Lastima que estaba Muerto:
¿Cuál era el misterio que guardaba Miguel Ballardo?
Mucho tiempo le llevo a su hijo, Damián conocer su propia historia.
Manuel y su esposa Ana evitaban hablar del pasado. Siempre la respuesta era el silencio “Al día siguiente me desperté de pésimo humor y durante el desayuno no dije ni una palabra. Papa, escudado atrás de su diario ni se daba cuenta, pero mi mamá percibía mis estados de ánimo.”(Pág. 15) “el enojo es silencio para mi padre” (Pág. 32) “– Chau – me dijo, y nada mas. Hubiera querido que me gritara, que se enojara, creo que hasta una cachetada hubiera sentido mejor que ese silencio de hielo” (Pág. 88).
Damián era un chico como todos, iba al colegio, casi no tenia amigos. “En el colegio me sentaba siempre con Franco; hasta se podría decir que era mi amigos aunque esa palabra no figura en mi vocabulario.” (Pág. 27) tenía una novia que se llamaba Camila “Descubrí que me gustaba Camila. Era franca, decía cosas que no quería escuchar pero que me hacían bien “(Pág. 43)
Camila, que junto con su padre Francisco Ravint, abogado lo ayudaron a Damián a descubrir porqué su padre había ido preso. “¿Preso? ¿Mi papa preso? Si que me estaban pasando cosas increíbles. Algo que nunca había imaginado .me quede rumiando si era mejor ser adoptado o tener un padre delincuente. ¿Que habría echo?¿ matar seguro que no ¿ robar? Muchas veces habíamos habla en la mesa del valor del dinero. Papá decía que es un instrumento pero que no e sinónimo de felicidad. No, mi viejo era incapaz de robar. Eso ocurría en las película y mi no era parecido a los personajes del cine. ¿Porque no le había peguntado? ¿Por qué había terminado una incógnita para empezar otra? ¿Es que nunca mas iba a poder vivir tranquilo como los demás? ¿Es que siempre tenía que esperar para resolver algo? Tantas preguntadme inflaron la cabeza y al fin se me cerraron los ojo. Me dormí acurrucado en un signo de interrogación. “(Pág. 51 y 52) esto fue a consecuencia de la investigación sobre la vacuna contra la grite virosica que hizo mi abuelo, pedro Ballardo. “ Me dijo que mi abuela se llamaba Mercedes Paunes y que falleció cuando mi papa era chico. También me recordó el nombre de mi abuelo Pedro Ballardo. Era bioquimico como mi papá. -¿En que rama trabajaba?- le pregunta. – En la prevención. Paso muchos años trabajando en una vacuna…- dijo ella y la voz ya le estaba cambiando. - ¿y como le fue con eso? - Mal, nos trajo muchos problemas... Fue por eso que tú papa término en la cárcel.” (Pág. 54). Después de muco investigar Francisco descubre que a Pedro lo habían engañado y estafado. Le había descubierto la vacuna pero un científico español, Angel Muiño, lo acuso de haberle robado la formula. Fueron a juicio y el abogado de Pedro, Miguel Torrento, no presento las pruebas que comprobaban su inocencia. Lo condenaron a prisión pero su hijo Manuel. Se declaro culpable y cumplió la condena. “ – Te explico , Damián . Tu abuelo trabajo treinta años para encontrar la formula de la vacuna contra la gripe virosica. Pero lo hice en silencio, con su trabajo en el hospital, sin respaldo de ningún laboratorio grande. Cuando viejo a Europa en 1977 comento sus inquietudes con un científico mediocre en España, llamado Angel Muiño. Este hombre, que era mala persona y además estaba en la decadencia de su carrera, le saco a tu abuelo toda la información que puso y cuando tu abuelo volvió al país continuaron comunicándose por correo. Así fue que el supo, antes que nadie, que Pedro Ballardo había descubierto esa vacuna y viajo a Buenos Aires donde declamo derechos argumentando que tu abuelo le había robado sus registros y que el descubrimiento era de el. Tu abuelo contrato entonces al tal Torrento para que fuera su abogado defensor y le dio los registros de su experiencia de laboratorio. Muiño entonces le ofreció a torrento una importante suma de dinero para hacer desaparecer eso registros. Fueron a juicio y como tu abuelo no tenia una defensa buena ni pruebas de su inocencia lo condenaron a seis años de prisión - ¿y mi padre? Francisco saco un recorte de diario de una carpeta que decía: FINALIZA CON INCIDENTES EL JUICIOO A PEDRO BALLARDO. Cunado se leyó el fallo adverso al renombrado científico el silencio de la sala fue quebrado por su hijo Manuel ballardo, bioquimico de profesión, quien en alta voz se declaro culpable del hecho. Confeso ante todos los presentes haber copiado en su viaje a Europa los archivos del demandante y falsificado las experiencias sin el consentimiento de su padre. Inmediatamente quedo a disposición de la justicia. Después de la audiencia Pedro Ballardo sufrió una indisposición cardíaca y fue internado de urgencia.” (Pág. 144 y 145)
Damián necesitaba recuperar las pruebas que indicaban la inocencia de su padre y su abuelo. Busco empleo en el estudio jurídico de Ernesto Torrento, hijo de Miguel Torrento, y cambiando su identidad comenzó a trabajar como cadete. “-¿Cómo es el apellido del cadete nuevo ¿- preguntó el abogado.- Gómez, Damián Gómez- contestó la secretaria.” (Pág. 161) Después de unos días consigue las pruebas. “A oscuras abrí los cajones con llaves y efectivamente en uno de los estaban los dos libracos viejos y de tapa verde.” (Pág. 171), entregándoselos a francisco quien reabre el caso.
Manuel se entera de lo que estuvo investigando su hijo y se siente orgulloso de el. “ . Vengo, señor Rovint , porque mi hijo e contó todo . Al fin pudimos hablar sobre el pasado y ahora queremos que usted nos ayude, si es posible, a reabrir el juicio.” (Pág. 201)
Al fin se comprueba la inocencia de Pedro y de Manuel.
Los ojos de perro siberiano.
A
l fin se entero de la verdad, su hermano, Ezequiel tenia sida.“…- porque tengo SIDA-contestó.”(Pág. 32) Desde hacia un tiempo que había un clima muy extraño su casa. Su Papá siempre ocupado con sus negocios y muy nervioso. “el se ocupaba de lo suyo, es decir de sus negocios…” (Pág. 13) “Mi padre se quedo mudo, y mi madre y yo también, era la primera vez que yo veía a alguien contestarle así a mi padre y dejarlo sin palabras” (Pág. 46) “Mi padre como siempre dio por terminada nuestra conversación levantándose y yéndose. Me quede sentado en su despacho llorado en silencio un largo rato”. Su mamá nunca descuido sus plantas, estuvo muy silenciosa, triste y lloraba por todas partes. “Mi madre cultiva y cuida sus hierbas con un amor y dedicación que creo que no nos dio a nosotros.” (Pág. 12) Sus padres nunca pudieron aceptarlo, lo negaron diciendo que tenía leucemia. “– Es una enfermedad terrible…- insistieron – si…-balbucee – la leucemia - ¿La leucemia...?- si claro. La leucemia. La enfermedad de Ezequiel. Pobrecito. No recuerdo se les conteste, se que me fui indignado. Mis padres, al no poder evitar la evidencia de que Ezequiel iba a morir, tuvieron que invéntale una enfermedad. Como si fuera digno de morirse por leucemia que de SIDA. Como si fuera indigno ser sidoso. Como si en la muerte hubiera alguna dignidad. “(Págs. 113 y 114)
Ezequiel dejo de vivir con su familia en la casona de San Isidro “nosotros vivimos en San Isidro en una de esas casonas de principio de siglo, cerca del rió”; “ la casa es enorme, de ambientes amplios y techos altos, de dos plantas .en la planta baja ,un pequeño hall, la sala ,el comedor con su chimenea, el estudio de mi padre, donde esta la biblioteca, la cocina y las habitaciones de servicio, en la planta alta están los dormitorios de mis padres, el de mi hermano y el mió, un cuarto para que mi madre haga sus quehaceres.” “La casa esta rodeada por un gran parque…” (Págs. 11 y 12), y se fue en un departamento en el barrio de Palermo en compañía de su perra siberiana Sacha, su fiel compañera “– uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos De algunos veo el temor e los otros lo de intolerancia. En lo de la abuela veo lastima. En los de papa enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. en tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos queme veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo , es en los ojos de mi perro,. En los ojos de Sacha. (Pág. 95)
El Narrador con su amigo de toda la vida, Mariano “Con mariano estuvimos juntos desde el jardín de infantes, durante casi todo el colegio primario nos sentamos juntos, íbamos al mismo club.” (Pág. 19) intentaron muchas veces descubrir la verdad con ayuda de la hermana de éste último, Florencia sin encontrar resultados. “nos enteramos de todo porque, ya lo he dicho, nuestros padres eran amigos, el padre de mariano se lo contó a su madre y ella a Florencia, la hermana de mariano tres años mayor que nosotros, como ejemplo de las cosas de las que se debía de cuidar. Una ves que lo supo Florencia a que lo supiéramos nosotros hubo solo un paso” (Pág. 23). “Hasta que un día el mismo Ezequiel me contó la verdad, sufrió la discriminación de toda la sociedad.””Ezequiel trabajaba en un estudio de diseño gráfico desde hacia dos años. En el momento de la internacion, en su trabajo se enteraron de su enfermedad y lo echaron .Argumentaron razones presupestuarias.”(Pág. 91)
Solo mi abuela que lo comprendió hasta el último momento del de su muerte. “… - yo lo veo seguido, al menos una vez por semana. Y ante mi cara de sorpresa prosiguió: - no, no te sorprendas. Es mi nieto. Que se haya ido de la casa de tus padres no cambia las cosas. Es mas, a mi me parece una cosa totalmente natural, no puedo entender porque hacen tanto escándalo. Si vos te pelearías con tus padres yo te seguiría queriendo igual, es algo totalmente lógico. Es hasta tonto tener que explicarlo…” (Págs. 48 y 49).
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde
¿Quien era verdaderamente Edward Hyde?
Mr Utterson , el abogado “Era un hombre de adusto semblante, jamás iluminado por una sonrisa; frió, parco y embarazado de discurso; tardo en la emoción; enjuto , largo, gris, polvoriento, nada ameno, y , sin embargo , simpático “(Pág. 11) caminaba por las calles de Londres junto a su pariente lejano Mr Ricard Enfield. “ Sucedió que en una de esa caminata fueron a dar una callejeada de uno de los barrios más populosos de Londres. La calle era corta y de las llamadas tranquilas, pero de un activo comercio de los días de trabajo” (Pág. 13). Cuando de repente vieron a un ser extraño pisoteando a una niña hasta matarla. “Y aquí viene lo horrible del caso: el hombre paso, pisoteándola con toda calma por todo el cuerpo de la criatura, y la dejo dando alaridos en el suelo. Contado así, parece poca cosa; pero verlo fue horrible. No parecía acto de ser humano, sino de un Juggernaut infernal. “(Pág. 15).
Utterson poseía el testamento de su amigo el abogado Henry Jekyll “… y mientras estaba sentado junto a la chimenea, un cincuentón alto, buen mozo, de rostro sereno, quizá con algo como una sombra de disimulo, pero con todos los rasgos de la inteligencia y la bondad, mostrada en la mirada un cordial y caluroso afecto por Mister Utterson.”(Págs. 34 y 35). En el cual se decía que en caso de muerte o de desaparición de éste, toda su fortuna pasaría a manos de Edward Hyde. Este testamento causaba indignación al abogado. Para ello fue a ver al doctor Lanyon, uno de los más viejos amigos de ambos. “Lanyon estaba solo, de sobremesa, saboreando una copa de licor. Era un señor saludable, inquietó, de rubicunda faz, con un mechón de pelo prematuramente blanco y ademanes enérgicos y ruidosos.” (Pág. 23) y le pregunto por Edward Hyde, a lo que el doctor respondió que nunca había oído hablar de él. “– ¿Haz Tropezado alguna ves con un protegido suyo, un tal Hyde? - ¿Hyde?- repitió Lancen-. No, nunca oí hablar de el, al menos en mi tiempo.” (Pág. 24).
Decidió ir a buscarlo, y empezó a merodear los alrededores de la casa a la que se le había visto entrar. Cierto día, Utterson vio recompensada su insistencia y encontró a Hyde, ese hombre tenía algo de tenebroso. “Mr Utterson, atisbando desde su escondite, puedo ver en seguida la clase de hombre con quien tenia habérselas. Era una corta estatua y vestido modestamente, y, aun desde aquella distancia, produjo en el abogado una inexplicable repulsión. “(Pág. 27)
Mr Utterson habla con Poole, el mayordomo de Jekyll sobre Hyde a lo que este le contesta que es normal verlo por la casa. “– he visto entrar a Mr. Hyde por la puerta de la antigua sala de la disección. ¿Esta eso bien, Poole, cuando no se haya en la casa del doctor Jekyll? – Perfectamente Mr Utterson. Mr Hyde tiene la llave. – Al parecer, Poole, su patrón tiene una gran confianza en ese hombre- prosiguió, abstraído.- si, señor, mucha. Todos tenemos ordenes de obedecerle.” (Pág. 32)
Mr Utterson sigue sin saber porque el testamento esta a favor de Hyde por lo que decide preguntárselo directamente a Jekyll, sin encontrar respuestas. “… precisamente para tranquilizar tu buen corazón, voy a decirte una cosa: es el instante en que yo quiera, puedo desembarazarme de mister Hyde. Y no voy añadir sino una mas palabra, que espero, Utterson, que no este mal; esta e una cuestión privada, y te rugo que dejes todo como esta.” (Pág. 36)
El asesinato de Danvers Carew conmovió a todo Londres. Se había cometido una noche, usando como arma un bastón. Fue al lugar del crimen, en el que encontró un trozo del bastón, el cual resultó ser un regalo de hacía años de este a Jekyll. Se sospechó que el autor del crimen había sido Hyde. “… roto y desfigurado como estaba, vio que era el mismo que el había regalado, muchos años atrás a Henry Jekill.” (Pág. 41) Acompañó a la policía a la casa del acusado, pero cuando estos llegaron el señor Hyde no se estaba, entraron a su habitación y se dieron cuenta de que había escapado apresuradamente y que incluso había dejado la otra mitad del bastón detrás de la puerta. Al poco tiempo Utterson fue a ver a Jekyll para hablar acerca del asesinato. Éste le comentó que había acabado con Hyde y que nunca más volvería a verle. “Utterson, juro ante dios que jamás ha de volver a verlo. Te doy mi palabra de honor de que he acabado con el en este mundo. Todo ha terminado, y la verdad que no necesita de mi ayuda; tu no lo conoces como yo, esta a salvo, completamente a salvo. Fíjate lo que te digo: ¡jamás se volverá a saber de el!” (Pág. 47).
El doctor dio a Utterson una carta escrita por Hyde, con la que no sabía que hacer. Enseñó la carta a un amigo llamado Guest, experto en caligrafía que la comparó con otra escrita por Jekyll, llegando a la conclusión de que las cartas habían sido escritas por la misma persona. “- ¡que se yo! tiene un extraña semejanza: las dos letras son, en muchas cosas, idénticas; solo se diferencian en la inclinación. – es curioso- dijo Utterson. – es curioso, como usted. –yo no hablaría palabra de esta carta – dijo el secretario. – No, señor – contesto el secretario-.entendió. Apenas mister Utterson se vio solo, encerro la carta en la caja de hierro, en donde reposo de allí en adelante. ¿Que es esto?-pensó- ¡Henry Jekill cometiendo falsificaciones par salvar a un asesino!... y sintió como si la sangre se le enfriase en las venas.” (Pág. 53)
Una noche Poole sospecho que algo muy malo estaba sucediendo por lo que decidió ir en busca de Utterson. Estos deciden forzar la puerta del laboratorio y entrar. Al hacerlo descubren las drogas que Poole le había estado llevando, en la mesa un sobre con documentos con nombre de Utterson, dentro estaba el testamento a favor de este. “el primero era un testamento redactado en los mismo términos extravagantes que el devuelto por el algunos meses antes y que había de servir como testamento en caso de desaparición; pero, en lugar del nombre de Edwad Hyde, leyó el abogado, con indecible asombro era el de Gabriel John Utterson.” (Pág. 80) y también deja instrucciones para llevar unas drogas y un frasco a su consultorio avisando que una persona pasaría a media noche. “Apenas habían sonado las doce sobre Londres, cuando el aldabón golpeo suavemente la puerta. Acudí yo mismo y encontré a un hombrecillo acurrucado entre las columnas del pórtico.- ¿Viene usted de parte del doctor Jekill?-le dije.”
Hyde fue al consultorio y luego de tener las drogas solicitadas. Preparo el brebaje y tras un momento de locura se transformo en el Dr. Jekill.
“Se llevo la copa a los labios y la apuro de un trago. Siguió un grito, giro sobre si mismo, dio un traspié, se agarro a la mesa y se mantuvo asido a ella, mirando con ojos inyectados, jadeante, con la boca abierta. Mientras lo miraba , me pareció que se efectuaba un cambio… como si se hinchase…la cara se le puso de súbito negra; parecía que las facciones se le disolvían y se se le alteraban… y me incorpore y de un salto, retrocedí hasta la pared con el brezo levantado para escudarme contra aquel prodigio, anonado por el terror- ¡Dios mió ! ¡Dios mió! – grite una y otra vez; porque allí, ante mis ojos pálido y tembloroso, medio demandado y palpando ante el con las manos, cómo hombre que retornase de la muerte… ¡allí estaba Henry Jekill !”(Págs. 93 y 94).
Micaela Muzzupappa
Placido Marin .
2do Comunicacion.
¿Cuál era el misterio que guardaba Miguel Ballardo?
Mucho tiempo le llevo a su hijo, Damián conocer su propia historia.
Manuel y su esposa Ana evitaban hablar del pasado. Siempre la respuesta era el silencio “Al día siguiente me desperté de pésimo humor y durante el desayuno no dije ni una palabra. Papa, escudado atrás de su diario ni se daba cuenta, pero mi mamá percibía mis estados de ánimo.”(Pág. 15) “el enojo es silencio para mi padre” (Pág. 32) “– Chau – me dijo, y nada mas. Hubiera querido que me gritara, que se enojara, creo que hasta una cachetada hubiera sentido mejor que ese silencio de hielo” (Pág. 88).
Damián era un chico como todos, iba al colegio, casi no tenia amigos. “En el colegio me sentaba siempre con Franco; hasta se podría decir que era mi amigos aunque esa palabra no figura en mi vocabulario.” (Pág. 27) tenía una novia que se llamaba Camila “Descubrí que me gustaba Camila. Era franca, decía cosas que no quería escuchar pero que me hacían bien “(Pág. 43)
Camila, que junto con su padre Francisco Ravint, abogado lo ayudaron a Damián a descubrir porqué su padre había ido preso. “¿Preso? ¿Mi papa preso? Si que me estaban pasando cosas increíbles. Algo que nunca había imaginado .me quede rumiando si era mejor ser adoptado o tener un padre delincuente. ¿Que habría echo?¿ matar seguro que no ¿ robar? Muchas veces habíamos habla en la mesa del valor del dinero. Papá decía que es un instrumento pero que no e sinónimo de felicidad. No, mi viejo era incapaz de robar. Eso ocurría en las película y mi no era parecido a los personajes del cine. ¿Porque no le había peguntado? ¿Por qué había terminado una incógnita para empezar otra? ¿Es que nunca mas iba a poder vivir tranquilo como los demás? ¿Es que siempre tenía que esperar para resolver algo? Tantas preguntadme inflaron la cabeza y al fin se me cerraron los ojo. Me dormí acurrucado en un signo de interrogación. “(Pág. 51 y 52) esto fue a consecuencia de la investigación sobre la vacuna contra la grite virosica que hizo mi abuelo, pedro Ballardo. “ Me dijo que mi abuela se llamaba Mercedes Paunes y que falleció cuando mi papa era chico. También me recordó el nombre de mi abuelo Pedro Ballardo. Era bioquimico como mi papá. -¿En que rama trabajaba?- le pregunta. – En la prevención. Paso muchos años trabajando en una vacuna…- dijo ella y la voz ya le estaba cambiando. - ¿y como le fue con eso? - Mal, nos trajo muchos problemas... Fue por eso que tú papa término en la cárcel.” (Pág. 54). Después de muco investigar Francisco descubre que a Pedro lo habían engañado y estafado. Le había descubierto la vacuna pero un científico español, Angel Muiño, lo acuso de haberle robado la formula. Fueron a juicio y el abogado de Pedro, Miguel Torrento, no presento las pruebas que comprobaban su inocencia. Lo condenaron a prisión pero su hijo Manuel. Se declaro culpable y cumplió la condena. “ – Te explico , Damián . Tu abuelo trabajo treinta años para encontrar la formula de la vacuna contra la gripe virosica. Pero lo hice en silencio, con su trabajo en el hospital, sin respaldo de ningún laboratorio grande. Cuando viejo a Europa en 1977 comento sus inquietudes con un científico mediocre en España, llamado Angel Muiño. Este hombre, que era mala persona y además estaba en la decadencia de su carrera, le saco a tu abuelo toda la información que puso y cuando tu abuelo volvió al país continuaron comunicándose por correo. Así fue que el supo, antes que nadie, que Pedro Ballardo había descubierto esa vacuna y viajo a Buenos Aires donde declamo derechos argumentando que tu abuelo le había robado sus registros y que el descubrimiento era de el. Tu abuelo contrato entonces al tal Torrento para que fuera su abogado defensor y le dio los registros de su experiencia de laboratorio. Muiño entonces le ofreció a torrento una importante suma de dinero para hacer desaparecer eso registros. Fueron a juicio y como tu abuelo no tenia una defensa buena ni pruebas de su inocencia lo condenaron a seis años de prisión - ¿y mi padre? Francisco saco un recorte de diario de una carpeta que decía: FINALIZA CON INCIDENTES EL JUICIOO A PEDRO BALLARDO. Cunado se leyó el fallo adverso al renombrado científico el silencio de la sala fue quebrado por su hijo Manuel ballardo, bioquimico de profesión, quien en alta voz se declaro culpable del hecho. Confeso ante todos los presentes haber copiado en su viaje a Europa los archivos del demandante y falsificado las experiencias sin el consentimiento de su padre. Inmediatamente quedo a disposición de la justicia. Después de la audiencia Pedro Ballardo sufrió una indisposición cardíaca y fue internado de urgencia.” (Pág. 144 y 145)
Damián necesitaba recuperar las pruebas que indicaban la inocencia de su padre y su abuelo. Busco empleo en el estudio jurídico de Ernesto Torrento, hijo de Miguel Torrento, y cambiando su identidad comenzó a trabajar como cadete. “-¿Cómo es el apellido del cadete nuevo ¿- preguntó el abogado.- Gómez, Damián Gómez- contestó la secretaria.” (Pág. 161) Después de unos días consigue las pruebas. “A oscuras abrí los cajones con llaves y efectivamente en uno de los estaban los dos libracos viejos y de tapa verde.” (Pág. 171), entregándoselos a francisco quien reabre el caso.
Manuel se entera de lo que estuvo investigando su hijo y se siente orgulloso de el. “ . Vengo, señor Rovint , porque mi hijo e contó todo . Al fin pudimos hablar sobre el pasado y ahora queremos que usted nos ayude, si es posible, a reabrir el juicio.” (Pág. 201)
Al fin se comprueba la inocencia de Pedro y de Manuel.
Los ojos de perro siberiano.
A
l fin se entero de la verdad, su hermano, Ezequiel tenia sida.“…- porque tengo SIDA-contestó.”(Pág. 32) Desde hacia un tiempo que había un clima muy extraño su casa. Su Papá siempre ocupado con sus negocios y muy nervioso. “el se ocupaba de lo suyo, es decir de sus negocios…” (Pág. 13) “Mi padre se quedo mudo, y mi madre y yo también, era la primera vez que yo veía a alguien contestarle así a mi padre y dejarlo sin palabras” (Pág. 46) “Mi padre como siempre dio por terminada nuestra conversación levantándose y yéndose. Me quede sentado en su despacho llorado en silencio un largo rato”. Su mamá nunca descuido sus plantas, estuvo muy silenciosa, triste y lloraba por todas partes. “Mi madre cultiva y cuida sus hierbas con un amor y dedicación que creo que no nos dio a nosotros.” (Pág. 12) Sus padres nunca pudieron aceptarlo, lo negaron diciendo que tenía leucemia. “– Es una enfermedad terrible…- insistieron – si…-balbucee – la leucemia - ¿La leucemia...?- si claro. La leucemia. La enfermedad de Ezequiel. Pobrecito. No recuerdo se les conteste, se que me fui indignado. Mis padres, al no poder evitar la evidencia de que Ezequiel iba a morir, tuvieron que invéntale una enfermedad. Como si fuera digno de morirse por leucemia que de SIDA. Como si fuera indigno ser sidoso. Como si en la muerte hubiera alguna dignidad. “(Págs. 113 y 114)
Ezequiel dejo de vivir con su familia en la casona de San Isidro “nosotros vivimos en San Isidro en una de esas casonas de principio de siglo, cerca del rió”; “ la casa es enorme, de ambientes amplios y techos altos, de dos plantas .en la planta baja ,un pequeño hall, la sala ,el comedor con su chimenea, el estudio de mi padre, donde esta la biblioteca, la cocina y las habitaciones de servicio, en la planta alta están los dormitorios de mis padres, el de mi hermano y el mió, un cuarto para que mi madre haga sus quehaceres.” “La casa esta rodeada por un gran parque…” (Págs. 11 y 12), y se fue en un departamento en el barrio de Palermo en compañía de su perra siberiana Sacha, su fiel compañera “– uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos De algunos veo el temor e los otros lo de intolerancia. En lo de la abuela veo lastima. En los de papa enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche. en tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos queme veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo , es en los ojos de mi perro,. En los ojos de Sacha. (Pág. 95)
El Narrador con su amigo de toda la vida, Mariano “Con mariano estuvimos juntos desde el jardín de infantes, durante casi todo el colegio primario nos sentamos juntos, íbamos al mismo club.” (Pág. 19) intentaron muchas veces descubrir la verdad con ayuda de la hermana de éste último, Florencia sin encontrar resultados. “nos enteramos de todo porque, ya lo he dicho, nuestros padres eran amigos, el padre de mariano se lo contó a su madre y ella a Florencia, la hermana de mariano tres años mayor que nosotros, como ejemplo de las cosas de las que se debía de cuidar. Una ves que lo supo Florencia a que lo supiéramos nosotros hubo solo un paso” (Pág. 23). “Hasta que un día el mismo Ezequiel me contó la verdad, sufrió la discriminación de toda la sociedad.””Ezequiel trabajaba en un estudio de diseño gráfico desde hacia dos años. En el momento de la internacion, en su trabajo se enteraron de su enfermedad y lo echaron .Argumentaron razones presupestuarias.”(Pág. 91)
Solo mi abuela que lo comprendió hasta el último momento del de su muerte. “… - yo lo veo seguido, al menos una vez por semana. Y ante mi cara de sorpresa prosiguió: - no, no te sorprendas. Es mi nieto. Que se haya ido de la casa de tus padres no cambia las cosas. Es mas, a mi me parece una cosa totalmente natural, no puedo entender porque hacen tanto escándalo. Si vos te pelearías con tus padres yo te seguiría queriendo igual, es algo totalmente lógico. Es hasta tonto tener que explicarlo…” (Págs. 48 y 49).
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde
¿Quien era verdaderamente Edward Hyde?
Mr Utterson , el abogado “Era un hombre de adusto semblante, jamás iluminado por una sonrisa; frió, parco y embarazado de discurso; tardo en la emoción; enjuto , largo, gris, polvoriento, nada ameno, y , sin embargo , simpático “(Pág. 11) caminaba por las calles de Londres junto a su pariente lejano Mr Ricard Enfield. “ Sucedió que en una de esa caminata fueron a dar una callejeada de uno de los barrios más populosos de Londres. La calle era corta y de las llamadas tranquilas, pero de un activo comercio de los días de trabajo” (Pág. 13). Cuando de repente vieron a un ser extraño pisoteando a una niña hasta matarla. “Y aquí viene lo horrible del caso: el hombre paso, pisoteándola con toda calma por todo el cuerpo de la criatura, y la dejo dando alaridos en el suelo. Contado así, parece poca cosa; pero verlo fue horrible. No parecía acto de ser humano, sino de un Juggernaut infernal. “(Pág. 15).
Utterson poseía el testamento de su amigo el abogado Henry Jekyll “… y mientras estaba sentado junto a la chimenea, un cincuentón alto, buen mozo, de rostro sereno, quizá con algo como una sombra de disimulo, pero con todos los rasgos de la inteligencia y la bondad, mostrada en la mirada un cordial y caluroso afecto por Mister Utterson.”(Págs. 34 y 35). En el cual se decía que en caso de muerte o de desaparición de éste, toda su fortuna pasaría a manos de Edward Hyde. Este testamento causaba indignación al abogado. Para ello fue a ver al doctor Lanyon, uno de los más viejos amigos de ambos. “Lanyon estaba solo, de sobremesa, saboreando una copa de licor. Era un señor saludable, inquietó, de rubicunda faz, con un mechón de pelo prematuramente blanco y ademanes enérgicos y ruidosos.” (Pág. 23) y le pregunto por Edward Hyde, a lo que el doctor respondió que nunca había oído hablar de él. “– ¿Haz Tropezado alguna ves con un protegido suyo, un tal Hyde? - ¿Hyde?- repitió Lancen-. No, nunca oí hablar de el, al menos en mi tiempo.” (Pág. 24).
Decidió ir a buscarlo, y empezó a merodear los alrededores de la casa a la que se le había visto entrar. Cierto día, Utterson vio recompensada su insistencia y encontró a Hyde, ese hombre tenía algo de tenebroso. “Mr Utterson, atisbando desde su escondite, puedo ver en seguida la clase de hombre con quien tenia habérselas. Era una corta estatua y vestido modestamente, y, aun desde aquella distancia, produjo en el abogado una inexplicable repulsión. “(Pág. 27)
Mr Utterson habla con Poole, el mayordomo de Jekyll sobre Hyde a lo que este le contesta que es normal verlo por la casa. “– he visto entrar a Mr. Hyde por la puerta de la antigua sala de la disección. ¿Esta eso bien, Poole, cuando no se haya en la casa del doctor Jekyll? – Perfectamente Mr Utterson. Mr Hyde tiene la llave. – Al parecer, Poole, su patrón tiene una gran confianza en ese hombre- prosiguió, abstraído.- si, señor, mucha. Todos tenemos ordenes de obedecerle.” (Pág. 32)
Mr Utterson sigue sin saber porque el testamento esta a favor de Hyde por lo que decide preguntárselo directamente a Jekyll, sin encontrar respuestas. “… precisamente para tranquilizar tu buen corazón, voy a decirte una cosa: es el instante en que yo quiera, puedo desembarazarme de mister Hyde. Y no voy añadir sino una mas palabra, que espero, Utterson, que no este mal; esta e una cuestión privada, y te rugo que dejes todo como esta.” (Pág. 36)
El asesinato de Danvers Carew conmovió a todo Londres. Se había cometido una noche, usando como arma un bastón. Fue al lugar del crimen, en el que encontró un trozo del bastón, el cual resultó ser un regalo de hacía años de este a Jekyll. Se sospechó que el autor del crimen había sido Hyde. “… roto y desfigurado como estaba, vio que era el mismo que el había regalado, muchos años atrás a Henry Jekill.” (Pág. 41) Acompañó a la policía a la casa del acusado, pero cuando estos llegaron el señor Hyde no se estaba, entraron a su habitación y se dieron cuenta de que había escapado apresuradamente y que incluso había dejado la otra mitad del bastón detrás de la puerta. Al poco tiempo Utterson fue a ver a Jekyll para hablar acerca del asesinato. Éste le comentó que había acabado con Hyde y que nunca más volvería a verle. “Utterson, juro ante dios que jamás ha de volver a verlo. Te doy mi palabra de honor de que he acabado con el en este mundo. Todo ha terminado, y la verdad que no necesita de mi ayuda; tu no lo conoces como yo, esta a salvo, completamente a salvo. Fíjate lo que te digo: ¡jamás se volverá a saber de el!” (Pág. 47).
El doctor dio a Utterson una carta escrita por Hyde, con la que no sabía que hacer. Enseñó la carta a un amigo llamado Guest, experto en caligrafía que la comparó con otra escrita por Jekyll, llegando a la conclusión de que las cartas habían sido escritas por la misma persona. “- ¡que se yo! tiene un extraña semejanza: las dos letras son, en muchas cosas, idénticas; solo se diferencian en la inclinación. – es curioso- dijo Utterson. – es curioso, como usted. –yo no hablaría palabra de esta carta – dijo el secretario. – No, señor – contesto el secretario-.entendió. Apenas mister Utterson se vio solo, encerro la carta en la caja de hierro, en donde reposo de allí en adelante. ¿Que es esto?-pensó- ¡Henry Jekill cometiendo falsificaciones par salvar a un asesino!... y sintió como si la sangre se le enfriase en las venas.” (Pág. 53)
Una noche Poole sospecho que algo muy malo estaba sucediendo por lo que decidió ir en busca de Utterson. Estos deciden forzar la puerta del laboratorio y entrar. Al hacerlo descubren las drogas que Poole le había estado llevando, en la mesa un sobre con documentos con nombre de Utterson, dentro estaba el testamento a favor de este. “el primero era un testamento redactado en los mismo términos extravagantes que el devuelto por el algunos meses antes y que había de servir como testamento en caso de desaparición; pero, en lugar del nombre de Edwad Hyde, leyó el abogado, con indecible asombro era el de Gabriel John Utterson.” (Pág. 80) y también deja instrucciones para llevar unas drogas y un frasco a su consultorio avisando que una persona pasaría a media noche. “Apenas habían sonado las doce sobre Londres, cuando el aldabón golpeo suavemente la puerta. Acudí yo mismo y encontré a un hombrecillo acurrucado entre las columnas del pórtico.- ¿Viene usted de parte del doctor Jekill?-le dije.”
Hyde fue al consultorio y luego de tener las drogas solicitadas. Preparo el brebaje y tras un momento de locura se transformo en el Dr. Jekill.
“Se llevo la copa a los labios y la apuro de un trago. Siguió un grito, giro sobre si mismo, dio un traspié, se agarro a la mesa y se mantuvo asido a ella, mirando con ojos inyectados, jadeante, con la boca abierta. Mientras lo miraba , me pareció que se efectuaba un cambio… como si se hinchase…la cara se le puso de súbito negra; parecía que las facciones se le disolvían y se se le alteraban… y me incorpore y de un salto, retrocedí hasta la pared con el brezo levantado para escudarme contra aquel prodigio, anonado por el terror- ¡Dios mió ! ¡Dios mió! – grite una y otra vez; porque allí, ante mis ojos pálido y tembloroso, medio demandado y palpando ante el con las manos, cómo hombre que retornase de la muerte… ¡allí estaba Henry Jekill !”(Págs. 93 y 94).
Micaela Muzzupappa
Placido Marin .
2do Comunicacion.