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    Reseña de "Historia universal de la infamia" 2º a cbu, IMAM.

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    Mica Ludueña


    Posts : 1
    Join date : 08/08/2010

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    Post  Mica Ludueña Sun Aug 08, 2010 10:30 pm

    HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA
    Todos los cuentos y las historias que ocurren en este libro, tratan sobre la infamia, el maltrato hacia otras personas, por ejemplo, los negros; las mujeres. Y también sobre el irrespeto de los derechos de cada persona. Vemos en esta reseña las diferentes historias, todos los cuentos que están en el libro “Historia universal de la infamia” de Borges, que todos están con un mismo hilo, que es el maltrato y la crueldad.

    Historia universal de la infamia

    El Atroz Redentor Lazarus Morell
    Trata de que en 1517 el P. Bartolomé de las Casas tenía lastima de los indios que tenían que hacer todos los trabajos en las minas de oro antillanas y le propuso al emperador Carlos V la importación de negros para que hagan esos laboriosos trabajos. La historia ocurre en el río Mississipi, “el río más extenso del mundo. Un río de pecho ancho, hermano del Paraná, del Uruguay, del Amazonas y del Orinoco.” “Río de aguas mulatas.” Los negros habitualmente trabajaban por esa zona en diversas cosas; en “plantaciones de algodón que había en las orillas”. La forma en la que vivían no era muy buena y era un poco precaria “dormían en cabañas de madera, sobre el piso de tierra”. Además de que las relaciones de parentesco eran distanciadas “fuera de la relación de madre-hijo, los parentescos eran convencionales y turbios” “Nombres tenían, pero podían prescindir de apellidos”. También su educación era nula ya que “No sabían leer”. Volviendo a su manera de trabajo, la cual era muy mala, trabajaban “encorvados, bajo el rebenque del capataz”. Ellos mantenían muchas de sus costumbres, como creencias y que cantaban en montón. Los negros eran muy costosos “un buen esclavo les costaba mil dólares y no duraba mucho”. Algunos, se enfermaban y morían por sus condiciones. Morell un hombre “memorable y famoso” “sus ojos demasiados cercanos y los labios lineales” El tentaba a los negros con un negocio que terminaría en su libertad. Eso era así, los negros debían escaparse del lugar donde estaban para después ser vendidos por Lázarus a otro lado y del dinero que le den a Morell, ganaban una parte y hacer eso varias veces y después les prometía su libertad. “El prófugo esperaba la libertad” Los negros esperaban la señal de Morell, para escapar en el momento justo. El negoció prosperó, pero en 1834 el sobrino de un caballero que había perdido muchos esclavos lo delató, le cercaron la casa pero Morell pudo escapar. El tenía el plan de aprovechar los últimos hombres que todavía le debían reverencia. Burell termina enfermándose y se interna con el nombre de Silas Buckley, pero un compañero de sala lo reconoció. Finalmente murió.

    El Impostor Inverosímil Tom Castro
    Arthur Orton “hijo de un carnicero su infancia conoció la miseria insípida de los barrios bajos de Londres y que sintió el llamado del mar” Así lo conocían, por las calles de de “Talcahuano, de Santiago de Chile y de Valparaíso”. Orton oía la llamada del mar; Run away to sea, huir al mar, es la rotura inglesa tradicional de la autoridad de los padres, la iniciación heroica. Los que bajan en barcas a la mar, los que comercian en las grandes aguas; ésos ven las obras de Dios y sus maravillas en el abismo. Orton huyó de su lugar, y despertó en el puerto de Valparaíso. “Era persona de una sosegada idiotez” El pudo haberse muerto de hambre pero no fue así, porque por “su confusa jovialidad, su permanente sonrisa y su mansedumbre infinita le conciliaron el favor de cierta familia de Castro, cuyo nombre adoptó”. En 1861 reaparece en Australia con ese nombre, Tom Castro. Allá en Sydney conoció a Bogle, un negro sirviente, “era un varón morigerado y decente, con los antiguos apetitos africanos muy corregidos por el uso y abuso del calvinismo”, recibía visitas del dios. Se conocieron una tarde en Sydney cuando Bogle pensaba sobre la muerte, y atravesaron la calle inofensiva. En abril de 1854 Orton naufragó en las aguas del Atlántico el vapor de Mermaid procedente de Río de Janeiro con rumbo a Liverpool. Entre los que parecieron estaba Roger Charles Tichborne, “militar inglés criado en Francia, mayorazgo de una de las principales familias católicas de Inglaterra” “La muerte de este inverosímil afrancesado que hablaba inglés con ese más fino acento de París [...] fue un acontecimiento trascendental en el destino de Orton, que jamás lo había visto” Lady Tichborne, la madre de Roger se negaba a creer en la muerte de su hijo y publicó avisos en los diferentes periódicos de más circulación. Bogle leyó uno de esos avisos y él ideó un plan. “Tichborne era esbelto caballero de aire envainado, con los rasgos agudos, la tez morena, el pelo negro y lacio, ojos vivos y la palabra de una precisión ya molesta”; “Orton era un palurdo desbordante de vasto abdomen, rasgos de una infinita vaguedad, cutis pecoso, pelo ensortijado castaño, ojos dormilones y conversación ausente o borrosa” El plan de Bogle era que Orton se haga pasar por el hijo de Lady Tichborne, y que llegara a Europa en el primer vapor posible. Presentó a un Tichborne fofo, con sonrisa de amable invécil, pelo castaño y una inmejorable ignorancia del idioma francés. Además los reiterados avisos de Lady demostraban la seguridad que ella tenía en que su hijo no había muerto. “Tom Castro, siempre servicial” , escribió a Lady haciéndose pasar por su hijo, diciendo características del mismo; por ejemplo, los dos lunares que tiene en la tetilla izquierda, entre otras cosas, es decir; que engañaba a la señora por medio de cartas. La dama leyó la carta, en un hotel de París, llorando, y mandó los recuerdos que su hijo le pedía. El 16 de enero de 1867 Roger Charles Tichborne se anunció en ese hotel. El esperado reencuentro llegó, los ojos de la señora estaban fatigados y llenos de llanto; la madre lo reconoció. Bogle, quien se hacia pasar por el sirviente del muchacho, fue discreto, al igual que Roger. Este reconocimiento “debió coronar esta historia” dejando tres supuestas felicidades aseguradas o probables: la de la madre verdadera, la del hijo apócrifo y tolerante, la del conspirador recompensado por la apoteosis providencial de su industria. Lady murió en 1870 y sus parientes denunciaron a Arthur por impostor. El dios visitó a Bogle, y el mismo mandó un aviso a Times diciendo que el supuesto Tichborne era un impostor. Luego de ciento noventa días de proceso y de de repetir, sus partidiaros, que no era impostor porque además su madre lo hubiera reconocido, una antigua querida de Orton fue a declarar. Después fue buscada por Bogle, pero no sabremos si la encontró. “Tom castro era el fantasma de Tichborne, pero un pobre fantasma habitado por el genio de Bogle” El 27 de febrero de 1874 Arthur Orton fue condenado a catorce años de trabajos forzados. En la cárcel era querido y por su buen trabajo le bajaron la sentencia cuatro años. Cuando terminó la condena, fue recorriendo aldeas y centros del Reino Unido, declarando su inocencia o diciendo si era culpable. El 2 de abril de 1898 murió.



    La viuda Ching, pirata.
    No era algo normal, pero es cierto que, había piratas mujeres, como Mary Read “la profesión de pirata no era para cualquiera, para ejercerla con dignidad, era preciso ser un hombre de coraje, como ella” que manejaba los mares de las islas de Mar Caribe, pero en 1720 aparece ahorcada, en Santiago de la Vega (Jamaica); o Anne Bonney “Irlandesa resplandeciente de senos altos, y de pelo fogoso, que más de una vez arriesgó su cuerpo en el abordaje de naves” quien también terminó ahorcada, su amante, John Raciman tuvo también su nudo corredizo en esa función, Anne dijo “Si no te hubieras batido como un hombre no te hubieran matado como un perro”. La viuda Ching, otra pirata que operó en las aguas de Asia desde el mar amarillo hasta los ríos de la frontera del Annam. Su esposo era el Almirante Ching a quien asesinaron sus aliados cuando se enteran que fue sobornado por el gobierno imperial chino para abandonar sus actividades, el era un hombre “justiciero y probado”. La viuda quedo al mando de los piratas, elegida por los otros piratas, “era una mujer sarmentosa, de ojos dormidos y sonrisa criada”. Trece años de aventuras pasaron, seis escuadrillas integraban la armada. La viuda hizo un reglamento justo que en 1809 fue modificado. Con ella al mando obtuvieron muchos logros, propusieron una segunda batalla, la cual preocupaba a la viuda. Y se dio por vencida., se entrega y es perdonada, envejece y se dedica a otra cosa.

    El proveedor de iniquidades Monk Eastman

    Este cuento trata sobre los hombres de pelea de Nueva York. Que todos buscan la fama, que es lo que creer más importante. “Tiene la confusión y la crueldad de las cosmogonías bárbaras y mucho de su ineptitud gigantesca: sótanos de antiguas cervecerías [...]” Había hombres como estos, uno muy famoso, es Johnny Dolan el Dando “famoso por el rulo aceitado sobre la frente, por los bastones con cabeza de mono y por el fino aparatito de cobre que solía calzarse en el pulgar para vaciar los ojos del adversario”o “Kit Burns, capaz de decapitar de un solo mordisco a una rata viva”; “Blind Danny Lyons, muchacho rubio de ojos muertos inmensos, rufián de tres rameras que circulaban con orgullo por él”. Y mujeres como la viuda Red Norah “amada y ostentada por todos los varones que dirigieron la banda de los Gophers” o como Lizzie the Dove “que se enlutó cuando lo ejecutaron a Danny Lyons y murió degollada por Gentle Maggie” que le discutió la antigua pasión de hombre muerto y ciego. Pero nos cuenta la historia de la vida de uno de ellos, su héroe más famoso Edgar Delaney, alias William Delaney, alias Joseph Marvin, alias Joseph Morris, alias Monk Eastman, jefe de mil doscientos hombres. En el Registro Civil de Williamsburg, Brooklyn, el nombre es Edward Ostermann. “Era hebreo, hijo de un patrón de restaurante de los que anuncian Kosher, donde varones de rabínicas barbas pueden asimilar sin peligro la carne desangrada y tres veces limpia de terneras degolladas con rectitud”. Tenía una gran pasión por los animales, “era un hombre ruinoso y monumental. El pescuezo era corto, como de toro, el pecho inexpugnable, los brazos peleadores y largos, la nariz rota, la cara aunque historiada de cicatrices menos importante que el cuerpo, las piernas chuecas como de jinete o de marinero”. Tenía dos negocios, uno con el padre y otro solo un poco más escondido. Hacia 1894 abundaban los salones de bailes públicos en la ciudad de Nueva York. Eastman fue el encargado en uno de ellos de mantener el orden. Por cada pendenciero que serenaba, hacía con el cuchillo una marca en el brutal garrote. Su situación iba mejorando, no solo con su fama sino con que le encargaban trabajos, cortar piernas, manos, entre otros. Y fue a enfrentarse con Paul Kelly, “famoso capitán de otra banda” quien le dio un balazo, y lo dejo herido porque pensó que había muerto, pero no fue así sujetó la herida del abdomen, y fue al hospital; luchó contra sus condiciones de salud, pero no dijo ni una palabra; al recuperarse volvió a los tiroteos hasta el diecinueve de agosto del novecientos tres. Tuvieron una batalla, la batalla de Rivington. Los políticos parroquiales, a cuyo servicio estaba Monk, negaban la existencia de estas bandas, pero esta batalla, los alertó, ya que ellos decían que no eran bandas sino grupos recreativos. Alertados por esto, lo amenazaron con la prisión, e idearon una lucha, para demostrar que todo era recreativo, total Kelly era boxeador, esta pelea duró dos horas y tubo cientos de espectadores. Poco tiempo después volvieron a los tiroteos, y Monk fue detenido. Al salir de prisión sus hombres estaban dispersos y no podía juntarlos a todos, entonces hacía desorden en la vía pública. “El 25 de diciembre de 1920 el cuerpo de Monk Eastman amaneció en una de las calles centrales de Nueva York. Había recibido cinco balazos. Desconocedor feliz de la muerte, un gato de lo más ordinario lo rondaba con cierta perplejidad”.
    Esta historia curre en la ciudad de Nueva York.

    El asesino desinteresado Bill Harrigan

    El cuento es sobre un muchacho llamado Bill Harrigan que “nació en New York hacia 1858, hijo de irlandeses, que se crió entre negros” “ya hacia los doce años se convirtió en pandillero” “vivía en las cloacas y salía por las noches a robar”. Aproximadamente a los 14 años se fue para el oeste (New México y Arizona) atraído como todos por las tierras llenas de oro y plata y las aventuras. Allí, bebiendo en una taberna, asesinó a un enorme mexicano Belisiario Villiagrán, sin razón alguna, solo por matarlo y ahí lo bautizan como “Belly the Kid”. Se hizo jinete, se dedicaba a robar ganado y a hacer fiestas que terminaban a los tiros. Mataba a cualquiera porque sí. Su final fue una calurosa noche de 1880 cuando cruzando la calle, principal, en su caballo, el sheriff Garrett (su amigo) le dio un balazo, este cayó al piso y el Sheriff de dio un 2º balazo. Durante tres días pasaban a su lado para verlo muerto, lo afeitaron, lo vistieron, maquillaron, y lo exhibieron. Se burlaron de él. Finalmente, lo enterraron, algunos con alegría.


    El incivil maestro de ceremonias Kotsuke no Suke
    Este cuento habla sobre “Kira Kotsuke no Suke”, un “funcionario de la corte, maestro de ceremonias, que tenía que enseñarle todo el ceremonial a un caballero y lo humillaba” pero este, mantenía humilde y en su condición de caballero. Hasta que un día no lo soportó más y sacó su espada, sólo le hizo una cicatriz en la frente, pero fue condenado a suicidarse (como un Samurai). Finalmente se clavó un cuchillo de oro en el estómago, en público y su consejero “Kuranosuke” lo ayudó a morir “fue confiscado su familia arruinada y sus capitanes desbandados.” Su consejero juró venganza, pero se alejó, y se dedicó a la bebida, a las mujerzuelas y dejó su familia. Fue maldecido porque la gente pensaba que no tenía honor por no vengar a su señor. Los capitanes se reunían mientras tanto en algún lugar oscuro y alejado. Al mismo tiempo Kotsuke había reforzado su seguridad temiendo por la venganza. Pero al ver que pasaba tanto tiempo y los rumores le decían que el consejero no era más que un borracho fue despidiendo a muchos guardias. Cuando habían pasado casi dos años, una noche, el consejero y los cuarenta y siete capitanes se dieron cita “en los alrededores de Yedo” y asaltaron la casa de Kira, mataron a muchos de los defensores. Una de las bandas la encabezó el lujo mayor del consejero que murió esa noche. Lo encontraron escondido como un cobarde, no se quiso suicidar y tuvieron que degollarlo. Finalmente fueron condenados a suicidarse, y ellos con honor lo hicieron, en el oscuro sepulcro de su amo, pero antes le ofrendaron la cabeza de Kira. Los hombres los bendicen y loran “a su paso, entre los peregrinos que van al sepulcro un muchacho que había escupido la cara de Kuranosuke, por verlo borracho y vomitando y haber pensado que no le importaba su señor se hizo harakiri” y le dieron sepultura junto a los 47 capitanes.

    El tintorero enmascarado de Hákim de Merv
    Habla sobre Hákim, “un hombre que nació en Turquestán” “Su patria fue la antigua ciudad de Merv.” “Su tio lo adiestró en el oficio de tintorero ”. En el año 146 desapareció de su patria y encontraron destruidas sus calderas y sus cosas. En el 148 de la Hériga, frente a muchos esclavos, limosneros, ladrones de camellos, etc. que esperaban la luna de Ramadán, que promueve la mortificación y el ayuno, aparecieron tres figuras humanas, el del medico con una mascara de toro, y los dos a su lado eran ciegos. Les dijo a los hombres que estos estaban ciegos porque vieron su cara. Dijo que era un profeta que en 146 un hombre en su casa, luego de rezar y purificarse la había cortado la cabeza y se la llevo la cabeza y se la llevó ante el señor y entonces le dio la misión de profetizar, y la había llenado de resplandor, que los mortales no podían soportar hasta que no profesaran la nueva ley no le creyeron, , hasta que le dejaron un leopardo, porque todos leyeron de mi lado y cuando volvieron la fiera estaba ciega, entonces le creyeron y “adoraron a Hákim”. Hakim remplazó su máscara por turbantes blancos “tenía un harén con muchas mujeres”. Se le fueron abriendo las puertas de distintas ciudades. El Islam tolera nuevos profetas o amigos de Dios, mientras no contradigan la fé. El jalifa, no soportaba ya sus victorias, sus partidarios, y esa cólera lo hizo cometer herejía.

    El hombre de la esquina rosada

    El tema de esta historia es el del irrespeto a la vida. El machismo y la violencia, las “peleas y rivalidades” que surgían en los boliches entre hombres por la mujer más bella del baile; “Yo soy Francisco Real que le dicen el caballero. [...] ” Todo sucede en el salón de Julia que era un galpón de chapas de cine entre el camino de Mauna y el Maldonado, “el local se podía ver a lo lejos por la luz del farol”. Trata de un hombre llamado Francisco Real “alto, fornido, trajeado eternamente de negro y una chalina de un color como bayo, echada sobre el hombro. La cara aindiana, esquinada, hombre del norte, también llamado caballero” que entra un día al salón de doña Julia, empujando a todos y buscando encararse con Rosendo Juárez “ era de los que pisaban mas fuerte por Villa Santa Rita. Mozo acreditado para el cuchillo, era uno de los hombres de Don Nicolás Paredes, que era uno de los hombres de Morel. Sabía llegar de lo más paquete al quibombo, en un oscuro, con las prendas de plata; los hombres y los perros lo respetaban y las chinas también; nadie ignoraba que estaba debiendo dos muertes; usaba un chambergo alto, de ala finita, sobre la melena grasienta, la suerte lo mimaba, como quien dice ” ya que quería desafiar la habilidad y el coraje de este, Rosendo no lo quiere encarar y lanza el cuchillo por la ventana, por ello la Lujanera “era la mujer de Rosendo, las sobraba a lo lejos a todas, mujer de ojos bellos” lo deja por Francisco, luego de ello salieron abrazados. El narrador de el cuento, sale deshonrrado y avergonzado, salio con falsas excusas y volvió un rato después. La Lujanera entra con Francisco en los brazos ya agonizante, y empieza a decir que es lo que sucede, cuenta que al salir un hombre desconocido lo desafía y le entierra un puñal. Después se escuchó la policía y el cadáver de Francisco lo arrojaron por la ventana al rió.

    Etcétera

    Un teólogo en la muerte
    Cuenta la historia de la muerte del teólogo Melanchton, que un día despertó en una casa igual a la de él, y que escribñia “sobre la justificación por la fe. Como era su costumbre, no dijo una palabra sobre la caridad” Los ángeles mandaron personas a interrogarlo y el dijo: "He demostrado irrefutablemente que el alma puede prescindir de la caridad y que para ingresar en el cielo basta la fe". El no sabia que estaba muerto, y menos que no estaba en el cielo, los muebles comenzaron a desaparecer y los cuartos de la casa a cambiar, y ahí es cuando vio que había gente sin cara alabándolo, habitaciones que no estaban en su casa en la tierra, habitaciones que se hicieron más chicas, y todos los cambios que empezaron a ocurrir en la casa le hicieron pensar que no estaba en su casa, entonces determinó escribir un elogio de la caridad, pero las páginas escritas hoy aparecían mañana borradas. “Recibía muchas visitas de gente recién muerta, pero sentía vergüenza de mostrarse en un alojamiento tan sórdido. Para hacerles creer que estaba en el cielo, se arregló con un brujo de los de la pieza del fondo y éste los engañaba con simulacros de esplendor y serenidad. Apenas las visitas se retiraban, reaparecían la pobreza y la cal, y a veces un poco antes. Las últimas noticias de Melanchton dicen que el mago y uno de los hombres sin cara lo llevaron hacia los médanos y que ahora es como un sirviente de los demonios”.

    La cámara de las estatuas
    El cuento trata sobre un rey de Andalucía, un hombre malvado, que no era de la casa real, y cuando se adueñó del poder, no quiso respetar una puerta doble que había en el reino, que tenía 24 cerraduras, cada rey ponía una nueva. No había que abrir la puerta del castillo. Todos le rogaba que no lo hiciera, pero él abrió la puerta con su mano derecha. Había distintas cámaras, en la primera estaban figurados árabes de metal y madera en sus caballos, todas las figuras ordenadas y mirando el poniente, al rey le causaron espanto. En otras cámaras había secretos sólidos, libros, etc. En la última cámara que parecía vacía vio el rey en la pared del fondo una inscripción y comprendió “si alguna mano abre la puerta de este castillo, los guerreros de carne que se parecen a los guerreros de metal de la entrada se adueñarán del reino” Y finalmente así sucedió Tárik derrotó al rey y vendió a sus mujeres e hijos. A los tesoros se los envió al Califa, que los guardó en una pirámide.

    Historia de los dos que soñaron
    Un hombre de El Cairo, que perdió todas sus riquezas menos la casa de su padre, una noche soñó con un hombre que le dijo “tu fortuna está en Persia”. A la madrugada se despertó y comenzó su viaje, enfrentó todos los peligros, los desiertos, los piratas, los ríos, etc. Cuando llegó a Isfaján, se durmió en el patio de una mezquita, y luego se escaparon por los techos. El capitán hizo registrar todo y encontraron al hombre de El Cairo, y le dieron tales azotes con cañas de bambú que estuvo al borde de la muerte. Cuando recuperó el sentido, el capitán le pregunto quien era, de donde venía, y el le contó la verdad, y también le contó el sueño. El capitán se rió mucho y después le dijo que él había soñado tres veces con una casa de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín allí un reloj de sol y después una higuera; una fuente; y bajo la fuente, un tesoro. Le dijo que era muy crédulo, le dio unas monedas y que se mueva al Cairo. El se volvió y encontró el tesoro en su casa que era la del sueño del Capitán y agradeció a Dios.
    El brujo postergado
    Un deán de Santiago, se dirigió a Toledo porque quería aprender el arte de la magia, y oyó decir que Don Illán la sabía más que nadie. Don Illán lo recibió con bondad. Le enseñaba en una especie de celda subterránea. El Deán recibió una carta de su tío, el obispo, diciendo que estaba grave, pero el no fue a visitarlo. Cuando murió su tío lo nombraron a él. El deán que tenía reservada la vacante para el hijo de Don Illán, pero que lo acompañe, porque lo iba a favorecer con otra cosa. Así sucesivamente, le negó al hijo de Don Illán, los puestos del obispado, del arzobispado, etc. Siempre faltando a su promesa. Finalmente, cuando lo nombran Papa, Don Illán le besó los pies, y pidió para su hijo, este se negó y lo amenazó con la cárcel. Entonces le pidió comida para el viaje de regreso a España, y el Papa no accedió. Entonces Don Illán dijo “tendré que comerme las perdices y la sirvienta se presentó y Don Illán le pidió que las asara, y allí se encontró al Papa en la celda que Toledo donde comenzaron y muy avergonzado, Don Illán le negó su parte de las perdices, y lo acompañó a la calle con cortesía”.

    El espejo de tinta
    Cuenta sobre el Masmundí “servidor del misericordioso”. Padeció cautiverio por el gobernador “Yacub el Doliente, así le decían”. Ya habían matado a su hermano Ibrahim por conspiración, por ese motivo estaba preso, para salvarse le dijo al doliente que era hechicero y que le mostraría formas y apariencias maravillosas, todos los que quisiera ver. Todos los días el gobernante lo mandaba a buscar a su celda y él quemaba en un brasero cilantro, benjuí, etc. Y dibujó con tinta un cuadro en la mano derecha del doliente donde le mostraba todos los lugares, las cosas, y las maravillas que este ordenaba ver. Después de un tiempo comenzó a aparecer en esa especie de espejo un hombre enmascarado. No faltaba nunca y no sabían quien era. Todas las escenas con el enmascarado era ejecuciones, mutilaciones, guerras, etc. El día 14 el tirano quería ver castigos, muertes, cuando vio la escena le aseguró al hechicero que el enmascarado era un tal Abu Kir, quien había matado al hermano del hechicero, el doliente ordenó que lo traiga y dijo que asumiría la culpa y cuando le sacaron la máscara vio que era su misma cara, y el hechicero le ordeno que no quitara la vista del espejo y el doliente poseído por el espejo cayó muerto cuando en la visión, la espada atravesó al hombre porque representaba su maldad.

    Un doble de Mahoma

    Como los musulmanes no pueden pensar en la religión sin pensar en Mahoma, el señor había ordenado que los reciba en el cielo un espíritu haciendo de Mahoma, que no siempre era el mismo. Una vez, fue un cristiano que se convirtió al Islam y tuvieron que remplazarlo. Al verdadero Mahoma, ya no pueden verlo. Dicen que Mahoma fue llevado al infierno porque los musulmanes lo seguían y lo creían Dios, pero esto causó muchos disturbios, y para calmarlos fue traído de los infiernos por unos momentos fue visto y dijo “Yo soy vuestro Mahoma” y se hundió inmediatamente.

    Todas estas historias ocurren entre finales del siglo XIX y principios del XX
    El recurso de estilo que más predomina es la personificación, como por ejemplo “Los mediodía eran mas poderosos, las siestas infinitas”; “se adelgazo la luna en el cielo y las figuras de papel y de caña traían cada tarde la misma historia con casi imperceptibles variantes”; “Desde aquel dia los barcos recuperaron la paz” aunque también podemos encontrar alguna metáfora como en este caso “Esas finitas graduales (penosas como un juego de caretas que no se sabe bien cuál es cuál)”, o algún caso de Leiv motiv como “La imagen de las tierras de Arizona, antes que ninguna otra imagen: la imagen de las tierras de Arizona y de Nuevo México” o “Detrás de los ponientes estaba el oro de Nevada y de California. Detrás de los ponientes estaba”; “Yo soy francisco real, uno hombre del norte. Yo soy Francisco Real, que le dicen el corralero” También predominan las descripciones, que aparecen en todos los cuentos.
    En mi opinión este libro te deja en reflexión, y hace conciencia de que no tenemos que maltratar a los demás. Debemos respetar sus derechos. Y también en que todos somos iguales, no importa la raza, religión, creencias, costumbres, o género. El libro me pareció muy interesante, y real, aunque algunas obras tienen un grado de ficción o fantasía.

    Micaela Ludueña. 2º "A" CBU. IMAM






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