese momento estaba a cargo en Los Tepuales pero le tenía muy poco afecto al trabajo y muy buen amigo de los negocios al igual que su grupo de colaboradores. Se le ocurrió convertir al monstruo en la excusa para cualquier problema del pueblo, por ejemplo cuando llegaba el invierno y el gas comenzaba a escasear el Intendente declaraba que se había visto al monstruo merodear entre las nuevas instalaciones de gas. Los impuestos aumentaban, el gas seguía escaso y como por arte de magia el astuto Intendente cambiaba su auto o remodelaba su oficina.
Llegando al final de esta reseña… ¿El monstruo es o no es un monstruo?
Esta es la pregunta que seguramente el lector se plantea a medida que avanza en la novela. La verdad es la siguiente:
Veinte años antes secuestraron a un matrimonio y a su pequeño hijo.
Los raptores sufrieron un accidente automovilístico y no se supo anda mas de ellos al igual que del matrimonio. El niño quedó abandonado en las ruinas de La Margarita. El chico creció en aquella cabaña asustado, herido y mudo ya que todavía no había aprendido a hablar y defendiéndose de los peligros como un animal salvaje. Al estar mas grande, cubierto con trapos y cueros era muy fácil confundirlo con un monstruo.
De no haber sido por Marilí todavía seguiría igual. Poco después de aquel encuentro en el estacionamiento en la Municipalidad se presento en Los Tepuales una de las abuelas del “monstruo”.
De esta manera recupero a su familia con la cual aprendió a hablar, leer, escribir y pudo estudiar para así contar esta historia ya que el narrador no es nadie mas que el mismísimo Monstruo Del Arroyo.
Para Recordar: LOS MONSTRUOS VERDADERAMENTE EXISTEN, AUNQUE NO SEAN TAL CUALES LOS IMAGINAMOS…
Mi Planta de Naranja-Lima
Reseña
Es una novela muy profunda y bastante cierta, ya que hace ver al mundo de otra manera. Se trata de un chico de seis años, cinco mejor dicho que descubre el dolor desde muy pequeño. Pero no el dolor que uno siente cuando se lastima una parte del cuerpo sino el dolor verdadero, el dolor que uno siente cuando pierde todo y a todos o todas las personas que uno aprecia, eso que llena el corazón de uno, con lo que la gente tiene con que morir.
Este niño vive en Brasil, en un pueblo llamado Bangu. Este pueblo será testigo de todo lo que ocurra con nuestro pequeño protagonista.
Los personajes de la novela son los siguientes:
ZEZÉ: Cuanto que hay para contar de nuestro protagonista.
Para empezar Zezé es un chico brasileño de cinco años, casi seis.
Es el personaje principal de la novela, es un niño que se hace muchas preguntas “¿La edad de la razón pesa?” (Cap. 1 Pág. 6) “¿Los chicos son jubilados?” (Cap. 1 Pág. 7) “Portuga, ¿Usted sabe lo que es carborundum?”
(Cap. 3 Segunda parte Pág. 144).
Le gusta conversar con la gente y conoce a casi todos los dueños de los comercios del pueblo y por supuesto siempre anda conociendo gente nueva.
Le gustaba mucho la música, su cancion favorita era “Fanny” y adoraba las películas de cowboys. Siempre jugaba que tenía aventuras con Fred Thompson, Tom Mix, Buck Jones y Richard Talmadge. En el colegio era muy buen alumno, muy aplicado.
Su familia es un poco pobre y todos excepto su hermanito se la pasan trabajando o haciendo algún que otro trabajo para conseguir plata para pagar la mudanza que realizaron ya que el padre esta desempleado.
TOTOCA: Es uno de los hermanos de Zezé. De 9 años y un tanto orgulloso. Varias veces le enseñaba cosas nuevas al niño, como cruzar la calle, hacer globos de papel de seda o tallar cosas en madera,
GLORIA: Hermana de Zezé, por lo tanto de Totoca también. Tiene 15 años. Se ocupa de varios de los quehaceres de la casa, cocina, limpia, hace las camas y demás cosas. Es la más flexible en la familia y siempre que puede defiende a Zezé de que le pegen. Zezé usualmente la llama Godóia.
JANDIRA: era más estricta que Totoca o Gloria.
Disfrutaba cuando Zezé no estaba en casa.
Cuando descubrió que aprendió a leer le dijo”-¡Bien hecho tonto!. Ahora vas a tener que ingresar a la escuela en febrero-“.
LUÍS: El hermano menor, Zezé le enseñaba todo lo que iba aprendiendo. Siempre jugaban al Jardín Zoológico o que viajaban a Europa. Cuando lloraba, Zezé le decía que no debía llorar porque le comentaba que su padre le puso Luís porque era el nombre de un Rey y los reyes no lloran.
TÍO EDMUNDO: El tío de Zezé le enseñaba muchas cosas al niño, palabras que no conocía, animales nuevos y siempre que podía le hacía algún que otro regalo. Muchas veces Zezé aplicaba las palabras que le enseñaba su tío a conversaciones con sus hermanos. Ellos le decían que no le haga caso que su tío era medio “tocado”, medio tonto. “-Tío Edmundo es un tonto. Vive metiéndote cosas en la cabeza.-” (Cap. 1 Pág. 6).
MINGUITO: Minguito era la planta de Naranja-Lima que Zezé encontró en el patio trasero de la nueva casa. Cuando entraron todos por primera vez, todos sus hermanos escogieron un árbol para ellos. Zezé se quedo sin árbol y Gloria lo llevo hasta el patio trasero donde encontró a Minguito. Zezé descubrió que podía hablar con Minguito y muy pronto se hicieron buenos amigos. Zezé le contaba todas sus historias y sus aventuras de cuando jugaba y sus travesuras ya que Zezé podía hablar con Minguito.
“-¿Pero tu hablas de verdad?-“
“-¿No me estas escuchando?-“
“-¿Por donde hablas?-“
“-Los árboles hablan por todas partes-“
“-Pero dime ¿Todo el mundo sabe que hablas?-“
“-No solo tú.-“(Cap. 2 Pág. 25)
MANUEL VALADARES: Era un portugués un tanto gordo y de una voz pomposa que residía en el pueblo. Estaba acomodado económicamente y todos lo reconocían por su lujoso auto. Todos los días el portugués se detenía en la cafetería “Miseria y Hambre” y compraba un paquete de cigarrillos. Zezé solía colgarse de los automóviles para no tener que pagar boleto en los transportes públicos cuando iba al colegio. Un día quiso hacerlo en el auto del portugués pero le salió mal y se agarró del vehiculo cuando ya había arrancado, el portugués lo descubrió y lo reprimió. “-Entonces, mocoso atrevido, ¿eras tú? ¡Un mocoso de esos con semejante atrevimiento!... “-¿Te piensas, mocoso, que no te he estado observando mi coche?. Voy a darte un correctivo y nunca más tendras ganas de repetir lo que hiciste.-“
(Cap. 1 Segunda Parte Pág. 88)
Un día lo encontró rengueando al pequeño Zezé y se ofreció llevarlo a curarle el tajo que tenía en la planta del pié, tras este hecho Zezé y el “Portuga”, como le decían, se hicieron muy buenos amigos.
DON ARIOVALDO: Hombre que anunciaba las novedades de la música en las calles de Bangu. Siempre a las nueve de la mañana andaba anunciando las novedades, vendiendo folletos y cantando diversas canciones nuevas de diferentes artistas. Como a Zezé le encantaba la música se ofreció para repartir los folletos con el, no por ganar plata sino porque le gustaba. Ariovaldo aceptó. Todos los martes a las nueve Zezé iba a la estación del tren a su encuentro.
Desde que Zezé conoció al Portuga bien de cerca su vida se tornó diferente y ya no se sentía mal como antes, ya que Zezé era continuamente reprimido por sus travesuras pero nadie en su casa salvo Gloria nadie se daba cuenta de que eran sus juegos, los juegos de un niño de cinco años y que todo lo que hacía lo hacía sin intención, ya que estaba descubriendo el mundo.
Con Manuel se llevaba realmente muy bien, se trataban como padre e hijo. Lo llevó a pescar, le compraba las figuritas que coleccionaba, lo llevaba a pasear en coche ya que Zezé nunca había subido a uno, le compraba galletas de las que le gustaban y muchas mas cosas.
Zezé le decía que él era como su padre. ya que su verdadero papá no se preocupaba mucho por el en aquel momento ya que la familia pasaba por momentos difíciles.
Cierto día Zezé estaba en el colegio y a mitad de clase tocan la puerta. La maestra abre la puerta y entra Jerónimo retrasado. Jerónimo se sienta atrás de Zezé y comienza a hablar del Mangaratiba, el tren que pasaba por el pueblo con su compañero de banco. Al principio Zezé no le presta importancia pero cuando oye que Jerónimo nombra al coche de el Portugués se da vuelta para verificiar si había pasado lo que menos esperaba.
“-¿Qué dijiste?-“
“-Dije eso, que el Mangaratiba agarró al coche aquel tan lindo de don Manuel Valadares.-“
(Cap. 7 Segunda Parte Pág. 158)
El Mangaratiba había atropellado al coche de Manuel Valadares con el adentro.
Zezé luego de esto entró en un shock tremendo, haber perdido a la persona que era para el su padre lo dejó sin ganas de vivir y esto le repercutió todavía peor teniendo aún cinco años.
Se enfermó y anduvo semanas en cama y la Municipalidad del pueblo ensanchó la calle sobre la que vivía Zezé por lo que cortaron a Minguito, algo que repercutió todavía peor en él, pero Zezé, a pesar de todo logró salir adelante.
Pero nunca pudo quitar de su corazón a esa persona, a ese portugués Manuel Valadares quien se había convertido para ese entonces en su Padre.
Iván Agustín Maisterra
Instituto MARÍA ANA MOGAS 2º A CBU
El monstruo del arroyo
Reseña.
El monstruo del arroyo. Este es el tema central de la novela. Muchas
veces la gente llega a extremos muy lejanos con solo un pequeño rumor, así como en esta historia donde por ejemplo se llega a usar este “monstruo” como excusa hasta para situaciones políticas. Aunque el monstruo era tan inocente como un niño, seguramente por eso será que dos chicos revelarán este secreto.
La historia está narrada por el mismo “monstruo” el cuál no lo es. Se lo solía llamar monstruo porque se veían movimientos en una posada abandonada, La Margarita donde todas las tardes se veía un bulto cargar leña adentro de la posada. Ese era el supuesto monstruo.
La Margarita esta ubicada en un pueblo de provincia, Los Tepuales. Cierta noche, un paisano vio una luz dentro de la posada y quiso descubrir que había. Al rato entró a todo galope con su caballo gritando
-¡Un monstruo!, ¡Un monstruo!-. Desde aquella noche la vida de los muy supersticiosos tepualenses cambió drásticamente.
A continuación se detallan los personajes de la novela.
PEDRO BASABILVASO: Era un chico de once años que creció con la idea de que el monstruo era real y siempre que se acostaba pensaba que algún día reuniría el valor suficiente como para revelar el secreto. Vivía con su tía CATA, quien lo crío desde chico. A veces se sentía un poco raro –como el monstruo- se decía a si mismo (Cap. 4, Pag. 23). Otras veces se sentía solo –como el monstruo- se repetía (Cap. 4, Pag. 24).
MARILÍ: una chica también de once años, quien se muda a Los Tepuales desde Buenos Aires, era la mejor amiga de Pedro desde que le tocó sentarse con el en el colegio. Los dos iban a sexto grado, ahí se conocieron. En Buenos Aires los monstruos no existen en otro lado q no sean las películas o la televisión… pero eso no fue impedimento para que Marilí comenzará a creer en el habitante de La Margarita. Es ella la única quien confiaba en el monstruo y quien lo defendió a toda costa hasta el momento en donde se lo descubre realmente en el estacionamiento de la Municipalidad.
RAÚL Y MARTA: Eran los padres de Marilí, una pareja de médicos que vinieron desde Buenos Aires a hacerse cargo del dispensario del pueblo. Raúl no creía, de hecho nunca creyó en el fantástico habitante de Los Tepuales. Marta tampoco pero se limitaba a quejarse en la Intendencia. Raúl llego a ir a la posada para develar el secreto del monstruo pero no tuvo éxito… no encontró a nadie y al regreso le robaron.
EL MONSTRUO: Habitaba la posada de La Margarita, donde dormía sobre un colchón de cueros y paja. Todas las tardes de invierno salía a recoger leña del bosque cercano…(Cap.2 Pág. 15) Quién sabe como aprendió a usarlas. Nadie en Los Tepuales sabía exactamente como era su aspect
ADOLFO Y JOSÉ: Eran los dos cirujas del pueblo. En esos tiempos nació la costumbre de dejarle “ofrendas” al monstruo (Cap. 3 Pág. 19). Las ofrendas eran cosas tales como paquetes de comida, velas encendidas, agua, alguna gallina… pero el monstruo ni siquiera las notaba. Adolfo y José supieron aprovechar la situación y estuvieron mejor alimentados que nunca. Los dos cirujas eran los encargados de difundir en el pueblo las más espeluznantes noticias acerca del monstruo. Decían que era maligno, hasta que los había perseguido. José llegó a describirlo. En síntesis cuanto mas horrible lo hicieran parecer mas ofrendas recibirían José y su compañero Adolfo.
EL INTENDENTE: En ese momento estaba a cargo en Los Tepuales pero le tenía muy poco afecto al trabajo y muy buen amigo de los negocios al igual que su grupo de colaboradores. Se le ocurrió convertir al monstruo en la excusa para cualquier problema del pueblo, por ejemplo cuando llegaba el invierno y el gas comenzaba a escasear el Intendente declaraba que se había visto al monstruo merodear entre las nuevas instalaciones de gas. Los impuestos aumentaban, el gas seguía escaso y como por arte de magia el astuto Intendente cambiaba su auto o remodelaba su oficina.
Llegando al final de esta reseña… ¿El monstruo es o no es un monstruo?
Esta es la pregunta que seguramente el lector se plantea a medida que avanza en la novela. La verdad es la siguiente:
Veinte años antes secuestraron a un matrimonio y a su pequeño hijo.
Los raptores sufrieron un accidente automovilístico y no se supo anda mas de ellos al igual que del matrimonio. El niño quedó abandonado en las ruinas de La Margarita. El chico creció en aquella cabaña asustado, herido y mudo ya que todavía no había aprendido a hablar y defendiéndose de los peligros como un animal salvaje. Al estar mas grande, cubierto con trapos y cueros era muy fácil confundirlo con un monstruo.
De no haber sido por Marilí todavía seguiría igual. Poco después de aquel encuentro en el estacionamiento en la Municipalidad se presento en Los Tepuales una de las abuelas del “monstruo”.
De esta manera recupero a su familia con la cual aprendió a hablar, leer, escribir y pudo estudiar para así contar esta historia ya que el narrador no es nadie mas que el mismísimo Monstruo Del Arroyo.
Para Recordar: LOS MONSTRUOS VERDADERAMENTE EXISTEN, AUNQUE NO SEAN TAL CUALES LOS IMAGINAMOS…
Mi Planta de Naranja-Lima
Reseña
Es una novela muy profunda y bastante cierta, ya que hace ver al mundo de otra manera. Se trata de un chico de seis años, cinco mejor dicho que descubre el dolor desde muy pequeño. Pero no el dolor que uno siente cuando se lastima una parte del cuerpo sino el dolor verdadero, el dolor que uno siente cuando pierde todo y a todos o todas las personas que uno aprecia, eso que llena el corazón de uno, con lo que la gente tiene con que morir.
Este niño vive en Brasil, en un pueblo llamado Bangu. Este pueblo será testigo de todo lo que ocurra con nuestro pequeño protagonista.
Los personajes de la novela son los siguientes:
ZEZÉ: Cuanto que hay para contar de nuestro protagonista.
Para empezar Zezé es un chico brasileño de cinco años, casi seis.
Es el personaje principal de la novela, es un niño que se hace muchas preguntas “¿La edad de la razón pesa?” (Cap. 1 Pág. 6) “¿Los chicos son jubilados?” (Cap. 1 Pág. 7) “Portuga, ¿Usted sabe lo que es carborundum?”
(Cap. 3 Segunda parte Pág. 144).
Le gusta conversar con la gente y conoce a casi todos los dueños de los comercios del pueblo y por supuesto siempre anda conociendo gente nueva.
Le gustaba mucho la música, su cancion favorita era “Fanny” y adoraba las películas de cowboys. Siempre jugaba que tenía aventuras con Fred Thompson, Tom Mix, Buck Jones y Richard Talmadge. En el colegio era muy buen alumno, muy aplicado.
Su familia es un poco pobre y todos excepto su hermanito se la pasan trabajando o haciendo algún que otro trabajo para conseguir plata para pagar la mudanza que realizaron ya que el padre esta desempleado.
TOTOCA: Es uno de los hermanos de Zezé. De 9 años y un tanto orgulloso. Varias veces le enseñaba cosas nuevas al niño, como cruzar la calle, hacer globos de papel de seda o tallar cosas en madera,
GLORIA: Hermana de Zezé, por lo tanto de Totoca también. Tiene 15 años. Se ocupa de varios de los quehaceres de la casa, cocina, limpia, hace las camas y demás cosas. Es la más flexible en la familia y siempre que puede defiende a Zezé de que le pegen. Zezé usualmente la llama Godóia.
JANDIRA: era más estricta que Totoca o Gloria.
Disfrutaba cuando Zezé no estaba en casa.
Cuando descubrió que aprendió a leer le dijo”-¡Bien hecho tonto!. Ahora vas a tener que ingresar a la escuela en febrero-“.
LUÍS: El hermano menor, Zezé le enseñaba todo lo que iba aprendiendo. Siempre jugaban al Jardín Zoológico o que viajaban a Europa. Cuando lloraba, Zezé le decía que no debía llorar porque le comentaba que su padre le puso Luís porque era el nombre de un Rey y los reyes no lloran.
TÍO EDMUNDO: El tío de Zezé le enseñaba muchas cosas al niño, palabras que no conocía, animales nuevos y siempre que podía le hacía algún que otro regalo. Muchas veces Zezé aplicaba las palabras que le enseñaba su tío a conversaciones con sus hermanos. Ellos le decían que no le haga caso que su tío era medio “tocado”, medio tonto. “-Tío Edmundo es un tonto. Vive metiéndote cosas en la cabeza.-” (Cap. 1 Pág. 6).
MINGUITO: Minguito era la planta de Naranja-Lima que Zezé encontró en el patio trasero de la nueva casa. Cuando entraron todos por primera vez, todos sus hermanos escogieron un árbol para ellos. Zezé se quedo sin árbol y Gloria lo llevo hasta el patio trasero donde encontró a Minguito. Zezé descubrió que podía hablar con Minguito y muy pronto se hicieron buenos amigos. Zezé le contaba todas sus historias y sus aventuras de cuando jugaba y sus travesuras ya que Zezé podía hablar con Minguito.
“-¿Pero tu hablas de verdad?-“
“-¿No me estas escuchando?-“
“-¿Por donde hablas?-“
“-Los árboles hablan por todas partes-“
“-Pero dime ¿Todo el mundo sabe que hablas?-“
“-No solo tú.-“(Cap. 2 Pág. 25)
MANUEL VALADARES: Era un portugués un tanto gordo y de una voz pomposa que residía en el pueblo. Estaba acomodado económicamente y todos lo reconocían por su lujoso auto. Todos los días el portugués se detenía en la cafetería “Miseria y Hambre” y compraba un paquete de cigarrillos. Zezé solía colgarse de los automóviles para no tener que pagar boleto en los transportes públicos cuando iba al colegio. Un día quiso hacerlo en el auto del portugués pero le salió mal y se agarró del vehiculo cuando ya había arrancado, el portugués lo descubrió y lo reprimió. “-Entonces, mocoso atrevido, ¿eras tú? ¡Un mocoso de esos con semejante atrevimiento!... “-¿Te piensas, mocoso, que no te he estado observando mi coche?. Voy a darte un correctivo y nunca más tendras ganas de repetir lo que hiciste.-“
(Cap. 1 Segunda Parte Pág. 88)
Un día lo encontró rengueando al pequeño Zezé y se ofreció llevarlo a curarle el tajo que tenía en la planta del pié, tras este hecho Zezé y el “Portuga”, como le decían, se hicieron muy buenos amigos.
DON ARIOVALDO: Hombre que anunciaba las novedades de la música en las calles de Bangu. Siempre a las nueve de la mañana andaba anunciando las novedades, vendiendo folletos y cantando diversas canciones nuevas de diferentes artistas. Como a Zezé le encantaba la música se ofreció para repartir los folletos con el, no por ganar plata sino porque le gustaba. Ariovaldo aceptó. Todos los martes a las nueve Zezé iba a la estación del tren a su encuentro.
Desde que Zezé conoció al Portuga bien de cerca su vida se tornó diferente y ya no se sentía mal como antes, ya que Zezé era continuamente reprimido por sus travesuras pero nadie en su casa salvo Gloria nadie se daba cuenta de que eran sus juegos, los juegos de un niño de cinco años y que todo lo que hacía lo hacía sin intención, ya que estaba descubriendo el mundo.
Con Manuel se llevaba realmente muy bien, se trataban como padre e hijo. Lo llevó a pescar, le compraba las figuritas que coleccionaba, lo llevaba a pasear en coche ya que Zezé nunca había subido a uno, le compraba galletas de las que le gustaban y muchas mas cosas.
Zezé le decía que él era como su padre. ya que su verdadero papá no se preocupaba mucho por el en aquel momento ya que la familia pasaba por momentos difíciles.
Cierto día Zezé estaba en el colegio y a mitad de clase tocan la puerta. La maestra abre la puerta y entra Jerónimo retrasado. Jerónimo se sienta atrás de Zezé y comienza a hablar del Mangaratiba, el tren que pasaba por el pueblo con su compañero de banco. Al principio Zezé no le presta importancia pero cuando oye que Jerónimo nombra al coche de el Portugués se da vuelta para verificiar si había pasado lo que menos esperaba.
“-¿Qué dijiste?-“
“-Dije eso, que el Mangaratiba agarró al coche aquel tan lindo de don Manuel Valadares.-“
(Cap. 7 Segunda Parte Pág. 158)
El Mangaratiba había atropellado al coche de Manuel Valadares con el adentro.
Zezé luego de esto entró en un shock tremendo, haber perdido a la persona que era para el su padre lo dejó sin ganas de vivir y esto le repercutió todavía peor teniendo aún cinco años.
Se enfermó y anduvo semanas en cama y la Municipalidad del pueblo ensanchó la calle sobre la que vivía Zezé por lo que cortaron a Minguito, algo que repercutió todavía peor en él, pero Zezé, a pesar de todo logró salir adelante.
Pero nunca pudo quitar de su corazón a esa persona, a ese portugués Manuel Valadares quien se había convertido para ese entonces en su Padre.
Iván Agustín Maisterra
Instituto MARÍA ANA MOGAS 2º A CBU