LAS CHICAS DE ALAMBRE - Jordi Sierra i Fabra
La desaparición de la modelo Vania con tan sólo veinticinco años fue inesperada, el último lugar donde había estado fue una clínica donde intento recuperarse de su anorexia (19); tenía cabello negro, ojos grises profundos, dulcemente tristes siempre, la nariz recata y afinada, el mentón redondo, los labios carnosos y una imagen de perenne inocencia juvenil que tantos estragos había causado entre sus fans y admiradores (16); en realidad se llamaba Vanessa Molins Cadafalch, nacida en Barcelona, España, hija natural de una mujer llena de voluntad y decisión que fue siempre el ángel tutelar de su carrera hasta que el éxito le dio alas y la independencia. El padre, casado, por lo menos la reconoció; pero fue todo. Mas tarde, la madre murió de un cáncer de pecho. Su única familia, al margen del padre que no volvió a ver, era una tía soltera, hermana de su madre, que nunca quiso figurar en los periódicos. A Vania no la descubrió ningún cazatalentos paseando por el Paseo de Gracia de Barcelona, ni fue Miss nada. Por voluntad propia, porque quería ser modelo, se matriculó en una agencia para aprender siendo una niña, y pasó por todos los grados de la servidumbre antes de dar el salto. Interinamente, sin embargo, quien sí la descubrió fue el fotógrafo que a los trece años le hizo su primera sesión como mujer y le vaticinó el futuro. (Páginas 17 y 18).
Cyrille que era egipcio-somalí (13). Negra de piel brillante como azabache, cabello corto, ojos de tigresa oscuros y misteriosos, boca pequeña, labios rojos de fresa (16). En realidad se llamaba Narim Wirmeyd, había nacido en El Cairo, Egipto, pero era hija de somalíes (16). Su padre la vendió a un traficante de camellos, después de regresar a Somalia, cuando tenía 12 años. El traficante, de 60, no pudo con el deseo de libertad de su joven pupila, o lo que fuese, así que ella se escapó a los pocos meses, ya con 13 años. La publicidad posterior, cuando llego al éxito, había engordado convenientemente la odisea de la niña, ya de por si especial y dramática; pero la realidad era muchos más simple. Narim escapo de su dueño, paso la frontera y llego a Etiopía… Allí logro despertar el interés de un hombre de negocios británico, que la empleó en su casa, y al año, un amigo de este, un francés, se la llevo a París. Con quince años y caminando por los Campos Eliseos. Jean Claude Pleyel, supo ver en ella lo que poco después verían millones de ojos en el mundo: que era especial, capaz de enamorar a la cámara y de vender lo que se pusiera encima, ya fuera ropa o un perfume. Así nació Cyrille, su nombre artístico. (Página 17).
Jess que era rubia como el trigo, cabello aún más largo y rizado con profusión, ojos verdes, siempre sonriente, chispeante, con su enorme boca abierta y sus dientes blanco como una de sus muestra de identidad, mandíbulas firmes y frente y pómulos perfectos (16). Estadounidense, nacida en Toledo, Ohio, de familia de clase media, respetables, religiosa en grado superlativo y convertida en una pequeña reina de belleza desde la infancia. Después llegó lo de Miss Ohio, además de otras muchas cosas siempre relacionadas con la belleza. Hizo una rápida y meteórica carrera (17), conformaban las Wire-girls, caracterizadas por su metro ochenta, tipo moldeado por naturaleza milimétrica y su extrema delgadez (16), la delgadez que las llevo primero al éxito, les dio un nombre y las acabo matando (16); fueron el modelo de miles de chicas, tan anoréxicas como ellas por degeneración (18). Ellas era tres amigas de verdad, todas para una y una para todas (140).
Vania había desaparecido luego de la muerte de sus amigas, Cyrille fue la primera en morir, se suicido al saber que tenía sida (18) que había contraído al compartir jeringas (93). La muerte de Jess fue más complicada. Primero el escándalo originado al saberse que había abortado, luego su propia muerte, causada por una sobredosis de droga y tercero el asesinato del hombre que la introdujo en el mundo de las drogas (18). Su nombre era Pleyel, un cazatalentos y dueño de unas de las mejores agencias de Francia (17), le daba heroína y cocaína a sus chicas, para que siempre estuviesen delgadas, para que no engordaran y también para tenerlas en su puño (92). Introdujo a Cyrille en el mundo de las drogas (92) y a Jess (184).
Tres días después de la muerte de Jess, alguien de noche y en la calle, le disparó dos balas en la cabeza, a Jean Claude Pleyel. El dueño de la agencia Pleyel cayó al suelo fulminado. La policía tardo menos de una semana en detener a Nicky Harvey, acusándolo de asesinato (95). Ni siquiera se supo si el jurado le habría declarado culpable o inocente (96), ya que fue asesinado por Palmer Hunt, el padre de Jess (183).
Luego de que Paula Montornés, editora, propietaria y directora de la revista Zonas Interiores (14) le preguntara a Jon Boix, su hijo de veinticinco años (18), metro setenta y siete (138), que realizaba reportajes y fotografías (38), si deseaba hacer una investigación acerca Vania y su desaparición repentina hacía ya diez años. Él responde que si y empieza a averiguar todas las personas cercanas a las modelos para así interrogarlos. Empieza por la más cercana, en Barcelona, la tía de Vania, le habla de ella y le dice que debe estar muerta, que tiene que estarlo porque nadie desaparece sin dejar rastro, y menos por diez años. Le dice que sólo confía en una persona, su criada que era la “chica-para-todo” de Vania, secretaria, asistente, protectora. La cuidaba, la protegía y la mimaba (24 y 25).
Luego prosigue con Carlos Sanromán en su estudio, el fotógrafo que había convertido a Vanessa en Vania, allí el estaba en plena sesión de fotos con su modelo, que media hora más tarde se encuentran afuera, se llamaba Sofía, allí él le pregunta si la puede alcanzar a algún lado, ella acepta, tenía el cabello muy negro, ensortijado, largo hasta la altura de los hombros. Sus ojos también eran negros, y sus labios, generosos, anchos (37). Luego de la entrevista de ella, van a comer y empiezan a charlar. Ninguno de los dos tenían hermanos (43) y sus padres habían muerto, el de ella cuando era niña y el de él en un accidente automovilístico del cual su madre había salido malparada (43). Sofía vivía con una amiga en un pequeño piso de dos habitaciones y paredes de papel (44), tenia diecinueve años (45).
Jon, partió para Madrid, a entrevistar a Vicente Molins, el padre de Vania. Él vivía en un piso céntrico de Velázquez, estaba muy enfermo y no quiso colaborar con ninguna pregunta de Jon, en tanto el menciono que se trataba de Vania. Cuando regreso a Barcelona el contacta a Sofía y quedan en encontrarse.
Jon visita al primer amor serio de Vania. Tomás Fernández, que era relacionista público de una discoteca marchosa, para noctámbulos selectos. Le contó que al terminar la relación no se volvieron a ver, ni a llamarse con Vania. Al preguntarle, si ella podría estar vivía todavía, el respondió con un no rotundo. Luego de hacerles las preguntas, fue con Nando Inturralde un cantante, que durante cinco meses junto a Vania estuvo en las revista de chismes y habían dado inicio a mil especulaciones. Le dijo que alguien como ella no se retira y desaparece por diez años. Cuando regresó a su casa, vio a Sofía en la puerta, sentada en la escalera, con una bolsa, una vez dentro del departamento dijo que Vania, había tirado la toalla, que las tres amigas eran muy unidas y luego de la muerte de Cyrille y Jess, tuvo miedo y se largó. Luego Jon y Sofía empezaron a discutir y ella entro al baño, diez minutos después, salió con un espejito redondo, con dos delgadas líneas de polvo blanco en su superficie (75), para amenizar la velada, él empujo el espejito que salió volando por los aires, el polvo blanco se convirtió en una especia de nieve que flotó en el aire sobre sus cabezas. Sofía dio media vuelta y se metió en la cama. Al día siguiente al despertarse, Sofía ya no estaba.
Días después fue a ver a París a Frederick Dejonet, que fue el que llevó a Cyrille a ese país, este le preguntó que idiomas sabía hablar, a lo que Jon contestó que hablaba francés, inglés, portugués, italiano y las lenguas de su país, aunque la euskera se le resistía (88), Frederickcon de sesenta años se había enamorado de ella de tan sólo catorce. Le contó a Jon que le hicieron una ablación de clítoris a los nueves años (90), que se había convertido en una de las mujeres mas deseadas del mundo, y ella no podía sentir ningún deseo.
Luego Jon queriendo hallar más información, se dirige a la hemeroteca, allí encontró una foto donde Vania estaba en el juicio de Harvey, junto a una mujer de mediana edad negra, que era su criada ya que recordó las palabras de la tía de Vania y de Nando. Allí en París habla también con Trisha Bonmarchois, la viuda de Pleyel, quien dijo que se dijeron puras basuras de él y lo invita a ver el desfile de Michel de Pontignac; luego de hablar por teléfono con su madre y con Sofía, se fue a la peluquería y más tarde a ver el desfile.
De París partió para Nueva York, para entrevistarse con Robert Ashcroft, que había estado casado con Vania, él dijo que luego de separarse de ella no volvió a saber de ella y que si hubiera querido verla no hubiera podido, porque Noraima no la hubiera dejado, Jon rápidamente le pregunta quien era Noraima y él le contesta que era su asistente, que era venezolana, Colombiana o de por ahí. Por fin había descubierto el nombre de la criada.
De allí fue a los Ángeles, a ver a la familia Hunt, una familia religiosa en grado superlativo, diciéndole a Agatha Hunt que quería hacerle un reportaje a su hija Bárbara, pero rápidamente saco el tema de Jess. Le contó que Palmer había muerto de cáncer de próstata y que las amigas de Jess la habían influenciado al igual que Nicky y Pleyel. Luego de un rato llego Bárbara Hunt, que le mostró una habitación con recortes y cosas de las Wire-Girls y de Jess. En un rectángulo de corcho, había una foto en la cual estaban Jess, Cyrille, Vania y Noraima, ella le contó que era de Aruba. Jon aceptó la invitación a cenar de Bárbara, cuando estaban comiendo empezaron a hablar y ella le dijo que Vania y Cyrille no eran una mala influencia.
Al otro día se despertó tardísimo y salió a buscar a los señores Harvey, que se negaron a colaboran diciéndole que los dejen en paz.
Al regresar a su casa de Barcelona encuentra a Sofía durmiendo, se acostó a dormir y despertándose a las diez de la mañana, al salir de bañarse ella ya estaba despierta, empezaron a hablar y en un momento le dice que estaba asustada, el la abraza y ella susurra …si tuviera trabajo..., Jon le preguntó si verdaderamente quería trabajar a lo cual Sofía responde afirmativamente, entonces llamo a su madre y le preguntó si tenía reemplazo para Laura que se iba a fin de mes de la revista, Paula dijo que no, que iba a poner un anuncio en el periódico, Jon le dice que tiene a alguien para reemplazarla, le pregunto a Sofía, que estaba a su lado, si le interesaba el trabajo, ella le dijo que si. Jon le dijo a su madre que no buscara a nadie más.
Luisa Cadafalch, puso cara de disgusto al ver a Jon esperándola en la puerta de su casa, le preguntó que así allí, el respondió que un día la habían llamado para que retirara unas cajas de su piso en Barcelona, el le dijo si las podía ver, ella al principio se negó, pero luego fue cediendo y al final lo llevo hasta la habitación donde se hallaban, advirtiéndole que no se llevara nada. Revisando las cajas, encontró unas postales de Noraima, donde le decía como había quedado su casa y que la extraña mucho, en una de ellas aparecía el sello de Aruba, con el remitente:<< Noraima Briezen>>. Jonatan, ya sabía el apellido de la criada de Vania.
Al día siguiente Jon va a la oficina de su madre, y le dice que se va a Aruba (170), porque había descubierto que Noraima vivía allí. Cuando llego a Aruba, que estaba a unos escasos 32 kilómetros de la costa venezolana, busco en la guía telefónica el apellido Briezen, había 19, pero ninguno era Noraima, llamo a dos números pero ninguna era el de ella, entonces acabo cenando en el restaurante del hotel. Al otro día se despertó, desayunó y se fue a buscar la casa pintada de amarillo, con tejas rojas, vallas blancas y jardín con árboles y flores. Paso una hora localizando a cuatro de los Briezen, hasta que el Briezen de Malmok, era Noraima Briezen, en la guía aparece como <<Briezen, Hermenegildo>>.
Espero a que Noraima una mujer negra de cincuenta y algunos años, cabello ensortijado, ligeramente gris ya, de cuerpo rotundo, firme, fuerte (178) llegara a la puerta, entonces comenzó a caminar hacia en su misma dirección, le dijo que quería hablar de Vania, si podía pasar, entró, al fondo había una puerta abierta con un taller o estudio de arte. Le pregunto como la había encontrado y le respondió que por una postal, porque allí describió su casa. Que la casa todavía esta a nombre de su padre Hermenegildo Briezen. Le contó que Vania era la hija que se le había muerto con apenas cinco añitos de edad (181). Ella tenía las manos cuidadas y limpias (181); le dijo que quien había matado a Pleyel no fue Nicky sino el padre de Jess y también que Vania esta muerta.
Noraima llevo a Jon hasta su tumba, en Santa Ana, una iglesia en Noord. El cementerio no tenía nichos, sólo mausoleos individuales algunos y otros de dos pisos todos pintados de los mismos colores vivos que se utilizaban en la isla; los mayores, los de dos pisos, tenían dos nichos abajo y uno arriba. Noraima se detuvo frente a uno de los más nuevos, los más cuidados, aunque el que tenía menos flores. EL nicho de arriba, estaba lapidado, pero sin placa. Abajo, en el de la derecha, estaba escrito Eliza Briezen Romero, la diferencia del año en que nació y el año en que murió, era de cinco años. En el de la izquierda estaba Vania: <<Vanessa Molins Cadafalch>>, muerte hacia nueve años.
El sintió un vacío en el estomago, en el cerebro, en el corazón. Ella dijo que no se había podido recuperar y que murió diez meses después de llegar allí. Le preguntó si la tumba de la niña pequeña era la de su hija a lo que respondió que si, y si la de arriba era la de su marido, ella dijo que no, que no tuvo marido, que era la de ella misma. Jon se sintió incomodo.
Posteriormente, tomo fotografías, mientras lo hacía sentía una voz interior. Algo había pasado por alto. Algo que había visto, sentido, oído, notado. Empezó a fotografía la tumba por delante y por detrás, en general, en detalle, cada unos de los tres nichos, principalmente el de Vanessa, su placa, las flores. Entonces se dio cuenta que las flores solamente estaban en la tumba de Eliza y ninguna del lado de Vanessa. Igual, Jon estaba seguro que se le había escapado algo más, empezó a pensar y a pensar.
Regreso al hotel, fue a comer porque todavía no lo había hecho. En el restaurante la camarera, le tendió la carta. Le dijo lo que quería, mirándole fijamente las manos. Allí se dio cuenta de que había un estudio de arte en la casa de Noraima y que ella tenía las manos impecables. Regreso a la casa, se detuvo frente a la ventana y allí la vio, a Vanessa Molins Cadafalch, tenía treinta y cinco años, estaba en la plenitud, ya no levaba el pelo largo sino corto, pero lo tenía igual de negro. Sus ojos seguían siendo grises, profundos, pero aquella dulce tristeza de antaño había dado paso a la mirada inteligente de la naturalidad y la madurez, ya no estaba tan delgada, aunque no estaba excesivamente cambiada (200). Lleva dos semanas dando tumbos por eso (201). Luego Noraima abrió la puerta y le pregunto que hacía allí, Jon le pidió que lo dejara pasar para hablar con ella, pero aquella le dijo que se fuera; sin que ellos la vieran acercarse aparece Vanessa y le pregunta a Jon como se llamaba.
Jon pregunto quién estaba en la tumba, le contesto que nadie que era por si un día “aparecías tú”. Vania pregunto como supo la verdad, Jonatan les dijo que por las manos y por las flores, respondió que era un chico listo. Le dijo que quería hacer un artículo sobre su desaparición y que tenía esperanzas de que estuviera viva. También le contó que tenía su póster pegado en la habitación y con las personas que había estado hablando, Vania pregunto por su tía.
Pregunto porqué se había ido y le dijo que porque estaba enferma, al llegar Aruba estuvo en paz y descubrió que ya no quería seguir siendo Vania. Vanessa le contó a Jon que quería escribir sus memorias, para contar la experiencia de una niña que tuvo un sueño, lo vio cumplido y después no puedo despertar de él. Jonatan le dijo que podría pasar un mes allí, ayudando a escribir esas memorias. Ella le pregunto si realmente tenía un póster de ella en su habitación, el respondió que si como que estaba enamorado de ti.
Esa noche llamo Sofía para contarle que el trabajo ya era suyo, le pregunto si había encontrado a Vania y él le dijo que se lo contaría cuando la viera.
Vania le había preguntado, la noche anterior a despedirse, que iba a escribir, el le respondió que no sabía. Le dijo que tenía dos opciones escribir que estaba muerta, publicar las fotos de la tumba y tener una exclusiva, aunque fuese falsa. Y por otro lado tenía a una mujer que no tenía nada que ver con la de hacía 10 años y a la que no sabía si descubrir.
Ella le advirtió que lo escribiera él porque sino vendría otro con menos escrúpulo y lo haría a su aire.
Después de darle las gracias a Jon, le dio un beso en los labios, ese fue el último contacto y su adiós sin palabras.
Ahora el tendría que pensar. Mañana sería otro día.
QUERIDO NADIE – BERLIE DOHERTY
Querido Nadie cuenta la historia de dos jóvenes adolescentes, Chris y Helen, ambos de dieciocho años, que viven en Sheffield y salen juntos (9). Helen es una chica muy inteligente, que recibe una propuesta para estudiar en el Real Colegio de Música de Manchester (11). Chris, en cambio, ira a estudiar a Newcastle (7), filología inglesa (48).
Una tarde de enero en casa de Helen (9), con la casa vacía y sonando su música favorita, hacen el amor, sin tener en cuenta las consecuencias que eso podía traer. Tras varias pruebas (52), comprueban que Helen está embarazada (60), lo que comenzó como un juego, acabaría siendo algo que cambiaría sus vidas para siempre.
Chris que tiene un hermano, llamado Guy (14), le pregunta a su padre nuevamente por su madre Joan (24) y porque los abandono (16 y 17) cuando el tenia diez años (18), le pide la dirección para luego comenzar a intercambiar cartas con ella. (19). Está seguro que si no hubiera surgido esta situación con Helen no habría preguntado por su madre. (21)
Mientras tanto Helen que tenía el pelo por los hombros (29) y suave (41) y que practicaba danza (57), está muy confundida, tiene miedo de lo que pueda ocurrirle y teme decírselo a su madre y a Ruthlyn, su mejor amiga, acaba contándoselo a Chris.
Luego, siguiendo el consejo de la doctora que le diagnosticó anemia, concurre a un centro de planificación familiar, pero no se siente preparada para quedarse. A raíz de esta situación, comienza a tener problemas con su familia, sobretodo con su madre, y acaba encontrando en sus abuelos su mayor apoyo.
Un día Helen, intentando provocar un aborto va a montar a caballo (62). Jill, tía de Chris (66), observa la situación y los invita a comer al día siguiente. Se entera del problema que tienen, les cuenta que a ella le ocurrió lo mismo cuando era joven y les ofrece ayuda (69).
Tiempo después, Helen, que en un principio no se animaba a hablar con su madre, acaba contándole todo lo que estaba ocurriendo, la lleva al médico que le confirma que está embarazada de aproximadamente 12 semanas (74). Alice se siente muy confundida y decide apartar a su hija de Chris, además, presiona a su hija para que se someta a un aborto (75). Acuden al hospital, pero Helen en un momento que se queda sola, se escapa y decide tener a su hijo (81-82)
Mientras tanto, Chris tiene la entrada prohibida en la casa de Helen, la madre de ella preferiría verlo muerto (88).
Al final, Chris y Helen se reencuentran y van a casa de Joan, esta es fotógrafa profesional y vive con Don, escalador profesional, con el que tiene intención de casarse. (91).
En junio llega la época de los exámenes, Helen toma una importante decisión; sabía que Chris estaba dispuesto a renunciar a su futuro profesional en Newcastle, por lo que decide terminar con él cuando terminen los exámenes (106). Chris no entiende la decisión de Helen intenta que recapacite pero ella no cambia de opinión.
Chris y su mejor amigo, Tom, viajan a Francia para “olvidar los problemas”. Allí conocen a dos chicas de Gales, Bryn y Menai, esto hace que Chris consiga, por momentos, olvidarse de su viejo amor. Al final de las vacaciones, después de tener una gran amistad, Bryn y Chris inician una breve relación.
En Sheffield, Helen sigue pasando mucho tiempo en casa de sus abuelos. Su abuela apenas habla y la frase que siempre repite “como la madre, la hija” la intriga. Helen investiga esta situación, revuelve papeles, cajones, en una charla su madre le confía que la ilegítima es ella misma que no conoce a su padre y que la abuela sólo le contó que era un bailarín, se da cuenta que de que su abuelo no lo es realmente (126-132). Helen y Chris consiguen buenas calificaciones en los exámenes finales lo que les permite seguir con sus planes de estudio (143-146)
Chris, llevando ya un tiempo en Sheffield, recibe la inesperada visita de Bryn, están “jugando” en la calle junto a Tom cuando ven a Helen y a su amiga Ruthlyn. Chris se da cuenta que no la quiere y que sigue enamorado de Helen por lo que decide escribirle para decirle que creía que no deberían volver a verse.
Una tarde octubre Robbie, el hermano de Chris, va a casa de Helen para ofrecerle su ayuda ella sólo le pide que le dé a Chris las cartas que escribió durante el embarazo a su Querido Nadie, ya está en trabajo de parto, faltan unas horas para que nazca su hija (161).
Cuando Chris abre el paquete y ve las cartas sale corriendo hacia el hospital, al entrar a la habitación ve a Helen y luego a Amy, su hija recién nacida muy pequeña con su cara enrojecida y arrugada (164), y entiende que en todos esos meses había dedicado todo su tiempo, pensamientos y sueños a Helen y nunca había pensado en ella. Cuando la ve se siente débil y “se esconde” de ella reconociendo que Helen tenía razón y que ni siquiera estaba preparado para él mismo.
En noviembre Helen en una carta le dice a Chris que está donde quiere estar (165), que piensa mucho en él con amor y que espera sea feliz. Le cuenta que las cuatro generaciones de mujeres estuvieron sentadas en el salón de su casa y que cuando iba a acostar a Amy su madre la toma en brazos, la besa y la pone en brazos de su abuela como si Amy fuera un hilo delicado que pasa por una prenda para remendar sus desgarros (165)
La desaparición de la modelo Vania con tan sólo veinticinco años fue inesperada, el último lugar donde había estado fue una clínica donde intento recuperarse de su anorexia (19); tenía cabello negro, ojos grises profundos, dulcemente tristes siempre, la nariz recata y afinada, el mentón redondo, los labios carnosos y una imagen de perenne inocencia juvenil que tantos estragos había causado entre sus fans y admiradores (16); en realidad se llamaba Vanessa Molins Cadafalch, nacida en Barcelona, España, hija natural de una mujer llena de voluntad y decisión que fue siempre el ángel tutelar de su carrera hasta que el éxito le dio alas y la independencia. El padre, casado, por lo menos la reconoció; pero fue todo. Mas tarde, la madre murió de un cáncer de pecho. Su única familia, al margen del padre que no volvió a ver, era una tía soltera, hermana de su madre, que nunca quiso figurar en los periódicos. A Vania no la descubrió ningún cazatalentos paseando por el Paseo de Gracia de Barcelona, ni fue Miss nada. Por voluntad propia, porque quería ser modelo, se matriculó en una agencia para aprender siendo una niña, y pasó por todos los grados de la servidumbre antes de dar el salto. Interinamente, sin embargo, quien sí la descubrió fue el fotógrafo que a los trece años le hizo su primera sesión como mujer y le vaticinó el futuro. (Páginas 17 y 18).
Cyrille que era egipcio-somalí (13). Negra de piel brillante como azabache, cabello corto, ojos de tigresa oscuros y misteriosos, boca pequeña, labios rojos de fresa (16). En realidad se llamaba Narim Wirmeyd, había nacido en El Cairo, Egipto, pero era hija de somalíes (16). Su padre la vendió a un traficante de camellos, después de regresar a Somalia, cuando tenía 12 años. El traficante, de 60, no pudo con el deseo de libertad de su joven pupila, o lo que fuese, así que ella se escapó a los pocos meses, ya con 13 años. La publicidad posterior, cuando llego al éxito, había engordado convenientemente la odisea de la niña, ya de por si especial y dramática; pero la realidad era muchos más simple. Narim escapo de su dueño, paso la frontera y llego a Etiopía… Allí logro despertar el interés de un hombre de negocios británico, que la empleó en su casa, y al año, un amigo de este, un francés, se la llevo a París. Con quince años y caminando por los Campos Eliseos. Jean Claude Pleyel, supo ver en ella lo que poco después verían millones de ojos en el mundo: que era especial, capaz de enamorar a la cámara y de vender lo que se pusiera encima, ya fuera ropa o un perfume. Así nació Cyrille, su nombre artístico. (Página 17).
Jess que era rubia como el trigo, cabello aún más largo y rizado con profusión, ojos verdes, siempre sonriente, chispeante, con su enorme boca abierta y sus dientes blanco como una de sus muestra de identidad, mandíbulas firmes y frente y pómulos perfectos (16). Estadounidense, nacida en Toledo, Ohio, de familia de clase media, respetables, religiosa en grado superlativo y convertida en una pequeña reina de belleza desde la infancia. Después llegó lo de Miss Ohio, además de otras muchas cosas siempre relacionadas con la belleza. Hizo una rápida y meteórica carrera (17), conformaban las Wire-girls, caracterizadas por su metro ochenta, tipo moldeado por naturaleza milimétrica y su extrema delgadez (16), la delgadez que las llevo primero al éxito, les dio un nombre y las acabo matando (16); fueron el modelo de miles de chicas, tan anoréxicas como ellas por degeneración (18). Ellas era tres amigas de verdad, todas para una y una para todas (140).
Vania había desaparecido luego de la muerte de sus amigas, Cyrille fue la primera en morir, se suicido al saber que tenía sida (18) que había contraído al compartir jeringas (93). La muerte de Jess fue más complicada. Primero el escándalo originado al saberse que había abortado, luego su propia muerte, causada por una sobredosis de droga y tercero el asesinato del hombre que la introdujo en el mundo de las drogas (18). Su nombre era Pleyel, un cazatalentos y dueño de unas de las mejores agencias de Francia (17), le daba heroína y cocaína a sus chicas, para que siempre estuviesen delgadas, para que no engordaran y también para tenerlas en su puño (92). Introdujo a Cyrille en el mundo de las drogas (92) y a Jess (184).
Tres días después de la muerte de Jess, alguien de noche y en la calle, le disparó dos balas en la cabeza, a Jean Claude Pleyel. El dueño de la agencia Pleyel cayó al suelo fulminado. La policía tardo menos de una semana en detener a Nicky Harvey, acusándolo de asesinato (95). Ni siquiera se supo si el jurado le habría declarado culpable o inocente (96), ya que fue asesinado por Palmer Hunt, el padre de Jess (183).
Luego de que Paula Montornés, editora, propietaria y directora de la revista Zonas Interiores (14) le preguntara a Jon Boix, su hijo de veinticinco años (18), metro setenta y siete (138), que realizaba reportajes y fotografías (38), si deseaba hacer una investigación acerca Vania y su desaparición repentina hacía ya diez años. Él responde que si y empieza a averiguar todas las personas cercanas a las modelos para así interrogarlos. Empieza por la más cercana, en Barcelona, la tía de Vania, le habla de ella y le dice que debe estar muerta, que tiene que estarlo porque nadie desaparece sin dejar rastro, y menos por diez años. Le dice que sólo confía en una persona, su criada que era la “chica-para-todo” de Vania, secretaria, asistente, protectora. La cuidaba, la protegía y la mimaba (24 y 25).
Luego prosigue con Carlos Sanromán en su estudio, el fotógrafo que había convertido a Vanessa en Vania, allí el estaba en plena sesión de fotos con su modelo, que media hora más tarde se encuentran afuera, se llamaba Sofía, allí él le pregunta si la puede alcanzar a algún lado, ella acepta, tenía el cabello muy negro, ensortijado, largo hasta la altura de los hombros. Sus ojos también eran negros, y sus labios, generosos, anchos (37). Luego de la entrevista de ella, van a comer y empiezan a charlar. Ninguno de los dos tenían hermanos (43) y sus padres habían muerto, el de ella cuando era niña y el de él en un accidente automovilístico del cual su madre había salido malparada (43). Sofía vivía con una amiga en un pequeño piso de dos habitaciones y paredes de papel (44), tenia diecinueve años (45).
Jon, partió para Madrid, a entrevistar a Vicente Molins, el padre de Vania. Él vivía en un piso céntrico de Velázquez, estaba muy enfermo y no quiso colaborar con ninguna pregunta de Jon, en tanto el menciono que se trataba de Vania. Cuando regreso a Barcelona el contacta a Sofía y quedan en encontrarse.
Jon visita al primer amor serio de Vania. Tomás Fernández, que era relacionista público de una discoteca marchosa, para noctámbulos selectos. Le contó que al terminar la relación no se volvieron a ver, ni a llamarse con Vania. Al preguntarle, si ella podría estar vivía todavía, el respondió con un no rotundo. Luego de hacerles las preguntas, fue con Nando Inturralde un cantante, que durante cinco meses junto a Vania estuvo en las revista de chismes y habían dado inicio a mil especulaciones. Le dijo que alguien como ella no se retira y desaparece por diez años. Cuando regresó a su casa, vio a Sofía en la puerta, sentada en la escalera, con una bolsa, una vez dentro del departamento dijo que Vania, había tirado la toalla, que las tres amigas eran muy unidas y luego de la muerte de Cyrille y Jess, tuvo miedo y se largó. Luego Jon y Sofía empezaron a discutir y ella entro al baño, diez minutos después, salió con un espejito redondo, con dos delgadas líneas de polvo blanco en su superficie (75), para amenizar la velada, él empujo el espejito que salió volando por los aires, el polvo blanco se convirtió en una especia de nieve que flotó en el aire sobre sus cabezas. Sofía dio media vuelta y se metió en la cama. Al día siguiente al despertarse, Sofía ya no estaba.
Días después fue a ver a París a Frederick Dejonet, que fue el que llevó a Cyrille a ese país, este le preguntó que idiomas sabía hablar, a lo que Jon contestó que hablaba francés, inglés, portugués, italiano y las lenguas de su país, aunque la euskera se le resistía (88), Frederickcon de sesenta años se había enamorado de ella de tan sólo catorce. Le contó a Jon que le hicieron una ablación de clítoris a los nueves años (90), que se había convertido en una de las mujeres mas deseadas del mundo, y ella no podía sentir ningún deseo.
Luego Jon queriendo hallar más información, se dirige a la hemeroteca, allí encontró una foto donde Vania estaba en el juicio de Harvey, junto a una mujer de mediana edad negra, que era su criada ya que recordó las palabras de la tía de Vania y de Nando. Allí en París habla también con Trisha Bonmarchois, la viuda de Pleyel, quien dijo que se dijeron puras basuras de él y lo invita a ver el desfile de Michel de Pontignac; luego de hablar por teléfono con su madre y con Sofía, se fue a la peluquería y más tarde a ver el desfile.
De París partió para Nueva York, para entrevistarse con Robert Ashcroft, que había estado casado con Vania, él dijo que luego de separarse de ella no volvió a saber de ella y que si hubiera querido verla no hubiera podido, porque Noraima no la hubiera dejado, Jon rápidamente le pregunta quien era Noraima y él le contesta que era su asistente, que era venezolana, Colombiana o de por ahí. Por fin había descubierto el nombre de la criada.
De allí fue a los Ángeles, a ver a la familia Hunt, una familia religiosa en grado superlativo, diciéndole a Agatha Hunt que quería hacerle un reportaje a su hija Bárbara, pero rápidamente saco el tema de Jess. Le contó que Palmer había muerto de cáncer de próstata y que las amigas de Jess la habían influenciado al igual que Nicky y Pleyel. Luego de un rato llego Bárbara Hunt, que le mostró una habitación con recortes y cosas de las Wire-Girls y de Jess. En un rectángulo de corcho, había una foto en la cual estaban Jess, Cyrille, Vania y Noraima, ella le contó que era de Aruba. Jon aceptó la invitación a cenar de Bárbara, cuando estaban comiendo empezaron a hablar y ella le dijo que Vania y Cyrille no eran una mala influencia.
Al otro día se despertó tardísimo y salió a buscar a los señores Harvey, que se negaron a colaboran diciéndole que los dejen en paz.
Al regresar a su casa de Barcelona encuentra a Sofía durmiendo, se acostó a dormir y despertándose a las diez de la mañana, al salir de bañarse ella ya estaba despierta, empezaron a hablar y en un momento le dice que estaba asustada, el la abraza y ella susurra …si tuviera trabajo..., Jon le preguntó si verdaderamente quería trabajar a lo cual Sofía responde afirmativamente, entonces llamo a su madre y le preguntó si tenía reemplazo para Laura que se iba a fin de mes de la revista, Paula dijo que no, que iba a poner un anuncio en el periódico, Jon le dice que tiene a alguien para reemplazarla, le pregunto a Sofía, que estaba a su lado, si le interesaba el trabajo, ella le dijo que si. Jon le dijo a su madre que no buscara a nadie más.
Luisa Cadafalch, puso cara de disgusto al ver a Jon esperándola en la puerta de su casa, le preguntó que así allí, el respondió que un día la habían llamado para que retirara unas cajas de su piso en Barcelona, el le dijo si las podía ver, ella al principio se negó, pero luego fue cediendo y al final lo llevo hasta la habitación donde se hallaban, advirtiéndole que no se llevara nada. Revisando las cajas, encontró unas postales de Noraima, donde le decía como había quedado su casa y que la extraña mucho, en una de ellas aparecía el sello de Aruba, con el remitente:<< Noraima Briezen>>. Jonatan, ya sabía el apellido de la criada de Vania.
Al día siguiente Jon va a la oficina de su madre, y le dice que se va a Aruba (170), porque había descubierto que Noraima vivía allí. Cuando llego a Aruba, que estaba a unos escasos 32 kilómetros de la costa venezolana, busco en la guía telefónica el apellido Briezen, había 19, pero ninguno era Noraima, llamo a dos números pero ninguna era el de ella, entonces acabo cenando en el restaurante del hotel. Al otro día se despertó, desayunó y se fue a buscar la casa pintada de amarillo, con tejas rojas, vallas blancas y jardín con árboles y flores. Paso una hora localizando a cuatro de los Briezen, hasta que el Briezen de Malmok, era Noraima Briezen, en la guía aparece como <<Briezen, Hermenegildo>>.
Espero a que Noraima una mujer negra de cincuenta y algunos años, cabello ensortijado, ligeramente gris ya, de cuerpo rotundo, firme, fuerte (178) llegara a la puerta, entonces comenzó a caminar hacia en su misma dirección, le dijo que quería hablar de Vania, si podía pasar, entró, al fondo había una puerta abierta con un taller o estudio de arte. Le pregunto como la había encontrado y le respondió que por una postal, porque allí describió su casa. Que la casa todavía esta a nombre de su padre Hermenegildo Briezen. Le contó que Vania era la hija que se le había muerto con apenas cinco añitos de edad (181). Ella tenía las manos cuidadas y limpias (181); le dijo que quien había matado a Pleyel no fue Nicky sino el padre de Jess y también que Vania esta muerta.
Noraima llevo a Jon hasta su tumba, en Santa Ana, una iglesia en Noord. El cementerio no tenía nichos, sólo mausoleos individuales algunos y otros de dos pisos todos pintados de los mismos colores vivos que se utilizaban en la isla; los mayores, los de dos pisos, tenían dos nichos abajo y uno arriba. Noraima se detuvo frente a uno de los más nuevos, los más cuidados, aunque el que tenía menos flores. EL nicho de arriba, estaba lapidado, pero sin placa. Abajo, en el de la derecha, estaba escrito Eliza Briezen Romero, la diferencia del año en que nació y el año en que murió, era de cinco años. En el de la izquierda estaba Vania: <<Vanessa Molins Cadafalch>>, muerte hacia nueve años.
El sintió un vacío en el estomago, en el cerebro, en el corazón. Ella dijo que no se había podido recuperar y que murió diez meses después de llegar allí. Le preguntó si la tumba de la niña pequeña era la de su hija a lo que respondió que si, y si la de arriba era la de su marido, ella dijo que no, que no tuvo marido, que era la de ella misma. Jon se sintió incomodo.
Posteriormente, tomo fotografías, mientras lo hacía sentía una voz interior. Algo había pasado por alto. Algo que había visto, sentido, oído, notado. Empezó a fotografía la tumba por delante y por detrás, en general, en detalle, cada unos de los tres nichos, principalmente el de Vanessa, su placa, las flores. Entonces se dio cuenta que las flores solamente estaban en la tumba de Eliza y ninguna del lado de Vanessa. Igual, Jon estaba seguro que se le había escapado algo más, empezó a pensar y a pensar.
Regreso al hotel, fue a comer porque todavía no lo había hecho. En el restaurante la camarera, le tendió la carta. Le dijo lo que quería, mirándole fijamente las manos. Allí se dio cuenta de que había un estudio de arte en la casa de Noraima y que ella tenía las manos impecables. Regreso a la casa, se detuvo frente a la ventana y allí la vio, a Vanessa Molins Cadafalch, tenía treinta y cinco años, estaba en la plenitud, ya no levaba el pelo largo sino corto, pero lo tenía igual de negro. Sus ojos seguían siendo grises, profundos, pero aquella dulce tristeza de antaño había dado paso a la mirada inteligente de la naturalidad y la madurez, ya no estaba tan delgada, aunque no estaba excesivamente cambiada (200). Lleva dos semanas dando tumbos por eso (201). Luego Noraima abrió la puerta y le pregunto que hacía allí, Jon le pidió que lo dejara pasar para hablar con ella, pero aquella le dijo que se fuera; sin que ellos la vieran acercarse aparece Vanessa y le pregunta a Jon como se llamaba.
Jon pregunto quién estaba en la tumba, le contesto que nadie que era por si un día “aparecías tú”. Vania pregunto como supo la verdad, Jonatan les dijo que por las manos y por las flores, respondió que era un chico listo. Le dijo que quería hacer un artículo sobre su desaparición y que tenía esperanzas de que estuviera viva. También le contó que tenía su póster pegado en la habitación y con las personas que había estado hablando, Vania pregunto por su tía.
Pregunto porqué se había ido y le dijo que porque estaba enferma, al llegar Aruba estuvo en paz y descubrió que ya no quería seguir siendo Vania. Vanessa le contó a Jon que quería escribir sus memorias, para contar la experiencia de una niña que tuvo un sueño, lo vio cumplido y después no puedo despertar de él. Jonatan le dijo que podría pasar un mes allí, ayudando a escribir esas memorias. Ella le pregunto si realmente tenía un póster de ella en su habitación, el respondió que si como que estaba enamorado de ti.
Esa noche llamo Sofía para contarle que el trabajo ya era suyo, le pregunto si había encontrado a Vania y él le dijo que se lo contaría cuando la viera.
Vania le había preguntado, la noche anterior a despedirse, que iba a escribir, el le respondió que no sabía. Le dijo que tenía dos opciones escribir que estaba muerta, publicar las fotos de la tumba y tener una exclusiva, aunque fuese falsa. Y por otro lado tenía a una mujer que no tenía nada que ver con la de hacía 10 años y a la que no sabía si descubrir.
Ella le advirtió que lo escribiera él porque sino vendría otro con menos escrúpulo y lo haría a su aire.
Después de darle las gracias a Jon, le dio un beso en los labios, ese fue el último contacto y su adiós sin palabras.
Ahora el tendría que pensar. Mañana sería otro día.
QUERIDO NADIE – BERLIE DOHERTY
Querido Nadie cuenta la historia de dos jóvenes adolescentes, Chris y Helen, ambos de dieciocho años, que viven en Sheffield y salen juntos (9). Helen es una chica muy inteligente, que recibe una propuesta para estudiar en el Real Colegio de Música de Manchester (11). Chris, en cambio, ira a estudiar a Newcastle (7), filología inglesa (48).
Una tarde de enero en casa de Helen (9), con la casa vacía y sonando su música favorita, hacen el amor, sin tener en cuenta las consecuencias que eso podía traer. Tras varias pruebas (52), comprueban que Helen está embarazada (60), lo que comenzó como un juego, acabaría siendo algo que cambiaría sus vidas para siempre.
Chris que tiene un hermano, llamado Guy (14), le pregunta a su padre nuevamente por su madre Joan (24) y porque los abandono (16 y 17) cuando el tenia diez años (18), le pide la dirección para luego comenzar a intercambiar cartas con ella. (19). Está seguro que si no hubiera surgido esta situación con Helen no habría preguntado por su madre. (21)
Mientras tanto Helen que tenía el pelo por los hombros (29) y suave (41) y que practicaba danza (57), está muy confundida, tiene miedo de lo que pueda ocurrirle y teme decírselo a su madre y a Ruthlyn, su mejor amiga, acaba contándoselo a Chris.
Luego, siguiendo el consejo de la doctora que le diagnosticó anemia, concurre a un centro de planificación familiar, pero no se siente preparada para quedarse. A raíz de esta situación, comienza a tener problemas con su familia, sobretodo con su madre, y acaba encontrando en sus abuelos su mayor apoyo.
Un día Helen, intentando provocar un aborto va a montar a caballo (62). Jill, tía de Chris (66), observa la situación y los invita a comer al día siguiente. Se entera del problema que tienen, les cuenta que a ella le ocurrió lo mismo cuando era joven y les ofrece ayuda (69).
Tiempo después, Helen, que en un principio no se animaba a hablar con su madre, acaba contándole todo lo que estaba ocurriendo, la lleva al médico que le confirma que está embarazada de aproximadamente 12 semanas (74). Alice se siente muy confundida y decide apartar a su hija de Chris, además, presiona a su hija para que se someta a un aborto (75). Acuden al hospital, pero Helen en un momento que se queda sola, se escapa y decide tener a su hijo (81-82)
Mientras tanto, Chris tiene la entrada prohibida en la casa de Helen, la madre de ella preferiría verlo muerto (88).
Al final, Chris y Helen se reencuentran y van a casa de Joan, esta es fotógrafa profesional y vive con Don, escalador profesional, con el que tiene intención de casarse. (91).
En junio llega la época de los exámenes, Helen toma una importante decisión; sabía que Chris estaba dispuesto a renunciar a su futuro profesional en Newcastle, por lo que decide terminar con él cuando terminen los exámenes (106). Chris no entiende la decisión de Helen intenta que recapacite pero ella no cambia de opinión.
Chris y su mejor amigo, Tom, viajan a Francia para “olvidar los problemas”. Allí conocen a dos chicas de Gales, Bryn y Menai, esto hace que Chris consiga, por momentos, olvidarse de su viejo amor. Al final de las vacaciones, después de tener una gran amistad, Bryn y Chris inician una breve relación.
En Sheffield, Helen sigue pasando mucho tiempo en casa de sus abuelos. Su abuela apenas habla y la frase que siempre repite “como la madre, la hija” la intriga. Helen investiga esta situación, revuelve papeles, cajones, en una charla su madre le confía que la ilegítima es ella misma que no conoce a su padre y que la abuela sólo le contó que era un bailarín, se da cuenta que de que su abuelo no lo es realmente (126-132). Helen y Chris consiguen buenas calificaciones en los exámenes finales lo que les permite seguir con sus planes de estudio (143-146)
Chris, llevando ya un tiempo en Sheffield, recibe la inesperada visita de Bryn, están “jugando” en la calle junto a Tom cuando ven a Helen y a su amiga Ruthlyn. Chris se da cuenta que no la quiere y que sigue enamorado de Helen por lo que decide escribirle para decirle que creía que no deberían volver a verse.
Una tarde octubre Robbie, el hermano de Chris, va a casa de Helen para ofrecerle su ayuda ella sólo le pide que le dé a Chris las cartas que escribió durante el embarazo a su Querido Nadie, ya está en trabajo de parto, faltan unas horas para que nazca su hija (161).
Cuando Chris abre el paquete y ve las cartas sale corriendo hacia el hospital, al entrar a la habitación ve a Helen y luego a Amy, su hija recién nacida muy pequeña con su cara enrojecida y arrugada (164), y entiende que en todos esos meses había dedicado todo su tiempo, pensamientos y sueños a Helen y nunca había pensado en ella. Cuando la ve se siente débil y “se esconde” de ella reconociendo que Helen tenía razón y que ni siquiera estaba preparado para él mismo.
En noviembre Helen en una carta le dice a Chris que está donde quiere estar (165), que piensa mucho en él con amor y que espera sea feliz. Le cuenta que las cuatro generaciones de mujeres estuvieron sentadas en el salón de su casa y que cuando iba a acostar a Amy su madre la toma en brazos, la besa y la pone en brazos de su abuela como si Amy fuera un hilo delicado que pasa por una prenda para remendar sus desgarros (165)