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    El amor en los tiempos del cólera, 2º A cbu I.M.A.M.

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    Sofía Schaller


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    Post  Sofía Schaller Sat Aug 07, 2010 1:21 am

    El Amor en los Tiempos del Cólera

    <Los síntomas del amor son los mismos del cólera> (Contratapa)
    A mi gusto éste es el germen de la historia, Florentino Ariza esperó 52 años a Fermina Daza, pero al menos a un paso de la muerte fue amado por su Diosa Coronada.

    Acá voy a profundizar más el primer concepto de esta novela que, si se puede decir, me pareció el más atrayente: El Amor.
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    La historia transcurre en el pueblo caribeño de La Manga, el cual vive expuesto a continuas guerras civiles y la amenaza constante del cólera.

    Fermina Daza, junto a su padre Lorenzo Daza y su tía Escolástica, se fueron de San Juan de la Ciénaga a La Manga para ir en busca de un mejor porvenir. Y estando allí, Florentino Ariza se enamora perdidamente de ella
    <Las muchachas de su grupo hacían rifas secretas para quedarse con él, y él jugaba a quedarse con ellas, hasta el día en que conoció a Fermina Daza y se le acabó la inocencia.> (Pg. 76).

    La vio por primera vez una tarde en que el telegrafista Lotario Thugut, que lo acompañó en su recorrido de aprendiz en la Agencia Postal, le encargó la entrega de un telegrama a Lorenzo Daza, y al entregarle la nota, una de las criadas lo acompañó hasta el portón de salida y, casualmente, pasó por una ventana en donde oyó una voz de mujer repitiendo lecciones de lectura, y al ver a través de la ventana, logro distinguir una niña y una mujer adulta, pero la visión era increíble: la niña le enseñaba a leer a la mujer, que vendría a ser su tía Escolástica, y fue en ese momento, que duro pocos segundos, pero perduró años en la memoria de Florentino, en el que la miró a los ojos por primera vez <La lección no se interrumpió, pero la niña levantó la vista para ver quien pasaba por la ventana, y esa mirada casual fue el origen de un cataclismo de amor que medio siglo después aún no había terminado>(Pg.78).

    No es sencillo analizar un amor que se basa desde una de las partes en un juramento de amor y fidelidad lo suficientemente fuerte como para conservarse intacto durante toda una vida. Tal es el caso de Florentino Ariza, que a partir de ese momento, la comenzó a observar yendo al colegio de la mano de su tía, fingiendo leer un libro de versos en el Parque de los Evangelios.
    <Fue de ese modo inocente como Florentino Ariza inició su vida sigilosa de cazador solitario> (Pg.79). Florentino estaba tan pendiente de su amada que poco a poco la fue idealizando, sus conductas y sentimientos, hasta el punto de no dejar de pensar en ella. Por lo tanto decidió escribirle una esquela simple escrita con su prolija letra, pero, de la vergüenza de entregársela, la guardó y mientras pensaba como hacerlo, le agregaba más pliegos aprendidos de los libros de versos que fingía leer en el parque. Hasta que se animó, convencido por la madre, Tránsito Ariza, y se plantó delante de Fermina <-Lo único que le pido es que me reciba una carta-> (Pg.84). Y por ende, comenzó un periodo largo de cartas enviadas y respondidas, expresándose amor mutuo y comprometiéndose.

    Pero para Fermina Daza, el amor surgió de la simple curiosidad. Florentino no era el tipo de hombre que hubiera preferido, y a pesar de ello, originó en ella una curiosidad difícil de resistir; ella nunca imaginó que fuera otra de las tantas emboscadas del amor. Así terminó pensando en Florentino como nunca se hubiera imaginado que se podía pensar en alguien, presintiéndolo donde no estaba, deseándolo donde no podía estar, despertando de pronto con la sensación física de que él la observaba en la oscuridad mientras ella dormía.

    Ni el uno ni el otro tenían vida para nada distinto de pensar en el otro, para soñar con el otro, para esperar cartas con tanta ansia como las contestaban. Pero, a pesar de tanto romanticismo, al padre de Fermina Daza no le agradaba Florentino Ariza, y por lo tanto quiso estar un tiempo alejado de La Manga, pero sin embargo Fermina siguió manteniendo correspondencia con Florentino. Con el tiempo, la familia Daza vuelve a La Manga. Un día en el que Fermina va al mercado, se encuentra con Florentino, se dio cuenta, al instante, de que no está enamorada de él, y así se lo comunica
    <Florentino Ariza sonrió, trató de seguirla, pero ella lo borró de su vida con un gesto de la mano[…] Esa tarde, […] le mandó […]una carta de dos líneas: Hoy, al verlo, me di cuenta que lo nuestro no es más que una ilusión> (Pg. 138-139). Florentino queda destrozado, pero se jura a sí mismo que tarde o temprano conseguirá el amor de Fermina.

    Un día en que Fermina se enferma, acuden al médico conocido del pueblo, que sería Juvenal Urbino de la Calle. El doctor, al conocerla, cae rendido a sus pies
    <El caso debió darse por terminado. Sin embargo […] sin ser llamado y sin anuncio alguno, el doctor Juvenal Urbino volvió a la casa […]. Estaba menos cohibido que en la visita anterior, pero ella lo estaba más porque no entendía la razón de aquel examen imprevisto, si él mismo había dicho que no volvería a menos que lo llamaran por alguna novedad. Más aún: no quería volver a verlo jamás.> (Pg. 157) e intenta hacer lo posible por casarse con ella, a lo que luego de varias insistencias, Fermina cede.

    Luego de varios años posteriores al casamiento, Florentino Ariza estableció una relación con Sara Noriega, quien fue la que le dio la relación más larga y estable que él jamás había tenido, si bien no había sido la única que él mantuvo. Ella logró el milagro de aliviarlo por un tiempo, al menos pudo vivir sin Fermina Daza. La ruptura con Sara Noriega, al contrario, le alborotó de nuevo las penas dormidas
    <Se sintió otra vez como en las tardes del parquecito y las lecturas interminables, pero esta vez agravadas por la urgencia de que el doctor Juvenal Urbino tenía que morir.> (Pg.264). Florentino, ante la desesperación de la pérdida súbita de Fermina, decide que Juvenal Urbino morirá antes que Fermina, y por tanto, al quedar ésta sola, él aparecerá para vivir ese amor que le había sido prohibido.

    Un día de Pentecostés, en el que la vejez ya se había establecido en los personajes, Juvenal, al intentar rescatar a su loro que estaba atrapado en un árbol, muere al caer desde una escalera.
    <Pero era el mismo, aunque pareciera absurdo: el médico más viejo y mejor calificado de la ciudad […], había muerto con la espina dorsal despedazada […] al caerse de un palo de mango cuando trataba de coger un loro>(Pg.360) <Todo lo que Florentino Ariza había hecho desde que Fermina Daza se casó estaba fundado en la esperanza de esta noticia>(Pg.360). Ese mismo día, en el velatorio por el afamado doctor, aparece Florentino que aprovecha para recordarle a Fermina la promesa de que iba a esperarla por siempre echa en su juventud. <Florentino Ariza, de pie, apoyó la punta de los dedos en el respaldo del escaño hasta que pasó de largo el vahído, porque sintió que él y ella no estaban a siete pasos de distancia sino en dos días diferentes> (Pg.387).

    Ella estaba devastada y se sentía muy sola por la ausencia de su esposo, por lo tanto le comenzó a escribir cartas a Florentino y durante mucho tiempo se las mandaban como en los viejos tiempos, también se comenzaron a ver 1 día por semana y después todos los días. <Sus cartas de amor estaban hechas de frases que no valían por su sentido sino por su poder de deslumbramiento> (Pg.440).

    Pasan días y meses, y Fermina concluye en ir de viaje por el río Magdalena, al que la invitó Florentino. Durante el viaje, ambos en conclusión descubren que el amor puede emerger a cualquier edad, en el caso de Fermina, o permanecer toda la vida, en cuestión de Florentino, que esperó ese momento desde hacía cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días. Ese momento, en que ambos caen rendidos al amor que sienten por el otro, luego de medio siglo de espera… <El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.> (Pg.451)

    Sacando cuentas…51 años, 9 meses, 4 días, es la cantidad de tiempo que puede esperar un hombre a la mujer que ama. Es el tiempo que puede llegar a durar una agonía y una esperanza.
    Se utilizan diversos recursos estilísticos. Por ejemplo, la descripción detallada de lugares y las sensaciones que evocan a los personajes. Uno de los recursos mas usado por el autor es el retrato, sobre todo en los personajes principales en cuya descripción física se encierra un gran simbolismo. El tema del libro podría sintetizarlo en la esperanza de que todo, tarde o temprano, llega, ya sea para bien o para mal.
    La historia se basa principalmente en el amor, y en que éste no es vencido por el tiempo, sino que más bien crece hasta convertirse casi en un imposible que no es tal.
    Se utilizó la tercera persona, porque es una narración de lo que va pasando y existen pocos diálogos en donde involucra la segunda persona.
    Un importante recurso de estilo en las novelas de este escritor son las metáforas. Por ejemplo:


    • “El que no tiene memoria se hace una de papel” (Dr. Juvenal Urbino quien recurría a las noticas recordatorios)

    • “El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno” (Dr. Juvenal Urbino)

    •“La gente que uno quiere debería morirse con todas sus cosas” (Fermina Daza sobre la muerte de su marido)


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